Mamá recogió los platos y Cole se ofreció a lavarlos, mamá se quedó hablando con Pablo, al cual no veía hace uno año, pero según tenía entendido, se enviaban mensajes a diario. John hablaba con Dylan, que parecían como si todo hubiera vuelto ha hace cuatro años, cuando nos la pasábamos todos juntos en mi casa. Ahora estaba de acuerdo con el hecho de que el tiempo vuela, no corre. Cole se me acerca, luego de lavar la loza, y se sienta a mi lado, en el sofá.
—¿Por qué te cortaste el cabello? —me pregunta, curioso.
—Quería un cambio, para empezar mi nueva vida aquí, en Nueva York —respondí, tratando de sonar indiferente, pero todo en mí corría hacía Cole, como las sonrisas y mi amor.
—Te ves... diferente, pero me gusta —me dice con una sonrisa. Tuve que dar todo de mí para evitar sonrojarme.
—Más te vale, porque pienso enamorar a toda mi facultad —respondo con burla, sabiendo que él es mi senior. Él empieza a reír.
—Oh, tenlo por seguro que lo harás —responde, asintiendo—, ahora volveremos como los viejos tiempos a cuidarte de los hombres malos.
—Sí, cómo no, ustedes sólo quieren alborotar hormonas de las primiparas como yo.
—Quizá, pero admito que será divertido. No puedo esperar a ver qué nos depara el futuro.
—Ya, como si fuera tan emocionante —respondo.
—Lo es, es totalmente emocionante ver qué seremos de aquí a cinco años, ¿no crees? —me pregunta y niego.
—Me gusta disfrutar el presente, es mejor así.
—Interesante...
—Eva, vamos a dormir —me pide mamá y asiento.
—Buenas noches, Cole.
—Buenas noches, Miller —me dice y me voy con mi madre a mi habitación.
Mamá se cambia a su pijama al igual que yo y nos acostamos, mamá me abraza como si no quisiera soltarme jamás por lo que yo también la abrazo. Cuando ella se vaya mañana, empezaré a ser una adulta realmente, empezaré una nueva etapa de la cual llevo esperando mucho. Tenía nervios de que no todo fuera como lo imaginé, y no sé cómo lidiar con mis sentimientos hacia Cole si en tan sólo una hora, los revivió fuertemente. ¿Podré vivir aquí sin morir en el intento? Quisiera que el día que Cole me vaya a rechazar mis sentimientos haga posible que no doliera y lo pueda superar rápidamente.
Mamá se despidió y ésta vez lloró más de lo esperado, por lo que John tuvo que llevarsela y calmarla en el auto. Apenas se fue, me sentí rara, ¿y ahora qué?
—Acaba de desempacar, te llevaré a conocer los lugares más bonitos de Nueva York —dice Pablo y asiento.
—Ya acabo pronto —le digo.
—Y dame tu teléfono, te agregaré los números de nosotros.
Le doy mi blackberrie y vuelvo hacia mi habitación, seguida de Dylan, que apenas entramos se tira en mi cama, como si fuera la de él, lo miro curiosa y él me devuelve la mirada con burla.
—Oh, Eva, pequeña y tonta Eva.
—Siempre me dices así —bufo—, ya tengo 18, ¡no soy pequeña!
—Sigue soñando, bueno, organiza mientras me burlo de ti. Será divertido salir.
Bufé mientras empecé a organizar mi escritorio con cosas que consideraba necesarias. No me tomó más de dos horas organizar lo que me quedaba pues se me hizo todo más ameno escuchando a Dylan hablar de bobadas, fue divertido. Cuando acabé, lo eché para poder irme a bañar. Fui al baño que quedaba enfrente a mi habitación y me bañé. Me vestí y salí, guardé un poco de dinero en mi bolsillo, Pablo me pasó mi celular y me sonrió.
—¿Están los demás listos? —pregunto y él asiente.
En compañía de los tres, salimos del apartamento, estaba haciendo un clima cálido. Me llevaron caminando hacia el Washington Square Park, el cual rebosaba de gente con sus hijos u otros simplemente solos, comiendo mientras ven el teléfono.
—Iré por un snack —avisa mi hermano y asiento—, te encantará. Es divertido comer aquí cuando la universidad se vuelve pesada.
Él se va, y Cole me señala una silla para que nos sentemos los tres. Me permito degustar la vista antes de sentarme, la gran cantidad de personas es asombroso, en el pueblo donde vivíamos no había tanta gente, era fácil saber que a las 22h el pueblo estaba dormido pero aquí... nunca se duermen.
—Es asombroso el cambio, lo sé —me dice Cole, tomando mi mano y sentándome a su lado, entre Dylan—. Cuando llegamos aquí, no quería dormir pensando en todo lo que se podía hacer, teníamos veinticuatro horas para divertirnos, ¿cierto, Dylan? —le pregunta a su hermano sin soltar mi mano, y solo rezaba porque mi corazón no palpitara tan sonoro como lo sentía.
—Era emocionante, salíamos casi todas las noches. Pablo le emocionaba mucho ver que había más que unas cuantas personas —dice él, ignorando la mano de Cole sobre la mía. Cuando vi que Pablo venía hacia acá, solté mi mano rápidamente, y cruzándome de brazos. De repente sentí frío en mi mano, pero tenía miedo. No sólo por ilusionarme sino porque conocía a mis hermanos, cuando debían ponerse enojados, lo hacían.
—¡Eva! ¡Pruebalo! —mi hermano me pasa una banderilla, las había visto en películas pero nunca la probé. Así que siguiendo sus indicaciones, de mi primer mordisco y quedé fascinada, los tres chicos soltaron la risa.
—Dios mío, que delicia —comenté—, ¿puedo comer otro?
—Voy yo —Cole se levanta, y mi hermano se sienta a mi lado.
—Sabía que te encantaría —ríe mi hermano—. Es bueno tenerte aquí.
—Gracias —lo abrazo y me quedo entre sus brazos un buen tiempo, era dificil tener hermanos, pero lo que más me gustaba era saber que podía quedarme entre los brazos de ellos y que me cuidaran de todo. Cole volvió rápido y me lo pasó, se sentó al lado de Dylan y yo me dispuse a comer—. Gracias, Cole.
—No hay de qué, pequeña Eva.
—¡Que ya no soy pequeña! —bufé y él ríe.
—Siempre serás mi pequeña.
"¿Qué?"
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QUE BONITO
¿NO CREEN?
¿Ya me siguen en instagram y Youtube? uwu
¿les gustó el cap?
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Contigo | Cole Sprouse
FanficParecía que mi vida se volvía un cliché cuando caí perdidamente enamorada de mi vecino; estaba jugando con mis hermanos cuando el camión de mudanza frenó en la antigua casa de Miss Roxanne. Recuerdo que miré a mi hermano mayor, curiosa, pero éste se...