Capítulo 14: Danielle Richardson

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Allan

—¿Como les fue con Haider? —pregunta Claire sentándose junto a mi.

Hemos estado en la cafetería espiando a Andrey Skloff. Rachel y Magnus están espiando a Henryk en el centro comercial, Claire y yo estamos espiando a Andrey, Will esta en casa (como siempre) y el papasito de Dorian esta perdido, no contesta llamadas y no lo hemos visto desde ayer.

—¿Como llamaremos a Rachel y Magnus? —pregunto susurrando aunque  Andrey este a tres mesas de distancia.

—Ragnus o Machel —contesta Claire comiendo su panecillo— Ayer vimos a Isak… aunque no parecía ser el —mi sonrisa se borra al instante.

Luka murió, recordarlo me duele. El era como mi hermano menor al igual que Pompeii… eran mis dos pequeños, yo era como su hermano irresponsable. Ahora los dos están muertos, y yo vuelvo a estar solo.

Toda mi vida ha sido así, me encariño con alguien y este muere. Desde que era niño viví en un orfanato con Magnus, el siempre me cuidaba y evitaba que hiciera cosas estúpidas, pasaron años y a ambos nos adoptaron, por fin teníamos una familia; una madre amorosa, un padre protector, hasta un perro. Todo fue hermoso por unos años. Pero sucedió… nuestra madre falleció de cáncer, y después de unos meses papá también murió, para ese entonces teníamos 14 años, nuestra tía cuido de nosotros hasta que Magnus cumplió los 17 y yo 16.

Cuando eso paso yo estaba en una edad difícil, con una situación dura, me iba todos los días a la calle, principalmente a fumar y drogarme, Magnus hacia todo por tratar de ayudarme, fue hasta que conocí a Luka, el apenas tenía 13 años y ya se escapaba de su casa, me di cuenta de que el terminaría peor que yo así que yo me estaba para verlo, y cuidar que nadie le vendiera nada. Entendí lo que Magnus hacia conmigo.

Cuando pasaron los años deje de drogarme… tanto. Sólo le ponía un poco a las galletas y las compartía con el pequeño, eso se volvió lo nuestro, escapar al parque y comernos las galletas especiales mientras nos quejábamos de los adultos.

—Ya lo perdimos —informa Claire comiéndose mi panecillo— Se subió al auto del chofer, yo pagaré la cuenta y tu avisa a los chicos, y trata de llamar a Dorian —se levanta y me deja solo.

Perdimos a Andrey, no
paso nada sospechoso.

Nosotros tampoco
tuvimos suerte. Pasaremos
por ustedes para buscar
a Dorian.

—Ellos tampoco encontraron nada sospechoso —digo cuando ella se acerca— Pasarán por nosotros en unos minutos.

Ambos salimos de la cafetería y nos sentamos en la acera a esperar.

—Lo estas evitando, no lo podrás hacer por siempre —añade lo último en un susurro— Isak esta muy mal, y Edik también.

El mini Golden; siempre fue un poco retraído desde la muerte de su madre, y ahora vio a su hermano morir.

Una lágrima resbala por mi mejilla y Claire la limpia con su dedo.
Pongo mi cabeza en su hombro y ella palmea mi espalda, no suelo recibir muchos abrazos, pero ahora los necesito.

Después de estar quince minutos así la camioneta se estaciona frente a nosotros, ya era hora.

—Nada interesante… aunque la información del rarito es asombrosa, tenemos que en contrar al culpable, y pruebas que lo indiquen —comenta Magnus al volante.

The Psychopaths Kids ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora