-Esa prometida, aprendiendo a ir en blanco-

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-Elizabeth Midford-

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17 años de edad.

Pronto a ser una mujer.

Pero me sentía como una niña con sueños inocentes.

El sueño de toda niña pequeña con una mente de inocencia, dulzura y de color de rosa, sería en casarse con su príncipe de azul, guapo, de sonrisa brillante, cabellos claros con unos ojos hermosos y lindos, cuerpo rustico entre otras perfecciones que conllevaba de él, tener cientos de hijos que sean hermosos y vivir en riquezas como todos reyes y reinas.

En este caso...vamos más por lo de nobles...

No era muy anormal ver que desde mente joven, chicas de mi edad o menos sueñen en cómo sería su futuro esposo, quien sería un noble caballero con ellas, guapo y en complacer sus caprichos. Aquellas lindas doncellas en verse lo mejor de ellas en ser lo más hermosas del mundo a sus hombres.

La belleza importaba mucho en una mujer noble.

Eso tenían todas las mujeres de mi familia, mi hermosa tía Rachel Phantomhive, ella era hermosa , más que perfecta y tenía de esposo a mi tío Vicent, mi madre se caso con mi padre y a pesar de su actitud seria y fría, era una mujer de belleza de que admirar. Mi tía fallecida Angelina (Madam Red), era muy hermosa y tierna de joven, no me imagino que habrá tenido pretendientes, y murió siendo hermosa. Hasta mi abuela Claudia que mire por fotos, es de radiante hermosura y admiración.

Y me heredó a mí también aquella belleza que una mujer noble anhela.

Una belleza que tengo, que una chica o más quieren parte de aquello que poseo, y la verdad es envidia de damas. 

Mi madre se casó con mi padre, su boda fue un monumento hermoso e histórico en aquella época de todas las generaciones Midford. Mi madre, una mujer que es fuerte, hermosa, impecable, vestida de un hermoso y refinado vestido blanco de novia aristócrata de alta costura, con telas de la mejor calidad, con bordados preciosos, joyas refinadas que le combinaban con toda perfección.

Mi padre de un traje negro de novio elegante que le resalto, ese negro que considero horrendo en un caballero de la Orden Real de Inglaterra, mientras en el altar en espera de su futura esposa, mientras otros envidiando de tal mujer preciosa que logró tener de corazón.

Bueno...no tanto que haya tanto amor por ahí...

El primero en enamorarse entre mi madre Francés y mi padre Alexis León, fue él mismo. Se conocieron en una competencia de esgrima, donde mi madre se llevó la victoria de aquella competencia, humillando a mi padre, diciendo que se hacía llamar Caballero Real de Inglaterra. Pero a pesar de ese tono frío, distante que podía hacer sentir mal a cualquiera, mi padre cayo en los "encantos" de aquella mujer que se volvió su esposa y madre mía y de mi hermano mayor.

Si no fuera que el deber de todos los nobles en casarse entre sí para mantener riquezas y procrear progenitores. No creo que mi madre o mi padre hayan rechazado la idea de comprometerse.

Y ese sería mi fin de una chica noble.

Casarme con Lord Phantomhive.

Soy hija principalmente de marqueses, marqueses importantes de Inglaterra; Ciel es hijo de noble, y no nobles normales, hablamos de la Familia Phantomhive. Reconocidos por tener un "vínculo especial" con la Reina Victoria. Era consciente de que Ciel era un aristócrata del mal, formaba parte de las sombras de la Reina en deshacerse de sus preocupaciones y todo eso que atormenta Londres, o más de aquí toda Inglaterra.

- You are free, my dark fiance - Elizabeth Midford.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora