-Esa prometida, baila con su prometido-

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Los aplausos de los invitados retumbaban por todos lados que el silencio y el leve inicio de una música elegantemente romántica entre el violín y el piano de los músicos. Mientras yo, tomando de la mano de mi prometido con firmeza y delicadeza, estaba bajando con él como si fuéramos los más importantes de todo lugar.

A cada paso que daba de los escalones, mi corazón latía a mil por hora por los nervios que tenía, ya hasta sentí que sudaba por las palmas de las manos, pero por los guantes que llevaba, no se notaba nada relativamente y el sudor era absorbido por la tela de estos. Sentí mis labios temblar y mi mirada casi nada fija.

Podía observar a doncellas de la nobleza de distintos vestidos de colores verme, podía suponer que me tenía envidia ya que sentí sus miradas con algo de celos y furia hacia mí de ir tan bella y  con un hombre como Ciel Phantomhive.

Recuerdo antes de haber escuchado un cotilleo de jóvenes mujeres por ahí cuando pasaba por la sala principal, de voces de jóvenes chicas hablarse entre ellas, como por ejemplo...

"Que suerte tiene Lady Elizabeth . El noble Phantomhive, su prometido. ¡Yo quería ser su futura esposa!"  "Solo entre familias se decidieron unirlos." "Yo soy mejor mujer que esa rubia" "Si fuera la prometida del Lord Phantomhive, le daría los tantos hijos que quisiera y lo complacería de cualquier modo" "Jamás uso zapatos altos y usa zapatos infantiles bajos, son horribles" "Si se llegarán a divorciar, yo correría pronto como mujer de los Phantomhive" "¿Tan si quiera él ama a su prometida?"...

Y otros que este simple cotilleo que escuche, fueron tantos que ni puedo enumerar por cuenta propia...

La verdad, entre esos murmullos si se encuentran defectos en mi persona...

Esta época considero que fue una desgracia, una maldita y condenada desgracia... 

Mujer fuerte, significa que es peligrosa, sin clase, sin modales que la controlen. Eso era lo que pensaban otros de retorcidas mentes.

Mujer que no sea femenina, que son horribles, antipáticas, groseras y que visten de fachas de hombres para esconder sus penas.

Si que esto me di cuenta más tarde y me arrepiento no saberlo... 

Esas palabras eran tan solo bobadas, asquerosas, tan llenas de porquería que no merecen pronunciarse ni por un simple mortal...

Y no solo esto se llenaba de algo de basura humana...

Nuevamente cruce miradas con el Noble Alois Trancy, la araña de la Reina Victoria, quien aparentaba no pasar nada mientras llevaba una copa de vino en su mano tomándolo con esa mirada que me hizo temblar y a su vez dar nauseas. Y él descarado sonriendo como si nada...

Ahora entiendo por que Ciel le lleva tanto rencor y odio...

Agradezco que los Phantomhive y los Trancy no se vayan a llevar bien, ni ahora ni pronto...

Ya luego en la verdadera realidad observe que estaba ya bajando los últimos escalones con mi prometido, me sentía sumamente perdida entre todo esto.

Vaya que encerrarse en mis pensamientos me hace perderme de la realidad que pasa. Pasaré una situación humillante si lo sigo haciendo.

Los aplausos cesaron al sentir mil miradas clavarse en mí nuevamente de una manera con mi prometido, sentí lo incómodo que eran esos minúsculos momentos, mientras sonreía como idiota mostrando los dientes en vez de sonrisa de labios que pudo ser más disimulado, vaya.

- You are free, my dark fiance - Elizabeth Midford.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora