HARRY... CONÉCTAMELA

S E S E N T A

Cuando Louis salió del colegio definitivamente no esperaba encontrase con un rizado de ojos verdes esperándolo a la salida con las piernas cruzadas y el torso apoyado en el auto. Se veía tan hermoso y sin esfuerzo. ¿Acaso Harry era conocedor de lo que provocaba a la gente a su alrededor? Porque definitivamente todas las miradas de los adolescentes no iban dirigidos precisamente a su coche.

-¿Qué haces aquí?- preguntó de sopetón con más rudeza de la que pretendía.

-Hola sol ¿cómo estás? Yo estoy muy bien, gracias por preguntar.- dijo en tono burlón a la vez que se acercaba y dejaba un pequeño beso en sus labios, el primero desde aquella primera vez. Sí, él y Harry no se habían vuelto a besar desde entonces, pero definitivamente Louis quería hacerlo cada minuto de su vida.

Sonrió como un bobo cuando el rizado de separó, no quería que su emoción fuera tan obvia, pero simplemente no podía evitarlo.-Hola Harold, ¿qué haces aquí?- dijo ahora más tranquilo y sin esconder ni un poco la perlada fila de dientes.

-No contestabas mis mensajes, y pasé a buscar a Tom por casa de mi hermana y aproveché a venir por ti.

-¿Tom?- preguntó buscando con la mirada a su alrededor.

-Ahí.- señaló la parte trasera del auto. Louis acercó apenas la cabeza y lo vió sentado en una butaca mirándolo con ojos grandes y una sonrisa típica del pequeño.-Vamos, te llevaré a tu casa.

///

-Tío Hazz...- llamó el pequeño ojimiel sentado en una butaca roja puesta en los asientos de atrás. Habían arrancado el coche hace unos minutos y Tom no había despegado ni un segundo la mirada del cuerpo de Louis sentado delante de él.

-¿Qué pasa pequeño?- respondió levantando la vista un poco para mirarlo por el espejo retrovisor. 

-¿Loueh es tu novio?

El castaño más grande giró la cabeza con rapidez mirando entre el niño y el rizado con los ojos abiertos. Sus mejillas se habían teñido de un rosa tenue que no pasó de ser percibido por el mayor quien rió un poco ante la pregunta de su sobrino. Louis también rió, al final de cuentas era un niño curioso como cualquier otro, así que volvió la vista a la ventanilla.

-No, Lou y yo no somos novios.- aclaró.- ¿Por qué?

-¿Podqué no? Se dieron un beso... en la boca.- susurró bajito aquello último y se cubrió la boca riendo, como si hubiera dicho un secreto muy malo. -¿Es podque son hermanos?- ahora había sido Harry quien coloreó su rostro mientras Louis reía.

-No somos hermanos, Tom.- dijo Louis viendo que Harry no iba a responder nada.- Somos... amigos.-finalizó. 

 Ambos se sonrieron cómplices y graciosos, pero en su interior, un tanto nerviosos, esperaban que Tom no se atreviera a expresar aquellas preguntas con sus padres presentes porque sería incómodo y porque no sería igual de fácil engañar a dos adultos que a un niño de tres años.