|3|

114 14 1
                                    

Al abrir la puerta no se esperaba en absoluto ver a la persona parada del otro lado. Alzó una ceja y torció los labios en una mueca de fastidio. El chico le devolvió la mirada sin la más mínima mutación.

--Mayuzumi-san, buenas tardes --saludó antes de extender una caja de cartón --. Vine a traerle esto a Akashi-kun. ¿Está en casa?

Chihiro esperó unos segundos bastante largos a que el peliceleste le dijese que bromeaba, que obviamente sabía que Akashi no se encontraba allí, ni siquiera en el país. Pero no pasó. Entonces se preguntó si su novio decidió simplemente desaparecer sin comentar nada a sus amigos. Y se preguntó también si se suponía que debía decirlo.

Tomó la caja de las manos de Kuroko Tetsuya y suspiró negando con la cabeza.

--Él se fue --murmuró.

--Oh, ¿volverá pronto?

--Claro, como en seis meses.

--Hablo enserio, Mayuzumi-san --le vio rodar los ojos.

--También yo --dijo y le cerró la puerta en la cara.

Caminó hasta su cuarto para dejar la caja junto al armario. Por curiosidad, y puro aburrimiento, la abrió para revisar el contenido: un par de libros, unas fotos y una caja más pequeña la cual contenía ligas y ebillas para el cabello además de un botón color negro. Akashi solía compartir departamento con Kuroko apenas se mudó a Tokio para estudiar, y luego se mudó con él un año después. Kuroko debió encontrar la caja tras una profunda limpieza.

Las fotos eran de la preparatoria, del equipo de baloncesto para ser exactos. Se veían realmente jóvenes. Él no conservaba recuerdos de esa época porque no le gustaba acumular recuerdos de sus días escolares. No obstante, existía una única excepción en su móvil de la que nadie tenía conocimiento y esperaba se mantuviese así.

Una foto de Seijūrõ jugando baloncesto.

No estaba muy seguro de lo que pensaba en ese momento como para obligarse a capturar esa imagen, pero ahí estaba.

Guardó las cosas de nuevo en la caja tras un suspiro cansino. Observó el botón hasta recordar de dónde provenía y lo guardó rápidamente.

"--Mayuzumi-san.

--¿Desde cuándo tanta formalidad?

Le vio sonreír levemente. Dio un vistazo alrededor sin querer ser atrapado por esos ojos escarlata una vez más.

--Felicidades por tu graduación --dijo suave pero firmemente dando dos pasos hacia él --. Harás falta en el equipo.

--Sabes que no --suspiró --. No puedo creer que su Majestad haya venido a despedirse de mí --se burló jugueteando con el tubo que contenía su diploma --. ¿Qué quieres?

--¿Por qué piensas que vengo a pedirte algo?

--Cada uno de nuestros encuentros fue para pedirme algo, ¿por qué sería diferente esta o alguna vez?

Asintió sin dejar esa sonrisa leve que lo hacía ver como un niño inocente que no ha hecho nada malo en toda su vida pero a la vez era capaz de destruirte si te metías con él.

--Tienes razón --la distancia se acortó más --. Quiero el segundo botón de tu uniforme.

Chihiro alzó ambas cejas sin decir una palabra. Para nada su corazón se detuvo una milésima de segundo. Chasqueó la lengua y se lo dio sin más.

--Muchas gracias.

--Lo que sea."

jet lagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora