--Bienvenido.
Seijūrõ sintió un entusiasmo anormal al atravesar la puerta del departamento que compartía con Chihiro, arrastrando sus maletas y un terrible agotamiento producto del viaje.
--Estoy en casa --dijo con una sonrisa.
Si bien estaba acostumbrado a viajar por largos períodos de tiempo, desde que se mudó con su novio tomó la decisión de disminuir la cantidad de días fuera de casa, porque se había vuelto particularmente difícil para él abandonar aquel confortable lugar que fueron construyendo juntos, y por supuesto también alejarse de Chihiro.
--Estoy muerto pero te dejaré ducharte primero --habló Chihiro quitándose los zapatos y quejándose de lo cansado que estaba --. Oh, ahí estás.
Seijūrõ alzó la cabeza topandose con la imagen de su novio tomando en brazos un gato calicó que, hasta ese momento, solamente conocía por fotos y videos. El felino maullaba en respuesta a lo que Chihiro le decía y disfrutaba de las caricias mientras le olfateaba la ropa. Un ligero suspiro escapó de sus labios pues si por alguna razón no le agradaba al animalito, las cosas se pondrían bastante incómodas. Chihiro volteó a verlo con una pequeña sonrisa antes de acercarse con el gato, el cual finalmente se percató de su presencia.
--Yuyu, esta es la persona de la que te estuve advirtiendo.
--...¿crees que se ponga nervioso si me acerco? --preguntó ignorando las palabras de su novio.
El gato lo miraba atentamente.
--Mientras no seas brusco creo que estará bien --respondió sin detener sus caricias. Seijūrõ comenzaba a envidiar al felino por la atención que recibía.
Sin decir nada más, alzó su dedo extendido hasta la altura de la nariz del gato. Había leído que era la mejor manera de presentarse a uno por primera vez, permitir que le olfatease e identificara en lugar de lanzarse a acariciarlo directamente. Los ojos de Chihiro reflejaban lo divertida que le resultaba la situación.
El gato pareció aprobar a Seijūrõ quien se tensó cuando empezó a restregar su carita contra su dedo. Inmediatamente dio un paso atrás y Chihiro carraspeó antes de por fin bajar al animalito.
--Es suficiente por hoy --dijo --. Te acostumbrarás con el tiempo. Es adorable, ¿no crees?
Seijūrõ le lanzó una mirada afilada a su novio que se suavizó considerablemente cuando éste, suspirando, se acercó hasta su rostro para depositar un beso en su mejilla. Seis meses sin contacto físico entre ellos calaron fuerte, por momentos se cuestionaba cómo pudo sobrevivir sin las ocasionales caricias de su novio.
--¿No vas a decirme que soy más adorable?
--Claro que no.
Verdaderamente, era bueno estar en casa.
(...)
A punto de entrar al baño para ducharse, la voz de Chihiro lo detuvo.
--No pienso cocinarte hoy, pediré a domicilio --dijo en medio de un bostezo. Seijūrõ asintió --. Ah, tu regalo está sobre la cama.
Entonces de eso se trataba. No quiso tocar la bolsa al notarla tras buscarse ropa limpia, creyó que a lo mejor era algo que Chihiro había comprado para sí. Una nueva sonrisita asomó a sus labios provocando exasperación en su persona favorita.
--Creí que tu visita a Nueva York era mi regalo de cumpleaños, y resulta que hay más --comentó mientras se adentraba en el baño --. Te lo agradezco, Chihiro.
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jet lag
Fiksi PenggemarDonde Akashi y Mayuzumi están en una relación a distancia con doce horas de diferencia entre ambos. [MayuAka]