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Me despedía de mis padres con mi mano yendo en el carruaje de los sharpe a la Mansión señorial, ellos parecían serios mientras yo hablaba con el arreador de los caballos y disfrutaba del paisaje, era primavera así que el paisaje era hermoso pero cambio repentinamente a uno aunque fértil se veía triste, las flores se veían decaídas como si se maldijeran por estar allí a pesar de ser hermosas. Últimamente Lucille tiene comportamientos posesivos por los que decidimos ir un tiempo allá
-Llegamos – Dijo Lucille y tomo mi mano pero yo sonreí pues me había asustada por estar distraída en el paisaje. Entramos a la casa pero se había deteriorado mucho, era muy frió y el techo había colapsado, seguramente por humedad
-No sabía que se encontraba en este estado – Miro Thomas impresionado, bajo la mirada triste y negó, comprendo porque se siente así pero no debe sentirse mal
-Wow me costara trabajo, si señor – Di una vuelta en mi lugar y quise correr al salón del piano pero me tropecé con madera que estaba en el piso cayéndome de frente y dándome en la cara
-Por dios, Isabella – Thomas me ayudo a levantarme y sonreí pero de inmediato la sangre empezó a gotear de mi nariz – Mantén la cabeza en alto, ven – Me llevo a algún lugar de la planta baja y abrió una lave del agua – Enjuágate, traeré una toalla
Baje la mirada y mire sangre salir de la tubería, me hice para atrás para que no manchara mi vestido y poco a poco se fue aclarando, tonta es arcilla no olvides que esta es una mina, me lave la cara y sentí como tomaban mi cintura
-Aquí tienes – Me dio la toalla y Lucille llego con una pomada
-Déjame ver – Tomo mi rostro y me incomodo mirarla acariciar mi nariz tan entrada en ello, tomo un poco de bálsamo y lo unto
-Lucille, creo que será mejor que descanse
-Ay por favor Thomas, no puedes hablar enserio nada más me pegue en la nariz, no sabes las veces que de verdad me he lastimado en la tintorería – Me mire al espejo y termine de untar, Salí del baño y me puse abajo del hueco en el techo para después mirarlo – Aun podemos repararlo, no tendremos que cambiar todo el techo
-Querida, no te hemos traído a eso - Comento Lucille
-Si me alcanzan les daré un premio – Corrí las escaleras y empecé a subir hasta llegar al cuarto de niños el cual también se veía desgastado y triste, a decir verdad ese cuarto siempre fue triste
-¿No puedes estar quieta verdad? – Pregunto Thomas llegando a mi lado agitado
-Solo cuando leo ¿Y Lucille?
-Abajo, está guardando los víveres que trajimos – Suspiro y miro el cuarto – Lo detesto
-Yo no – Me miro y yo rose mi mano en las paredes – Aquí solía jugar contigo y Lucille, no podría odiarlo – Lo mire e imite su cara seria para después reírme – Vamos quita esa cara – Se rió, no puedo creer que sea tan guapo, de todos los nobles que me podía enamorar, fue el, maldición
-Tienes razón – Acomodo un mechón de mi cabello detrás de mí oreja y sonrió, pero puedo notar su mirada triste y melancólica, quisiera poder desvanecer esa pena de sus ojos, aun puedo recordar cuando éramos pequeños, Lucille siempre nos decía lo únicos y perfectos que éramos
-Jamás entre a la habitación de piano, quisiera hacerlo
-Lo harás – Sus ojos por un instante cambiaron y mire sorprendida para después sonreír, acaricio mi rostro y suspire para cerrar los ojos, tome su mano y lo mire
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La Cumbre Escarlata (El juguete de los Sharpe)
Romance¿Que pasaría si Lucille amara a una mujer tanto como adora a su hermano? Una mujer que por ingenuidad se metió a ese mundo de muerte y miedo ¿Podrá soportar alguien que vivió llena de amor un infierno así? Basada en la película del director Guiller...