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Jungkook 10

TaeHyung 11

Los años seguían pasando y con ello su crecimiento se hacía más notorio. TaeHyung seguía siendo un niño de facciones y cuerpo fino, pero su figura se notaba un poquito más esbelta, con sus cabellos dorados en ondas que lo hacían ver más adorable. Luego estaba el pequeño Jungkook que seguía casi igual, sólo unos centímetros más alto, pero de ahí, seguía siendo flacucho y sin dotes que se esperan de un alfa.

Los niños de su edad y de su mismo rango, estaban presentado los ligeros cambios que a su jerarquía respecta. Niños más altos de lo común, con sus pequeños cuerpos empezando a experimentar los cambios de un alfa. Todos menos el chiquillo de melena negra con tonos rojo oscuro en las raíces.

Jungkook fingía que no le importaba, pero en el fondo estaba esa preocupación de ser un inútil que no merece pertenecer a la jerarquía alfa. Era el único hasta el momento de no experimentar ningún cambio, y con eso arraigaba a más burlas contra su persona. Sus padres le habían dicho que estaba bien, que no todos los niños experimentarán los cambios al mismo tiempo, que sólo debía ser paciente, pero por mucho que comprenda eso, sigue afectándole en el interior, que sea el único al que no le pase lo normal que sucede en los otros.

TaeHyung le había apoyado y dicho que estaba bien, que él siempre lo querría sin importar si tardase en ser un alfa.

Eso le había hecho sonreír, pero a la misma vez sobreponía presión en él, ya que, aquellas palabras dichas tiempo atrás, no se borraron de su memoria y en el fondo sí quiere ser un alfa digno del de cabellos dorados.

Sentía pánico, pues TaeHyung ya no iba a las doctrinas, ya había cumplido la edad límite y su periodo se había acabado, ahora estaba empezando a lidiar con la práctica de lo que un omega en verdad es y hace. 

Lo extrañaba, ya no tenía ninguna compañía en las doctrinas y las burlas continuaban, aunque esto último, no se lo había mencionado al pequeño TaeHyung, no quería preocuparle y mucho menos que tratara de defenderlo, él podía soportarlo.

La doctrina había terminado y casi corrió rumbo al bosque, en busca de su lugar especial. Habían pedido permiso y TaeHyung lo esperaría en aquel lugar, con la primera comida hecha por el omega, bueno, parte de lo hecho por él, ya que apenas y empezaban a enseñarle. Pero el detalle era que probaría lo primero que se le enseñó. 

Corriendo lo más rápido que pudo, llegó al lugar, encontrando una manta sobre el pasto y pequeños contenidos con comida, siendo un pequeño omega de cabellos dorados el que terminaba de colocar las cosas, dándole la espalda y sin aún percatarse de su presencia. El pequeño alfa sonrió y cauteloso terminó de acercarse y tapó los ojitos del contrario.

—¿Quién soy? —suelta torpemente, sabiendo que el pequeño adivinará de inmediato, por su voz y aroma.

—¡Googie! —salta de su lugar, quitando las manos del alfa y dando la vuelta para tirarse sobre el menudo cuerpo de Jungkook quien gustoso lo recibió. 

Cabe recalcar que el vocabulario de TaeHyung mejoró de gran manera, aún hay palabras que le cuesta pronunciar bien, pero su léxico mejoró. En cuanto a la acotación del nombre del pequeño alfa, encontró esa manera de llamarlo, decía que era tierna y quedaba bien con el aspecto del menor. La pronunciación no estaba mal del todo, sólo era romanización y cómo para el omega era lindo llamarlo así, se había acostumbrado, más como se escuchaba salir de los labios del de dorados cabellos, era hermoso y tierno a ojos del alfa.

El omega se separó de él y emocionado empezó a decirle lo mucho que le había costado traer toda la comida, y lo peor, fue un martirio su primera clase de cocina, le hizo saber que no esperara mucho del platillo hecho por él mismo, ya que creía que no tenía un buen sabor. Jungkook emocionado se apresuró a probar y disimular un poco en el sabor en la comida, no estaba mal del todo, sólo tenía un sabor ahumado, como si se le hubiera intentado quemar.

Perfect |KookV| (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora