Bu Wang - Mo Dao Zu Shi

Capítulo 8

XuanYu salió de su dormitorio en dirección al desayuno y luego iría a las lecturas matutinas, no le había costado adaptarse a la estricta rutina de la secta Lan. Y aunque se levantaba a las cinco como todos los demás, no era capaz de dormirse a las nueve. "Ya no está mi ge para que me canté... ¿cómo estará?" Porque si, Mo XuanYu ya no podía conciliar el sueño sin ser arrullado por la suave voz de Wuxian.

― Buenos días XuanYu, ¿cómo amaneciste? ― le pregunto Sizhui, uniéndose a su caminar.

― Muy bien ¿Y tú Sizhui? ― se había vuelto cercano a esos jóvenes.

Siguieron conversando como usualmente lo hacían hasta que se les agrego JingYi y el tono paso de ser cortés y ligero, a uno más animado y ruidoso, claro que rozando lo permitido en las reglas. Comieron su desayuno en silencio y XuanYu extraño los días en que solo comía pescado asado y bayas, ahora con la comida sin especias ni sabor perceptible fuera del medicinal, solo podía suspirar por no apreciar lo bueno que una vez tuvo.

Por lo que había podido notar, su cultivo había aumentado y tenía más control sobre su flujo de energía. Al salir de la clase de ética y moral, los tres jóvenes se fueron a alimentar a los conejos de Lan WangJi, que había estado ocupado ayudando a Lan Qiren pues su hermano había ido a Lanling Jin.

Hēi yuè se había vuelto igual de cercano a Mo XuanYu de lo que era con Sizhui. Se dejaba acariciar, mimar y alimentar solo por ellos dos y por Lan WangJi. JingYi tenía algo de celos por eso, no entendía que era lo que la pequeña bola de pelo veía de mal en él.

― Sigo sin saber porque me odia tanto ― dijo con un puchero.

― No creó que Hēi yuè te odie ― trato de consolarlo el de rojo.

― Mn. No es tu culpa, quizás usas demasiada fuerza para tomarlos. Tienes que tener más delicadeza, los consejos son criaturas frágiles ― le aconsejo Sizhui mientras acariciaba al pequeño negro en su regazo.

JingYi se quejo y su puchero se hizo más grande, cosa que sacó una risa de sus amigos. Habían alimentado a todos y ahora estaban descansando en el pasto, rodeados de esas bolas de pelos tan adorables. Faltaba poco para que tuvieran que volver a sus clases, XuanYu estaba ansioso de poder volver pronto y mostrarle sus resultados a Sheng-ge.

― Mayor Sheng debe de extrañarte, por lo que nos contaste, ustedes siempre estaban juntos ― comentó el JingYi.

― Mn. Yo igual lo extraño mucho ― su rostro se vio algo afligido. Los Lan se extrañaron de esto, así que le preguntaron si tenía alguna preocupación ― Sheng-ge es alguien muy amable, pero muy frágil también... es esa clase de persona a la que debes de estar atento constantemente porque en cualquier momento, se puede romper ― su voz se apagó con las últimas palabras.

Los jóvenes se miraron sin saber que decir, habían sentido cierta afección al mayor, les recordaba en cierta forma a Hēi yuè y por ello les nacía un deseo de querer cuidarlo, tal y como lo hacían con esos pequeños. Ambos querían ayudar a su amigo, así que le pidieron si podía contarles más sobre el Mayor Sheng y así pasaron su tiempo antes de tener que volver a clases.

(...)

Wei Wuxian sentía sus ojos pesados, le dolía la cabeza y su garganta estaba seca. Escucho a su alrededor voces y les prestó atención.

"¿Cuánto tiempo?" dijo una voz grave "Meses" le respondió otra más aguda, eran dos personas las que hablaban.
"Bien, cuida de él. Iré al campo de entrenamiento", "Dile a Xiu que venga"
"Ya estoy aquí" una tercera se unió, escucho la puerta cerrarse y se atrevió a abrir un poco los ojos, la luz lo cegaba.