Capítulo 16

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Habían pasado unos cuantos minutos en los que algunos cultivadores seguían nombrando supuestas cosas que el Patriarca Yiling había hecho y aunque algunas eran verdad, Wei Wuxian no podía dejar de pensar en lo que ellos le hicieron a los Wens y como, aun así seguían ahí, vivos, mientras que su familia estaba ya muerta hace mucho. Y ahora estaba allí, escuchando como el líder de Secta Yao proclamaba que siempre lo enfrentaría por la "Justicia" y otros se unían a su llamado.

Porque a ojos de todos, lo que sucedía era eso. Una lucha por los justos y correctos en contra de los malvados e incorrectos.

Pensándolo bien, sus rostros eran iguales a los de esa vez en Ciudad Sin Noche, algunos seguían vivos desde de aquella vez y otros eran sus descendientes pero eran "personas de justicia" con las mismas creencias que ellos.

― Las deudas de sangre que debes a tres mil personas nunca se pagarán, ¡ni siquiera si mueres un millón de veces! ― dijo una voz desde el grupo de cultivadores.

― ¿Tres mil personas? ― interrumpió Mo XuanYu.

― Si había tres mil personas esa noche también los líderes de secta y muchas de sus élites ― le respondió Wuxian.

― Y con todos ellos presentes, ¿dicen que mataste a las tres mil personas? ¿Están pensando demasiado bien de ti o menospreciando a su gente? ― comento irónico XuanYu y de fondo se oyeron unas risas juveniles, Sizhui tuvo que callarlas con un pisotón.

― ¿Qué crees que estamos hablando aquí? ¿Cómo podría haber negociaciones para deudas de sangre? ― reanudo su habla el anterior cultivador furioso, mirando amenazante al joven de negro.

― No quiero negociar deudas de sangre ― interrumpió el nigromante ― acepto toda la culpa por las muertes que haya causado sin embargo no tomare la responsabilidad de cargos ni dejare que se dupliquen por palabras de otros. No aceptaré lo que NO hice ― hizo énfasis en su negativa y tomo una profunda respiración. Estaba tan cansado.

("Quizá debería ir y tirarme al estanque de sangre y acabar con todo esto...")

― ¿Qué hay allí que no hayas hecho? ― pregunto otro.

― Yo no fui quien separo a ChiFeng-Zun. No obligue a Madame Jin a quitarse la vida. Y tampoco controlo a los cadáveres de allá fuera ― siguió respondiendo, su voz un poco ronca.

Su She sonrió con suficiencia y habló en un volumen alto.

― Patriarca Yiling, siempre he escuchado que eres arrogante, pero ahora eres tan humilde. Si no es así, realmente no puedo pensar en nadie en este mundo que pueda controlar tantos cadáveres feroces y que nos den una pelea tan buena ―

― Cualquiera con el Sello del Tigre Estigio es capaz de hacerlo ― carraspeo al acabar su frase.

― ¿Y no era ese uno de tus inventos? ― Su She continúo pensando en que se encontraba nervioso.

("¿Seguirá preguntado idioteces? Dioses... No puedo lanzarme al estanque, Lan Zhan y A-Yu quedarían desprotegidos ahora que los asocian conmigo")

― Pues es momento de preguntarse quién lo atesora tanto. Es como Wen Ning, que estuvo muerto por trece años en la superficie por miedo de las sectas. Que raro que este aquí entonces. ¿Quién fue el que dijo que sus cenizas habían sido esparcidas en ese tiempo? ― paso saliva por su raspada garganta.

Automáticamente todos miraron a los discípulos de la Secta Jin, después de todo fue su líder el que proclamo a los cuatro vientos que los líderes Wen habían sido quemados. Su She lo acuso de inventar historias pero fue ignorado por los sonidos provenientes del bosque. Con rapidez el grupo se dividió en dos, una mitad se fue a enfrentar a los cadáveres y la otra siguió apuntando sus espadas al malvado hombre. Pero lidiar con grandes grupos de cadáveres nunca fue fácil y pronto nadie tuvo tiempo libre para preocuparse por lo que sucedía.

Bu Wang - Mo Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora