≈Capítulo 28≈

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Han pasado varios días desde que regrese al campamento, pero Nico no se quedó ni una sola hora. Después de que salimos del laberinto con ayuda del desgraciado de Minos, que lo hizo a regañadientes Nico volvió a irse mientras Quirón y Quintus me pedían el informe de lo que habíamos vivido allá abajo.

Después de explicar todo y de aclararle a Enebro que Grover estaba bien y vivo todo parecía normal hasta aquel día en las noticias.

El monte Saint Helens, con una gran columna de fuego y cenizas elevándose hacia el cielo

—«Todavía se ignora si podrían producirse nuevas erupciones —decía el locutor—. Las autoridades han ordenado la evacuación de casi medio millón de personas como medida de precaución. Entretanto, las cenizas han llegado a caer en puntos tan alejados como el lago Tahoe o Vancouver, y el área entera del monte Saint Helens ha sido cerrada al tráfico en un radio de ciento cincuenta kilómetros. Aunque no se ha informado de ninguna víctima mortal, entre los daños se incluyen...»

—Por que siento que esto tiene que ver con Percy.

Quirón estaba atento a lo que escuchaba del reportaje.

—No lo se, Andy—dijo—, pero siendo así...espero que estén bien

—Ay, Dioses.

*****

—¡Annabeth!

Corrí a abrazarla, ella me devolvió el abrazo algo desganado. Busque con la mirada a mi hermano pero no lo ví por ningún lado, mi mirada busco la de Annabeth, pero ella no estaba en si.

—Annie, ¿Donde esta mi hermano?

—Andy, el monte Saint Helens explotó...y Percy...

Mis rodillas se doblaron involuntariamente haciéndome caer al piso.

“—...no entiendo tu dolor, pero te aseguro que si un día mi hermano llegase a morir...yo moriría con el—

Me faltaba el aire, la vista se me nublo, y lo único que supe después es que todo estaba oscuro.

Desperté en la enfermería donde me observaban Annabeth y Will.

—Andy, ¿Como te sientes?

—Dime que no es cierto—mi vista se dirigió directamente a Annabeth.—. Annabeth...¡Annabeth!

—Lo lamento, trate de encontrarlo pero no pude, Hefesto no sabía...

—¡Dejaste solo a mi hermano!—grite tratando de levantarme pero Will prácticamente no me dejaba—...¿Ahora que le diré a mi madre?...¿Ahora que haré?

—Andy, lo siento mucho—sus ojos demostraban pena y dolor—, hoy se quemara el Sudario de Percy...

—¿Cuánto me desmaye?

—Una semana...—dijo Will dejandome—, fue una noticia demasiado shockante que te dejo inconsciente una semana...

—Dale una semana más...—dije—, dile a Quirón que solo de una semana más...mi hermano no puede estar muerto

Mi voz temblaba al solo pronunciar esa palabra.

—Percy no puede estar muerto, Annabeth. El no me dejaría así...el no me abandonaría.

Los Hermanos Jackson Y La Batalla Del Laberinto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora