Mientras mi hermano se perdía por ahí fui a caminar sola por ahí hasta llegar a él bosque, necesitaba relajarme el asunto del Laberinto me tiene algo fastidiada y junto con el tema de Nico menos me consuela. Suspiré cuando me quedé quieta en mi lugar.
—Andy—susurró una voz femenina.
Enebro se asomó entre los arbustos. Era curioso cómo se volvía casi invisible cuando estaba rodeada de plantas. Me indicó por señas que me acercara con urgencia. Hace tiempo que no hablábamos ella y yo, desde que llegué este verano.
—Hola, Enebro—le saludé
—Tengo mucho que contarte—me sonrió
Le devolví la sonrisa y ella me abrazo. Le devolví el gesto, olía a árbol.
—Apuesto a que me extrañaste—me burle.
—Por supuesto—se separo de mi—, han pasado muchas cosas
—Si—suspire—, como que mi mejor amiga sale con el mejor amigo de mi hermano
Mi sarcasmo enserio me encanta. Lo había empezado a desarrollar en el primer verano aquí junto a Annabeth.
—Oh, bueno...—su risa soñadora me hizo ver que enserio estaba enamorada—, Grover es un buen chico y la verdad es que me a llegado a cautivar.
—Eso no tiene nada que ver con qué no me lo dijeras en cuanto se declaró, Enebro.
Creo que estaba excediendo mis prioridades de mejor amiga pero enserio, yo le confío hasta mi vida y le cuento de ella, ¿Tendrá otra mejor amiga? ¿Un arbusto?
—Lo sé—me miró sería—, pero están teniendo una vida mortal fuera del campamento
—Eso es en parte cierto—murmuré—, pero aún fuera del campamento mi mejor amiga eres tú y desde ahora quiero que me cuentes todo.
Ella me vió divertida pero podía ver cómo en su cabeza rojiza hacia click en algo y su expresión se volvió sería.
—¡Oh, Dioses!—exclamo—Tenía intención de contarles a ti y a Percy, pero él estaba delante.
—¿Quién?
—El instructor de espada —dijo—. Estuvo fisgoneando por las rocas.
—¿Quintus? ¿Cuándo?
—No sé. Yo no me fijo mucho en el tiempo. Tal vez fue hace una semana, cuando se presentó aquí por primera vez.
—Pero ¿qué hacía? ¿Llegó a entrar?
—No... no estoy segura. Me da escalofríos, Andy. Ni siquiera lo vi llegar al claro. De repente, estaba allí. Tienes que decirles a Grover y Percy que es demasiado peligroso...
—¿Enebro? —Era Grover quien la llamaba—. ¿Dónde te has metido?
Ella suspiró.
—Será mejor que me vaya. Recuerda lo que te he dicho. ¡No te fíes de ese hombre!
Regresó al ruedo corriendo.
Yo miré la Casa Grande, más inquieta que nunca. Si Quintus andaba tramando algo... Necesitaba conocer la opinión de Annabeth y de mi hermano. Quizá ellos supieran cómo interpretar lo que Enebro acababa de revelarme. Pero ¿dónde demonios estaban? Pasara lo que pasara con el Oráculo, no sabía dónde se habían metido esos dos.
Baje corriendo directo a la Casa Grande, quizá mi hermano se encontrará allí. Había muchas cosas pasando por mi cabeza primero el tema de Nico, si había una entrada al Laberinto el pudo haber salido por ahí y si ¿Luke lo atrapa en el Laberinto?, Seguro no tardará en lavarle el cerebro con esas ideas. Y ahora el nuevo Instructor de Espada, Quintus no era una persona de confianza y eso lo ví el primer día que nos vimos. Corri directo chocando de vez en cuando con unos campistas.
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Los Hermanos Jackson Y La Batalla Del Laberinto.
Fiksi PenggemarLlevando ya tres veranos como hijos de Poseidón los hermanos Jackson; Percy y Andy siguen con sus aventuras. Después de salvar a Artemisa y Annabeth además de haber conocido a los hermanos Di Angelo ahora la cosa se pone sería. Cronos el Titán del t...