» Rosa del dulce «

70 6 12
                                    

Debía preguntarse por enésima vez "¿Por qué?"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Debía preguntarse por enésima vez "¿Por qué?". Solo queriendo averiguar la razón de estar haciendo tal cosa y entender sus acciones. Claro, su corazón no le permitía sentir otra cosa que no fuese benevolencia por aquellos desamparados, pero... Pero...

¿¡Por qué ahora estaba cargando a Dareki para llevarla a B-Pit!?

No solo eso, ¡tenía las intenciones de ayudarla! ¡Ella ni siquiera se merecía respirar el mismo aire que él! Todo pasó muy rápido, nada más verla en medio de un callejón, no pudo resistirse en auxiliarla. A veces no soportaba su amabilidad del pueblo Koma, que ahora lo hacía sentir empatía por ella.

Y la lluvia no cedía aunque los pasos de Gingka se volvieron más rápidos, una vez vio que el clima no estaría a su favor nuevamente. A pesar de todo, debía considerar el estado moribundo de la chica en sus brazos; estaba sudando, emanando mucho calor y su cuerpo podía ser arrastrado por el aire en cuanto él decidiera soltarla. No debía ser médico para saberlo; enfermó gracias a los días lluviosos constantes.

Debí pensar esto mejor —se dijo en su mente. Y con mucha razón, el tiempo no iba a perecer ni con la pelinegra muerta en brazos.

Aunque ya no podría arrepentirse estando en las calles, casi corriendo, con lo que llegaba a confundirse con un cadáver. En fin, hizo cosas más locas en su pasado. Menos mal no había tanta gente que lo veía raro.

Ahora que lo pensaba, si Dareki llegó a la ciudad, eso quería decir que también los otros dos estaban cerca ¿o sí? Después de tantos actos malvados de ellos, no vio indicios de los chicos antes de que ella estuviese a punto de colapsar. ¿Dónde fueron? ¿Qué hacía la jovencita sola y tirada tal cual trapo sucio? Demasiadas preguntas y ni lograba responderse por qué seguía con ganas de ayudarla.

—Cada vez que apareces me haces dudar de todo, Dareki —pensó más para él que para cualquier otro. En una sonrisa amarga, miró a la mencionada, quien en segundos iba a terminar en coma si no recibía tratamiento.

Y se sentía algo culpable, ya que le inquietaba más el hecho de tener a Kuroi paseando los mismos suelos que él. Ese tipo... Recordaba su poder como si los dos años jamás pasaron. Esa energía, su mirada. Esos pocos segundos en donde conoció su verdadero ser, poseían un primer puesto en sus recuerdos por si necesitara rememorar las prioridades de ser héroe.

Cualquier duda se la guardaría hasta que Dareki pudiera ser quien las aclare. Pero una leve sospecha le comía la mente desde entonces, y ahora que conocía los antecedentes del Rey Hades, podía espetar con confianza que ese muchacho y Némesis tenían conexión.

Su vivencia de aquella vez era lo que sostenía ese dilema, eso, y el claro miedo que le dio al sentir como el mundo llegaría a estar bajo la mirada en carmesí de Kuroi.

Su vivencia de aquella vez era lo que sostenía ese dilema, eso, y el claro miedo que le dio al sentir como el mundo llegaría a estar bajo la mirada en carmesí de Kuroi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Arcoíris Sin ColorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora