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Sakura no pudo aguantar y vomitó. Tan solo estar cerca de ese chakra era agotador y te hacía sentirte tan mal como un enfermo. Aún tenía la respiración agitada y su cuerpo estaba temblando. Ya era de noche así que no habían tantas personas cerca de donde ella se encontraba. Estaba atónita mirando al suelo, sus pensamientos eran un lío. ¿Yukki? ¿Yukki era el que había ocasionado lo del pequeño pueblo en la aldea escondida entre la lluvia? Definitivamente no era el padre de Hiro, pero ¿a qué se refería con lagartija sin un brazo?

— Sakura... —escuchó la voz calmada de Sasuke llamándola. Sin duda estaba tan agradecida de escucharlo— ¿Qué ocurrió?

— Debemos irnos, ahora... —susurró Sakura intentando ponerse de pie pero sus piernas temblaban tanto que se estrellaba de nuevo en el suelo. Sasuke al verla de esa forma sintió como su corazón se encogió. ¿Qué era lo que le había pasado a Sakura para que estuviera tan vulnerable frente a todos? La tomó del brazo derecho y de lo paso por el cuello para ayudarla a ponerse de pie y caminar.

— No tienes que hacerlo sola. —susurró Sasuke y caminaron hasta una posada un poco lejana.
En la cabeza de Sakura seguían esas palabras tan pesadas de aquel tipo. Esa advertencia no le gustaba en absoluto, tal vez no le hubiera temido de no ser por ese chakra amenazador que tenía consigo.
Sasuke recostó a Sakura en el futón de su nueva habitación y se sentó a su lado.

— ¿Puedes decirme qué ocurrió? —preguntó Sasuke inquieto.

— Yo... Sentí un chakra muy denso, nunca en mi vida había sentido algo tan amenazador.

— Yo también lo sentí, parece que estaba cerca de este pueblo. —aportó Sasuke.

— Me topé con él... Con ese tipo. —dijo casi inaudible. Sasuke notó la gran angustia que se formaba en la mirada de Sakura, al igual que el miedo—. Él habló conmigo...

— ¿Qué te dijo? —Sasuke tomó la mano de Sakura.

— Dijo que yo no era necesaria para él justo ahora, pero que cuando llegara el momento vendría a buscarme... —dijo Sakura mirando a Sasuke, quién parecía estar furioso en ese momento—. También me dio una advertencia. No quiere que nadie interfiera cuando él venga a buscarme... Si solo una persona se mete en su camino, matara a todas las personas importantes para mí. —una lágrima rodó por la mejilla de Sakura, eso fue el detonante para que Sasuke se pusiera de pie y golpeara la pared enfrente de él y la rompiera. Sakura no tenía fuerzas para calmarlo, ella misma estaba siendo consumida por el miedo, mientras que Sasuke por el enojo.

— Maldito... ¡Maldito! ¡Voy a matarlo antes que si quiera intenté tocarte! —gritó molesto.
Eso era lo que les esperaba, un destino insoportable. Sakura ya estaba consciente de que algo malo pudiera pasar, pero esto era mucho peor.

— Te dije que no había futuro a mi lado, Sasuke. Yo creo que lo mejor sería que...

— No lo digas, Sakura. Entiende que yo te amo a ti y solo a ti, ¡Carajo! —dijo Sasuke eufórico. Sus pensamientos estaban en desorden y no entendía que era lo que debía hacer para proteger a Sakura. No podían contar con nadie porque todos podrían acabar muertos.

— ¡Y yo a ti, Sasuke! Pero definitivamente no quiero que te hagan daño... El problema soy yo. —dijo Sakura soltando más lágrimas.

— Pues estamos juntos en esto, los dos buscaremos una forma de evitar que todo ocurra. Los dos somos fuertes, podemos hacerlo. —dijo acercándose de nuevo a Sakura.

— No quiero que te lastimen, ni a ti ni a Naruto... —comenzó a llorar sin ocultar su dolor. Debía sincerarse con Sasuke y mostrarle como era el dolor que se albergaba en ella.

— Somos los alumnos de los legendarios sannin, no vamos a dejar que ese tipo nos intimide. —dijo tomando con cuidado la mejilla de Sakura, limpiando con su pulgar las lágrimas que caían.

— Tengo miedo... —susurró ella.

— Yo también, pero no debemos dejarnos vencer por el miedo, si lo hacemos no podremos proteger lo que queremos proteger. —dijo sonriendo. Sakura dejó de llorar solo al ver la sonrisa de Sasuke. No tiene muchos recuerdos de él sonriéndole, pero en este momento, la sonrisa de Sasuke era esperanza. Un recordatorio de que ahora no estaba sola. Sasuke se acercó a ella y la besó. Después de ese beso apasionado, Sasuke se metió al futón con ella, y la noche que se había vuelto atemorizante se había vuelto segura. Ambos se unieron nuevamente y contemplaron las estrellas por la ventana de aquella habitación.

Claramente eso los había relajado un poco, pero todavía no podían bajar la guardía. Tenían que ser mucho las precavidos y tratar de ocultarse, volverse más fuertes y averiguar cosas sobre ese tal Yukki. ¿Quién era y qué quería de Sakura?
La mañana llegó rápidamente, pero Sakura no pudo pegar el ojo durante toda la noche, a demás de que Sasuke no dejaba que durmiera, cuando quería hacerlo no podía, esos pensamientos seguían en su cabeza.

— ¿No dormiste nada? —preguntó Sasuke aún acostado. Estaban en posición de cucharita, así que no podía ver la cara de Sakura.

— Nada. Espero no se te vuelva una costumbre. —ella rodó los ojos. Puedo escuchar una pequeña risa de Sasuke.

— Parece ser que lo estamos llevando bien... Me pregunto si Naruto también pasa por lo mismo.

— ¿Qué?

— Desear cada vez más...

— Baaka. Resultase incapaz de conformarte con una vez. —sonrió Sakura.

— Bueno sí, pero no puedo evitarlo, verte me provoca esa sensación, podría decir que todo el tiempo estoy pensando en eso. —al terminar su oración beso el cuello de Sakura lo que la hizo sobresaltarse un poco y sentarse en la cama.

— Debes aprender a controlar tus impulsos... —dijo Sakura nerviosa.

— Créeme que me estoy reteniendo.

— ¡Sasuke-kun! —le despeinó el cabello tapándole los ojos. Sasuke también se sentó junto a ella.

— Vaya... Que acaricies mi cabello es nuevo. —ella solo sonrió.

— Tu Sharingan aparece cuando estamos en medio de eso, parece ser que tienes muchas emociones intensas. —se burló Sakura.

— Algo así... No puedo controlarlo, pero así se puede ver mejor. —rió. Ambos parecían llevarse bien, estaban unidos de nuevo.

Caída En Picada. ●Sakura Haruno● |SasuSaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora