Always you

Capítulo 8

Aquellas fotos en los periódicos fueron meditadas. Sabíamos perfectamente que se tomaron con la intención de distorsionar la realidad. Y en verdad lo consiguieron. Si no hubiese sido porque yo era el que estaba allí, me habría creído todo lo que el artículo decía. Cuando lo leí completo me di cuenta de que no solo era un chisme. Aquel artículo era ofensivo, redactado por gente sin escrúpulos. Pero nada de lo que decía era cierto, y nosotros éramos los únicos que sabíamos la verdad.

- ¿Estás segura de esto? –pregunta Harry a su hermana

- Sí, creo que podré soportarlo –sonríe- Además, ya he hecho buenos amigos

Los tres estábamos junto al público esperando nuestra señal. Decidimos que así sería mejor para todos

- … y reitero las felicitaciones por ser electo como CEO por tercera vez consecutiva –continúa la presentadora- Le agradecemos mucho que haya aceptado hacer esta entrevista. Y también, bueno, como todos saben, hemos visto por estos días que su hijo se encuentra envuelto en algunos rumores junto a su compañero Caleb Johnston y usted nos ha pedido un espacio para aclarar toda esta situación cuando los implicados se niegan a hablar de ello. Déjeme decirle que hay muchos fans en todo el mundo que se encuentran desorientados asique le agradecemos su gesto hacia ellos y por supuesto hacia la imagen de su hijo.

- Sí, bueno no solo lo hago por él sino porque este es también un tema que me concierne

- ¿A qué se refiere?

- Bueno, antes de continuar me gustaría que dejara pasar aquí conmigo a unos invitados ¿Es posible?

- Si… por supuesto –dijo la presentadora un poco descolocada

Esa era nuestra señal. Nos levantamos juntos y fuimos en dirección al set. A medida que avanzábamos la gente nos iba reconociendo y comenzó el zumbido de las murmuraciones. Cuando la presentadora nos vio se quedó perpleja. Nos sentamos junto al señor Williams con Kylie en el centro.

- ¡Vaya! Esto ha sido toda una sorpresa. La verdad no contábamos con su presencia aquí

- Perdone pero no quisimos hacerlo público para evitar cualquier tipo de situación, y tampoco quería hablar de esto sin que ellos estuvieran presentes.

- Bueno chicos, pues muchas gracias por estar aquí esta noche.

- Gracias

- Muchas gracias

- Supongo que ellos no necesitan presentación: Harry Williams, mi hijo; Caleb Jonston, su compañero; y la chica que está entre ellos, la del escándalo… su nombre es Kylie… Kylie Williams, es mi hija

Automáticamente comenzaron las exclamaciones. Me recordó a una de esas tantas veces que los profesores ponía ejercicios en el pizarrón y decían "la respuesta es esta" y no entendíamos nada por lo que nos quedábamos como "¿Qué? ¿De qué está hablando?". La presentadora empalideció y todas las cámaras enfocaron a Kylie.

-¿Pero…? ¿Pero cómo es posible? –repetía la presentadora

- Si me permiten lo explicaré todo –dijo el señor Williams

El equipo de producción tuvo que pedirle al público que callara porque aún nadie asimilaba nada

- Conocía a la madre de Harry desde que éramos pequeños –comenzó- Nuestros padres eran socios de las empresas. Pasábamos mucho tiempo juntos pero sólo éramos amigos. No nos mirábamos con otros ojos y nunca lo hicimos. Cuando cumplimos los 18 años nuestros padres nos obligaron a casarnos para mantener fundidas las dos empresas. Eran otros tiempos, no teníamos otra opción asique lo hicimos. Estábamos bien, pero no éramos del todo felices. No había amor, solo éramos algo así como compañeros. A pesar de eso teníamos que dejar un heredero y tuvimos a Harry, cosa de la que no me arrepiento en lo absoluto –le sujetó la mano y lo miró lleno de orgullo- Lamentablemente ella falleció unas horas después del parto. Asique me quedé solo cuidando de él. Pero un par de años más tarde hicimos una colaboración con una empresa española. Nos debían enviar un agente con nosotros por dos años para que estuviera al frente de las negociaciones. Y resultó que el agente era la mujer más bella que había visto en mi vida. Su nombre era Emma. Para resumir, la amé. La amé tanto que nunca más volví a amar a ninguna otra. Cuidaba de Harry como si fuera su madre. Llegar a casa y verlos a ambos juntos era la mejor parte de mi día. Mi madre nunca estuvo de acuerdo con nuestra relación y cuando terminaron aquellos dos años y comprendió que ella no se iría comenzó a hacer miserable nuestra vida. Emma pasaba días llorando hasta que no pudo más y se marchó. La verdad, no la culpo. Me dejó la carta más triste, amorosa y melancólica que haya leído nunca. Yo no podía soportarlo. Sentía que me moría. Puse a medio mundo a buscarla pero nunca apareció. Supuse que se cambió de identidad porque sabía que iría a buscarla. Entonces Harry tenía cuatro años y cada tarde al llegar a mi casa me esperaba en la puerta y me hacía la misma pregunta: ¿Cuándo vuelve mamá? Aquello me destrozaba el corazón asique nunca paré de buscarla. Cada vez que me decían que encontraron a una mujer que podía ser ella, desaparecía. Así me pasé seis años hasta que un día dejaron de llegarme noticias de alguna posibilidad. Y hace casi dos meses ya, un amigo de aquella época me envió unas fotos de una chica que vio en la universidad donde había comenzado a trabajar. Y resulta que la chica era exactamente igual a ella. Aquello no tenía ningún sentido para mí. No podía ser ella, habían pasado veinte años. Asique mandé a que la investigaran, y descubrieron el nombre de sus parientes y no me sonaban de nada, pero cuando me dijeron su edad algo dentro de mí se removió. Coincidía, no podía ser casualidad. Mandé a que le hicieran un examen de ADN y como en efecto, se confirmó la paternidad. Y no lo pensé. Tomé el primer vuelo y fui a buscarla. Y aquí está –la tomó de las manos y sus ojos se humedecieron.