- ¡Pero estoy exhausto! –Tomy seguía quejándose
Y era cierto, todos estábamos a punto de colapsar. A penas bajamos del avión, nos obligaron a comenzar las prácticas. Estábamos en un punto en el que ya nos daba igual todo, cantábamos y bailábamos por inercia, al final mucho no podíamos hacer; eran inútiles las quejas. Pero Tomy no era así, cuando está cansado se molesta y no para de lloriquear; es como si fuera un bebé.
- ¿Cómo puedes decir que estás cansado? Estuviste cuatro días en casa –le recordó el coreógrafo
- Si claro, cuatro días –dijo rodando los ojos- Eso es si contamos el día que nos fuimos y el que regresamos ¡En realidad solo fueron dos! ¡Eso es un abuso!
- Demanda a Marcus –le susurró Tyler, sonriendo
- Aún no tengo 21 ¿Lo haces por mí?
- Venga Tomy, déjalo ya –le dije y me hizo un puchero- Terminemos con esto de una vez, de lo malo se sale rápido
- Pues llevamos tres horas en lo malo –dijo restregándose los ojos- Son las dos de la madrugada ¿Es que usted no tiene sentimientos? –se giró al coreógrafo
- Tenía sentimientos hasta que los conocí a ustedes –me eché a reír
- Eso es cruel –Tomy entrecerró los ojos y fingió estar ofendido
- Tranquilo Tomy, lo que pasa es que sigue resentido por aquella vez que lo metimos en el contenedor de basura –le dijo Tyler con una carcajada
- ¡Es verdad! Y luego vino Caleb y lo sacó –me hizo una mueca. Cierto, lo ayudé aquella vez, y ahora me estoy arrepintiendo- El pelo le estuvo oliendo a calabazas por dos semanas –se rieron
- Por eso no tengo sentimientos –dijo señalándolos con un dedo- Ustedes son unos alborotadores. Las fans los aman, pero obviamente es porque no tienen que vivir esto. Son unos chico guapos, cantan y bailan bien, pero son demasiado latosos y… no obedecen nunca
- Bueno, tampoco tanto. Mira que ahora estamos aquí y te hemos obedeciendo –se defendió Tyler
El coreógrafo levantó las cejas con su mejor expresión sarcástica de "¿En serio?" y señaló al otro lado del escenario. Cuando giramos nos dimos cuenta de que Christian y Harry estaban probablemente en el quinto sueño.
- ¡Buenos días bellos durmientes! –les gritó por el megáfono
Dieron un brinco y luego de deperezarse un poco, se levantaron y poco a poco fueron acercándose.
- Bien, empecemos de nuevo
- ¡Renuncio! –dijo Tomy desplomándose en el suelo
- No lo harás… arriba ¡Venga! Vuelvan a la parte donde bajan de las gradas del escenario
Levanté a Tomy del suelo y prácticamente lo tuve que arrastrar hasta arriba. Sinceramente se ponía muy gracioso cuando estaba así, me daba mucha ternura.
- Ya hasta olvidé la letra –dijo Harry tomando su lugar
- Invéntala –respondió el coreógrafo- Christian, hijo, ten cuidado cuando bajes. Si ya te caes de las gradas despierto y en pleno concierto, no me quiero imaginar ahora
- Gracias por recordármelo –puso una sonrisa falsa- ¿Fue en Francia, no?
- No, en Francia te caíste de la plataforma –le dijo Harry- Eso fue en Holanda
Da igual el sitio, al final siempre tiene algún accidente por culpa de sus pies enormes.
Nos hicieron practicar una y otra vez. El ensayo era un desastre. No había ser humano que aguantara eso. Íbamos de mal en peor.
- No, no, no –decía el coreógrafo- ¿Cuántas veces te lo voy a repetir Tomy? Son dos a la izquierda, paso, paso, y luego es que viene el giro ¿Tan difícil es?
- ¡Pues considerando que ahora mismo veo tu cara como si fuera una almohada, sí, es difícil!
Iba a responderle pero Marcus lo interrumpió- ¿Aún no terminas, Robert?
- Me falta detallar algo
- ¿Te molesta si me llevo a Caleb un segundo?
- No, está bien
¿Y ahora qué quiere él conmigo? Me ha ignorado todo este tiempo y de repente quiere verme. No hay quien lo entienda.
Lo seguí hasta que entramos al camerino. Cerró la puerta y me indicó que me sentara. Obedecí pero él solo entrelazó sus manos encima de la mesa y miraba fijamente al suelo.
Me estaba empezando a incomodar así que rompí su silencio.- ¿Y bien?
No respondió.
- ¿No dirás nada?
- Estoy… tratando de buscar las palabras correctas
¿Cuándo en la vida Marcus se ha medido tanto para hablar? Normalmente si tiene algo que decir lo suelta sin más.
- Caleb, tú…
- ¿Yo…?
- ¿A qué fuiste a la playa cuando estaban en casa? -soltó
Abrí los ojos- ¿Tú cómo sabes eso?
- Solo respóndeme –dijo negando con la cabeza
- Fui buscando a alguien
- A alguien –repitió- ¿Al mismo alguien al que golpeaste? –fue más una afirmación que una pregunta
- Bueno, sí –entrecerré los ojos- ¿Cómo supiste?
- ¿Por qué golpeaste a ese chico?
- No es asunto tuyo
- ¡Tú eres asunto mío! –alzo la voz por primera vez- ¡Desgraciadamente lo eres! –hizo una pausa- ¡Es que no puedo entenderlo! ¿Qué te ha pasado? Ya no te reconozco. Nunca me causaste problemas
- ¡Es que esto no es un problema! ¿A quién le importa?
- ¡Importa cuando existen fotos tuyas pegándole! –dijo golpeando duro la mesa- ¡Tuve que mover todos mis contactos para que las fotos no fueran publicadas y asegurarnos de que los testigos no dijeran nada! ¡Y todo por cuidar tu imagen!
- ¡Pues no lo hagas! ¿Te he pedido que lo hicieras? ¡No entiendo por qué te molesta tanto! –me levanté de la silla- Ese estúpido estaba detrás de Kylie y me estaba molestando, así que sí, lo golpee y lo volvería a hacer
- ¡Por Dios, Caleb! ¡Está en el hospital por tu culpa!
- Espera, espera, espera ¿A eso fuiste al hospital? –no dijo nada- No sé por qué lo haces... ¡Se merece estar ahí!
- ¡Puede ser, es un mal nacido pero no por eso tienes que dejarlo así! –se pasó las manos por la cabeza- ¡Maldición, sí, es un idiota!
- Es cierto, pero... ¿Tú cómo puedes saber eso?
- ¡Porque es mi hijo!

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Always you
أدب المراهقينCaleb Johnston era parte de la boy band más famosa de su tiempo. Tenía todo lo que una vez había soñado. Aferrado a sus recuerdos de la infancia, una muchacha misteriosa y una chica que aparece para alterar su vida pacífica, se ve envuelto en secret...