Capítulo 16

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Luego de subir al avión les hablé a los chicos de todo lo que Kylie me había contado. Ellos también merecían una explicación. Y lo entendieron, comprendieron cada detalle del asunto, pero Harry no quiso saber nada. Llevábamos una hora de vuelo y seguía con sus audífonos, sin querer hablar con nadie. Era un poco estúpido de su parte y como no quería ceder, yo me acerqué.

- Christian ¿me dejas tu sitio un momento?

- Vale, pero no peleen

Se levantó y se sentó más atrás con Tyler. Yo tomé su lugar pero Harry no se dio ni por enterado, o al menos lo fingió.

- Harry –lo llamé pero no me contestó- Harry… -volvió a ignorarme y le saqué los audífonos de un tirón- Te estoy hablando

- ¡¿Qué haces?! –dijo y se volvió a colocar los audífonos- Si no te respondo es porque no quiero hablar

- Sácate eso, sé que no estás escuchando música –dije conteniéndome un poco

- Lo malo de tener un mejor amigo es que sabe todos tus trucos –murmuró

- Exacto. Y también que a veces es algo imbécil y te dan deseos de partirle la cara –rodó los ojos y se puso a mirar por la ventanilla- Esto no puede seguir así, Harry

- ¡Es que no lo entiendo! ¿Por qué no te molestaste con nada de esto? –dijo apretando la mandíbula

- Me molesté, lo hice. Pero luego comprendí, busqué una explicación porque con enfadarte no vas a conseguir nada

- ¡Pero es mi hermana, joder! ¡Y no me cuenta nada! ¿Por qué tengo que enterarme de todo así? ¡Hasta tú sabes más de su vida que yo!

- Eso no es así, no puedes…

- Caleb –dijo tomando una larga respiración- Nada de lo que digas va a hacerme cambiar de idea

- Bien, como quieras –dije levantándome- Hablamos cuando crezcas

Es inútil que se cierre así, no tiene sentido. Pero ya no puedo más, que se dé cuenta de su estupidez él solito.


A partir de ahí, todo se volvió mucho más insoportable de lo que ya estaba.

Kylie comenzó a ser perseguida como si fuera oficialmente una estrella mundial. Le tomaban fotos, pedían autógrafos, escribían artículos. Comenzó a estar cada vez más, rodeada de guardias de seguridad, incluso cuando iba a la universidad. La invitaban a programas de radio y de televisión. Ella lo llevaba lo mejor que podía, pero a mí me daba mucha rabia no poder estar ahí.

Por otra parte, nuestra gira por Europa ya había llegado a su fin, nos dieron cuatro días para tomar un descanso antes de volar a Asia, por lo que volvimos a Inglaterra. Solo que esas pequeñas vacaciones siempre las pasábamos con nuestras familias. Todos volvían a sus casas, excepto yo, claro. Yo solía quedarme con Harry. Lo bueno de todo lo que sucedió, es que no tuvo influencia en nuestra relación como grupo ni en lo que respecta a la gira. Con nosotros seguía siendo el mismo Harry de siempre, a menos que nombraran a su hermana porque entonces se tensaba. Y debo admitir que ocurría a cada rato, nos hicieron varias entrevistas y nos pedían hablar del asunto, pero todos evitábamos que le hicieran alguna pregunta directa a él y tratábamos de evadir el tema.


Habíamos acabado de llegar a Inglaterra y luego de despedirnos de los chicos, Harry y yo tomamos nuestro auto para llegar a casa. No habíamos conversado aún de ese tema, por lo que no sabía cómo actuaría una vez estuviéramos allí.

- Hey, ¿todo bien? –le pregunté a Harry que iba a mi lado conduciendo y asintió- ¿Seguro? Te ves un poco triste

- No estoy triste, simplemente… mi felicidad pasa por un mal momento –se lo pensó por un rato y luego añadió- ¿Cómo…? Es igual, olvídalo

- Sabes que puedes contarme

- Es solo que aún me duele –soltó de un tirón

- Lo malo de cuando nos importa mucho alguien, es que hasta la más mínima tontería nos duele –suspiró y mantuvo su mirada al frente- Ya ha pasado mucho tiempo Harry, ella también está mal. Y tu orgullo te hace sentir fuerte pero no feliz

- Tú que sabrás –dijo resoplando

- Lo sé, lo sé porque te conozco. Y me molesta que tengas esta actitud estúpida –no me respondió- Sí, te mintió, ok, nos mintió a todo, pero tuvo sus razones. Y estoy seguro de que si te detuvieras un segundo a escucharlas dejarías de ser tan infantil

Pasó un buen rato hasta que volvió a hablar- La extraño

Yo solo le sonreí.

Cuando llegamos a casa no había nadie. Kylie debía estar en la universidad y su padre en la empresa. La casa era solo nuestra por algunas horas por lo que después de improvisar una pequeña merienda, obligué a Harry a que se sentara a charlar y le expliqué todo el tema de su hermana. Pero él no dijo nada, se limitó a asentir y subió a su cuarto mientras yo me quedé abajo viendo la tele.

- Papá, ¿ya estás…? –entró Kylie distraída y la corté

- Has salido en las noticias –dije con una fingida indiferencia

Tardó unos segundos en reaccionar y luego corrió hacia mí con un grito de alegría -¡Caleb, ya han vuelto! –dijo colgándose de mi cuello- ¡No lo puedo creer, te he echado de menos!

- Yo más –le sonreí

Sentí un carraspeo detrás de mí y me giré, advirtiendo la presencia de Harry. Se miraron por unos segundos hasta que él rompió el silencio.

- Lo siento. Tienes el hermano más estúpido de toda la Galaxia –ella salió corriendo y se incrustó contra su pecho, a lo que él respondió con un tierno abrazo- Perdóname pequeña –dijo despeinándola un poco

Yo abandoné la habitación  para dejarlos solos en su reconciliación. Ahora si me sentía tranquilo, todo estaba como debía ser.

Había pasado ya un buen rato y no sabía qué estaban haciendo los chicos, pero no quería interrumpir asique me quedé en mi antiguo cuarto leyendo algunas revistas que había dejado por el escritorio. Todo estaba exactamente como la última vez.

Y de pronto entró Harry tan apresurado, como si se le fuera a ir la vida. Se detuvo por dos segundos agarrando el pomo de la puerta y luego me dio un abrazo desesperado.

- Sabes que te quiero ¿Lo sabes verdad? –no sabía por qué estaba actuando así pero igual asentí- Y siempre vas a ser mi hermano, pase lo que pase. No importa cuán retorcida esté la situación, yo siempre voy a estar de tu lado

- Vaaale –sonreí- ¿Y por qué esto ahora?

- Por nada, solo quería que lo supieras

- La reconciliación te ha dado fuerte -lo miré entrecerrando los ojos

- Sí, sí, sí. No te burles –me advirtió para después sonreír- Vamos a comer algo con Kylie por ahí

- Ya quieres formar escándalos ¿cierto? –lo miré divertido

- No amigo, no tengo la culpa de que las cámaras me adoren –dice sonriente

- Un poco de humildad no te vendría mal ¿sabes? –lo pinché y salimos riendo de allí
      

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