Capítulo 20.

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–Ed –Kate llamo la atención de su amigo–. Necesitamos hablar.

Después de tanto darles vueltas al tema por varios días la chica de cabellos fucsia había decidido encarar al pelirrojo y pedirles explicación. Aunque sabía perfectamente que era en vano porque este era terco como una mula. Ella lo intentaría.

–¿Qué quieres, Kate? ¿No ves que estoy mandando mensajes?

–¿Con quién? –pregunto–. ¿Con Stan?

¡Bingo! ¡Justo en el clavo! El pelirrojo levanto rápidamente la mirada a su amiga que se encontraba parada delante de él.

–¿Que sabes que yo no sé? –Ed la miro de forma amenazante–. ¡Habla!

–Sé que tú y Stan mantienen una relación a escondidas. Sé que has engañado todo este tiempo a Harry. Que tú y Stan planearon todo para que Louis y Harry se separaran. ¡Se muchas más cosas que tú! –grito–. ¿Y sabes qué? –se acercó peligrosamente al pelirrojo. Ella no le tenía miedo–. No dejare que las cosas queden así –susurro en tono de advertencia.

Se dio la vuelta para marcharse a su habitación pero una mano en su hombro la detuvo.

–¿Qué piensas hacer, Kate? –dijo mientras le iba acorralando contra la pared–. ¿Piensas decir toda la verdad?

–¡Sí!

–¿Es una venganza? –la muchacha lo miro confundida–. Como que si no supiera que estas enamorada de mi –bufo–. Y como yo soy feliz con Harry y nunca te hice caso, quieres arruinar mi felicidad. Te advierto, Kate –susurro tratando de intimidarla–. ¡No dejare que lo arruines! –grito dándole una fuerte bofetada.

Kate soltó una risa sarcástica mientras se agarraba la mejilla lastimada

–Estaba querido. Estaba enamorada tuyo. Ahora te aborrezco. Y escúchame bien –lo señalo con un dedo–. ¡Prometo arruinarte!

Ed por la furia que poseía en esos momentos la agarro por el cuello apretando fuertemente. Kate llevo sus manos a las muñecas del pelirrojo para que la soltara. La falta de aire se hacía presente en sus pulmones. Como pudo le metió una patada en los testículos haciendo que Ed la soltara por el dolor. Aprovecho la oportunidad y salió corriendo para la cocina.

El pelirrojo la persiguió como pudo mientras maldecía el dolor que tenía en esos momentos. Cuando la muchacha fue a agarrar un cuchillo para defenderse. Ed llego por detrás quitándoselo. Él la agarro de nuevo por el cuello con un brazo mientras la llevaba a la pared y ahí hizo que su cabeza chocara fuertemente con esta.

Kate cayó al suelo con pocas fuerzas. Todo le dolía por el impacto. El pelirrojo se le sentó a ahorcajadas. Mientras que con una mano sostenía el afilado cuchillo.

–No sabes con quien te metes, Kate –gruño–. No dejare que nada ni nadie me quite a Harry. Primero muerto, y tú –la señalo con el cuchillo–, no podrás hacer nada. Todos pensaran que la dulce y tierna Kate era una chica suicida –empezó a cortar las muñecas de su amiga poco a poco haciendo cortes horizontales para que de estas brotara sangre–. No podrás hacer nada, amor. Porque estarás muerta. Y yo me encargare de eso.

Paso la punta del cuchillo de forma vertical haciendo que de las venas de la chica brotaran chorros de sangre de una manera escandalosa.

Termino con los cortes en ambas muñecas y se levantó como que si nada hubiera pasado. Se acomodó la ropa y tiro el cuchillo a lado de la chica que poco a poco iba quedando inconsciente por la falta de sangre.

–Nos vemos en el infierno, Kate –le lanzo un beso y se fue.

(...)

A pesar de todo {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora