A pesar de todo {Larry Stylinson}

Capítulo sorpresa: ¡Un nuevo final!

–Felicitaciones, Harry –el doctor llego con una gran sonrisa en su rostro–. En esta semana has evolucionado muy bien. Te podremos dar de alta.

El rizado sonrió enormemente mientras sus ojos brillaban de la emoción. Por fin podría irse de ahí, por fin podría ir a ver a su novio.

–¡Harry! –Taylor entro corriendo a la habitación mientras chillaba de la alegría.

–¿Qué sucede? –pregunto confundido por la actitud de la rubia.

–¡Mira!

Le mostro una revista. El rizado la miro confundido pero al ver la portada entendió todo. Salían Johnny junto a Louis, los dos salían perfectamente hermosos.

Vio los ojos de su novio y seguían siendo bellos igual que siempre, pero estos no tenían el mismo brillo.

–Es realmente hermoso –comento Taylor absorta en la imagen.

–¡Hey! –Reclamo el rizado–. ¡Es mío!

La rubia y el doctor rieron fuertemente.

–Mejor yo me voy –aviso el hombre–. Que te vaya bien muchacho.

–Gracias por todo Steven.

El doctor le dirigió una sonrisa mientras lo abrazaba.

–¿Entonces me puedo quedar con el otro? –Taylor señalo a Johnny.

–No lo creo –hizo una mueca–. Hasta donde yo sé, estaba con una amiga.

La rubia bufo rendida mientras ayudaba a Harry a acomodarse. Ella se había ofrecido a llevarlo a la casa de su novio. Acomodaron todo rápidamente, el rizado caminaba de aquí para allá y de allá para acá mientras los nervios lo consumían.

–¡Deja de caminar, abrirás una zanja! –exclamo burlona–. Ya vámonos.

Ambos se montaron en el auto mientras la chica lo ponía en marcha, pasaron por la avenida principal y al rizado le dio mareos al recordar todo lo que había pasado allí.

–Tranquilo –la rubia apretó su pierna con su mano libre–. Ya todo paso.

Harry asintió desde el puesto copiloto mientras se relajaba. Luego de varias indicaciones de parte del rizado llegaron por fin a la casa.

La música se escuchaba fuertemente, y Harry se extrañó, Louis no era un chico de fiestas.

–¿Crees que me recuerde? –pregunto temeroso mirando hacia la casa.

Taylor le sonrió.

–Te recordara –aseguro–. No te preocupes por eso.

Harry suspiro.

–¿Te quedaras?

–Me encantaría quedarme, pero tengo que ir a ver a mi mamá –explico.

–Está bien, no te preocupes.

Harry la abrazo mientras le agradecía mil y una vez haberlo llevado. Se bajó del auto agitándole la mano a su amiga en despedida.

Suspiro. Era el momento de enfrentar todo. Camino por la pequeña acera que estaba allí, el ruido de las voces se escuchaba hasta afuera.

–¡No! –su corazón se detuvo al reconocer esa voz.

Louis. Su Louis.

Con todo el valor del mundo toco el timbre varias veces, escucho como la música bajaba de volumen y unas pisadas, la puerta se abrió mostrando a un perfecto chico de cabellos castaños, ojos azules, y tan hermoso como siempre.