Rey Omega (Changlix)

D R E I

Félix sabía que estaba mal pero ¿Cómo detener algo que se sentía tan bien? Había sido su culpa, el los había guiado a su habitación, había encerrado al alfa con él y lo había empujado sobre la cama para subirse sobre él. Todo por puro instinto.

Su lobo estaba fuera de control, el aroma a vodka estaba haciendo que perdiera el control. Tal vez más tarde se lo cuestionarla, se arrepentiría y pediría disculpas pero no era momento de pensar en eso.

Las manos del príncipe Seo estaban sobre su cintura por debajo del traje, los labios del mismo estaban sobre los suyos devorandolo con fervor. Las manos del rubio se sostenían de los hombros del peli azul y se paseaban por el cuello.

Félix había quedado sentado a horcajadas sobre el cuerpo contrario, el omega se movía lenta y tortuosamente sobre el bulto que iba adquiriendo volumen al igual que el suyo. Y sinceramente no le importaba, sentir el pene erecto de ese hombre en su culo lo hacía sentirse tan obsceno y sucio excitandolo más.

Si no fuera por la irrupción de Jeongin, el heredero al trono de Yongin no lo hubiese quitado de encima para salir corriendo de su habitación aunque su parte racional le gritaba que era mejor que nada pasara, su lobo estaba molesto porque tenía la necesidad de ese alfa.

-- Ya mismo preparo tu baño y busco tus supresores -- avisó el beta cerrando la puerta de su habitación una vez que Changbin se fue.

El Omega asintió sin decir nada tratando de volver su respiración normal. Una vez que su mente se despejó gracias al supresor que le brindó Jeongin, notó el lubricante natural en sus pantalones haciéndolo sentir incómodo. Se maldijo un millón de veces por idiota.

Por otro lado, Changbin tenía problemas y no solo en sus pantalones. Sus mejillas estaban sonrojadas, su respiración alterada y su cabello desordenado. Félix había despertado a su lobo quien apenas tuvo cerca al cuerpo contrario rodeándolo con su calor y aroma hizo una declaración que no le gustó. Este omega es mío, mi pareja y Changbin estaba en una lucha interna mientras prácticamente corría a su habitación. Moría de ganas por volver y terminar lo que ese príncipe caprichoso había empezado.

Estaba a nada de llegar a su habitación cuando vio a Hyunjin salir de la misma, el beta tenía una mueca de preocupación y disgusto.

-- Príncipe -- hizo una reverencia una vez que llegó a él. -- Lo estaba buscando ¿Se encuentra bien? –- Hyunjin olisqueó el aire. –- Jazmín.

-- No estoy bien -- contestó Changbin. -- El príncipe Lee entró en celo comunicó el alfa pasando por su lado entrando a la habitación que le habían asignado. -- Y no me estoy sintiendo bien Hyunjin, mi lobo...

-- Si es lo que está pensando, su celo va a adelantarse -- una de las razones por la que Hyunjin fuera su mano derecha era porque su sabiduría y entendimiento eran sus cualidades, el beta podía leer su mente y lenguaje corporal. -- Nunca se alteró o se sintió atraído por un omega, su lobo siempre fue estricto y manejable ¿Qué lo cambio ahora? Algo me dice que el aroma a jazmín que prácticamente lo tiene adherido.

-- Es imposible Hyunjin.

-- Es el destino, Changbin.

-- Esto es estúpido –- se quejó. –- Mi destinado no puede ser un hombre, no puede ser ese príncipe.

-- ¿Por qué no? Tú mismo lo dijiste, no está bien.

-- Si ese beta no hubiera llegado...

-- ¿Qué fue lo que pasó exactamente?

-- Estabamos en un duelo, es muy bueno con la espada -- el peli azul empezó a desprender su saco, se estaba sintiendo sofocado. -- Su aroma me distrajo y perdí, fue como si perdiera el control de mi cuerpo y mi mente se nublara –- tomó asiento en la enorme cama en el centro de la habitación. -- Después le pregunté la razón de la intensidad de su aroma y pareció notar que había entrado en celo, fue extraño. Mi intención era acompañarlo a su habitación y dejarlo ahí para que alguien del servicio se haga cargo de él pero cuando llegamos a su habitación... Simplemente no pude soltar su cintura cuando el bajó de mis brazos y él.