V I E R

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El gran salón estaba lleno, la música se escuchaba de fondo. Los grandes líderes compartían la cena con los reyes y futuro líder de la manada de Busán. Félix estaba inquieto y no por los alfas que cenaban junto a él, sino por cierto alfa peli azul que no dejaba de mirarlo.

-- Entonces –- habló uno de los señores el cual Félix ni siquiera recordaba su nombre. -- ¿Qué es lo que pretende, Jihoon? -- el rey Lee dio un sorbo a su copa de vino.

-- Es mi hijo quién requiere hablar con ustedes –- el rey lo miró acusadoramente. -- Fue su idea esta reunión.

-- Creí que era una fiesta de compromiso –- intervino la mujer Omega de uno de los líderes. -- ¿Un Omega siendo rey?

-- Así es -- contestó Félix tratando de aminorar su agresividad. -- Con todo respeto -- el rubio se levantó de su lugar, todos los ojos estaban fijos en él. -- Soy el primogénito y único heredero del trono de Busán, la tradición dicta que el trono me pertenece por derecho.

-- El rey debe ser alfa -- espetó la misma mujer.

-- ¿Por qué? -- espetó Changbin. El silencio reinó. -- ¿Qué puede hacer un alfa que un Omega no? -- inquirió y nadie se atrevió a contestarle. --Algunos aquí me conocen y otros no, me presento, soy Seo Changbin heredero del trono de Yongin y mi reino apoya al príncipe Lee -- el alfa disfrutó de los rostros atónitos de los presentes, incluyendo a Félix. –- El príncipe aquí presente es muy capaz, me ganó a mi en un duelo siendo yo un alfa -- habló fuerte y claro. -- Ser fuerte no es símbolo de poder, el omega aquí presente posee otras cualidades que lo hacen apto para ocupar el trono.

-- ¿Qué opina el pueblo? -- inquirió otro hombre.

-- Aclaman por él -- contestó el rey con orgullo. -- Esta tarde le brindaron su apoyo.

-- ¿Y la iglesia? -- cuestionó una mujer. -- ¿Tiene la bendición de la institución?

-- No --fue el rubio quién contestó con su vista fija en Changbin, se sentía confiado con el alfa apoyándolo. -- No me apoyan y no me interesa, creo que el bienestar público es más importante. Si queremos avanzar debemos invertir en la educación y salud, ellos son nuestro impulso. Lo que digan media docena de ancianos caprichosos u ese grupo de hipócritas es irrelevante, estamos hablando del liderazgo de un reino, una nación independiente -- Félix apoyó sus manos sobre la mesa mirando a todos. -- Estoy dispuesto a luchar por ello, estoy decidido a dejar de lado creencias y costumbres retrógradas.

-- Jamas avanzaremos si nos quedamos atascados en estos ideales y costumbres -- añadió el representante de Yongin. -- Deberían darle la oportunidad, tiene ideas y políticas nuevas que no excluyen a la gente por su naturaleza y acabaría con muchas problemáticas.

Los líderes se mostraban pensativos, Félix volvió a hablar. -- Con su apoyo el gran rey de Seul no podrá negar mi lugar.

-- Ya cuentas con el apoyo de Yongin, Félix.

Changbin lo miró, lo dijo en serio desde el fondo de su ser. Félix sonrió sin mirarlo y asintió, el Omega sentía que si lo miraba iba a derretirse porque Seo Changbin con traje era demasiado tentador.

-- ¿Dónde está el verdadero representante de Yongin? -- inquirió otro líder con soberbia.

-- Tal vez no lo sepa pero no estamos lejos de mi coronación, soy mayor que Félix. Pero para su información, mi padre confía en el omega y yo también. Cómo dije, Yongin estrecha lazos con Busán y defenderá a su aliado si hace falta –- su voz sonó fuerte y clara, demandante. No le agradaba para nada que lo cuestionacen de esa manera.

-- Tiene mi apoyo, entonces.-- dijo uno.

-- Era hora de que alguien levanté la voz en nombre de los omegas -- dijo otro.

-- Tiene mi apoyo.

Casi todos estuvieron de acuerdo, Félix había logrado su objetivo gracias al apoyo del príncipe Seo y no podía estar más feliz. Ansiaba ver la cara de los viejos del consejo cuando se enteren de que tenía el apoyo de un 90% de los líderes. El logro de celebró con un brindis en nombre del Futuro rey Omega.

La noche siguió su curso en una gran fiesta la cual después de un rato aburrió a Changbin, miró al lugar donde había visto sentado a Félix pero ya no estaba. Se encogió de hombros y se levantó de su lugar para ir a su habitación, ansiaba una noche larga de sueño.

-- Príncipe –- una doncella lo detuvo sonriendole mientras le hacía una reverencia. -– ¿Me concedería el honor de bailar conmigo?

-- No -- intervino una tercera voz muy grave, Félix se acercó a ambos con una copa en mano. -- El príncipe Seo se va a ocupar.

-- ¿En qué se supone que me voy a ocupar? -- cuestionó el peli azul admirando el precioso traje rojo en Félix, antes no lo había podido apreciar completo, ahora su vista se deleitaba con sus trabajados muslos.

-- En mí -- contestó sonriendole a la chica. -- Ahora te agradecería que te retires.

La muchacha les sonrió apenada e hizo una reverencia para después irse dejándolos solos.

-- Creo que eso fue descortés de tu parte -- la comisura de los labios de Seo se elevaron. -- Por cierto ¿Qué fue eso?

-- Tú solo sígueme. -- Félix tomó su muñeca y los saco del salón.

Estuvieron caminando en silencio atravesando los pasillos alejando cada vez más del gran salón atestado de gente. Changbin estaba curioso de a dónde iban, Félix lo intrigaba en demasía. Terminaron en un gran salón vacío, el lugar estaba lleno de espejos y varios instrumentos.

-- Este salón está insonorizado -- habló el rubio. -- Aquí solía ensayar cuando era más pequeño –- Félix volteó aún sosteniendo la muñeca del peli azul. -- También vengo aquí cuando necesito pensar, no solo se me da bien el esgrima –- le dedicó una sonrisa coqueta la cual el alfa devolvió.

-- ¿Qué se supone que estamos haciendo aquí? -- preguntó el alfa cuando Félix los detuvo en el centro del salón. -- ¿Qué pretendes, Félix?

-- ¿Qué pasó con el respeto, príncipe Seo? -- preguntó con coquetería enlazando sus manos con las del alfa. –- No me gustan esas enormes fiestas, mi lobo se inquieta y me siento expuesto.

-- Supongo que lo olvidé en tu habitación –- murmuró el alfa mirando las manos de ambos. --Estando yo ahí no deberías sentirte así.

-- Pero lo hago -- el rubio se relamió los labios mientras se acercaba más al hombre frente a él. -- ¿Está insinuando que quiere cuidar de mí, príncipe Seo?

-- Tal vez sienta esa necesidad -- contestó mientras Félix acercaba los cuerpos y rostros de ambos a tal punto de que sus respiraciones podían mezclarse. -- ¿Qué pretendes de mí, los Lee?

-- No estaría estando muy seguro –- murmuró el Omega con la vista fija en los finos labios. -- Pero de lo que si estoy seguro, es que quiero que me beses ahora mismo.

Changbin tragó duro, no pudo negarse a esa petición. Acortó la escasa distancia entre ambos besando los dulces y suaves labios del Omega. El rubio gimió en la boca contraria cuando el alfa soltó sus manos para rodear su cintura apegandolo a su cuerpo. Los brazos de Félix rodearon el cuello pálido acercándose más, no quería soltarlo. Los labios del alfa tomaron el control y se sintió morir en sus brazos, su lobo se alzó tomando el control de su cuerpo cuando su lado racional pareció morir.

-- Alfa -- dijo en un suspiro.

Los besos de Changbin bajaron por su cuello besando, succionando y mordiendo la piel expuesta. El rubio hizo su cabeza a un lado dándole más accesibilidad y cerró los ojos con fuerza cuando el pálido afirmó su agarre.

-- ¿Qué me estás haciendo, Lee Félix? -- cuestionó el alfa contra la piel de su cuello.

Rey Omega  (Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora