Z E H N

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Si había algo que sacaba de quicio a Félix, eran las ceremonias. Le inquietaba tener que estar tan presentable durante tanto tiempo y tanta etiqueta, odió a su padre por involucrar a la estúpida iglesia. Por el amor a la diosa luna, estaban en el siglo 21.

Bufó abultado sus labios, ya había sido coronado como "Rey omega" pero su padre insistió en el discurso. Miró a los presentes, su pueblo y aliados estaban ahí, Changbin portaba un traje rojo pero su cabello ahora era un negro intenso el cual resaltaba su tez, jodidamente hermoso.

Sonrió para si mismo, aún con su traje azul y la corona sobre su cabeza se sentía incompleto. Tenía todo lo que alguna vez deseo pero faltaban personas a su lado, como Jisoo por ejemplo. Miró a Minho entre la multitud, habían pasado tres meses desde aquel día y no podía dejar de sentirse algo apagado.

Félix había contratado a un investigador privado para hacerse cargo de la investigación del hijo de Lia pero hasta ahora no hubieron resultados concretos.

-- ¡Larga vida al Rey omega, Lee Félix! –- exclamó su padre llamando su atención.

-- ¡Larga vida a nuestro Rey omega! –- exclamó la multitud al unísono.

El gran salón estalló en aplausos haciéndolo sentir abrumado, sus ojos se conectaron momentáneamente con los de Jeongin quien lo miraba orgulloso al igual que su madre y su amigo. Las mujeres alfas estaban ahí, al igual que algunas personas que se fueron acercando a su reino encontrando refugio porque para Félix eso debía ser Busán, un lugar donde se incluyan a todas las personas teniéndolas en cuenta.

El ahora rey saludó a todas las personas, estaban todos listos para la fiesta de celebración en honor a su nuevo rey y líder de la manada. Félix los invitó a pasar a otro de los salones donde se servirían aperitivos, bebidas y habría entretenimiento.

El bullicio no se hizo esperar, Félix se mantuvo en su lugar hasta que quedaron pocas personas en el lugar.

-- Supongo que ahora puedo morir en paz –- había dicho Jeongin cuando llegó a su lado.

-- Tengo la impresión de que no morirás en un buen tiempo -- respondió Félix caminando hacia el trono.

-- Felicidades, Lixie -- dijo Minho cuando llegó hasta ellos con una de sus sonrisas brillantes, de esas que lo caracterizaban pero esa fue diferente, Félix lo vio en sus ojos. –- Estoy tan jodidamente orgulloso de ti.

-- Gracias, solecito –- Minho sonrió ante el apodo.

Félix tomó asiento en el lugar que le correspondía como rey, frente a él, a unos metros estaba Changbin de brazos cruzados admirandolo, su sonrisa era tranquila al igual que su postura. El alfa se puso de rodillas haciendo una reverencia. Jeongin y Minho lo miraron durante unos segundos para después imitarlo.

-- ¿Qué se supone que hacen? --cuestionó Félix mirándolos a los tres.

Changbin levantó la cabeza incorporándose y caminó hasta llegar frente a Félix, Minho y Jeongin levantaron la cabeza sonriendole.

-- Es una muestra del respeto que te tenemos, Félix -- habló Changbin. -- Me mereces eso y más, estamos orgullosos de lo que has hecho y en lo que te has convertido ¿Te diste cuenta? Marcaste la historia, quiero decir, la hiciste porque así como fuiste el primer omega rey, también fuiste el primer líder incluyente y adorado ¿No te has puesto a pensar en todas las personas que han venido a tu reino desde lejos? Tan solo quieren ser gobernados por alguien como tú ¿ Te imaginas sus razones?

Antes de que pudiera contestar, Minho lo hizo. -- Eres un omega con carácter, la gente te valora porque sabes escucharlos y los comprendes ¿Quién más para escuchar o actuar en nombre de las injusticias que alguien que las sufrió toda su vida?

-- A pesar de ser criado en un palacio, siempre fuiste humilde -- añadió Jeongin.-- Aunque tu madre siempre te haya mimado, siempre fuiste un luchador y defensor de lo que creías estaba bien, en lo correcto. -- beta y alfa se levantaron de sus lugares. -- Además, aunque a veces seas algo caprichoso o borde, siempre tratas de dar a los demás una buena versión de ti.

-- Gracias -- respondió con la garganta haciéndose un nudo ardiente, quería llorar pero no podía.

-- Está bien -- Changbin habló acercándose hasta él, Félix lo abrazó por la cintura escondiendo su rostro el el pecho ajeno.

El rey escuchó los pasos de sus amigos alejándose, se permitió llorar dejando todo fluir. Las lágrimas empapando el precioso traje del alfa quién había empezado a acariciar su cabello rubio, agradeció que el mayor no dijera nada mientras seguía llorando.

-- Ahora que eres rey será más difícil el cortejo –- dijo el peli negro rompiendo el silencio, lo único que se oía era un bullicio a lo lejos.

Félix se separó del pecho ajeno frunciendo el ceño, Changbin ahuecó sus mejillas limpiando las lágrimas con sus manos y pulgares.

-- ¿Qué?

Changbin le sonrió inclinándose para dejar un beso en su frente.

-- Ahora, como rey deberás hacerte cargo de muchas cosas y no tendrás tanto tiempo para mí -- habló el alfa en voz baja. -- Mi rey puede interesarse en otros alfas, he oído que te describen como una fiera que encanta a los alfas, cómo has hecho conmigo. -- Félix arrugó la nariz con descontento golpeándolo en el abdomen no muy fuerte. -- ¿Por qué fue eso?

-- No vuelvas a decir alguna incoherencia, puede que ya no tenga tanto tiempo pero dudo mucho que exista otro alfa que sea capaz de seguirme el ritmo o cubrir mis espaldas -- se levantó de su lugar y en un rápido movimiento empujó a Changbin en el trono sentándose sobre sus piernas, el alfa jadeó cuando los muslos del omega estuvieron a los costados de los suyos. Apenas cabían en el trono estando en esa posición. -- Creo que tú has entendido lo que quiero, también creo que eres hermoso y estúpidamente encantador -- alagó inclinándose más cerca, casi rozando sus narices. -- No quiero alimentar tu ego, pero por la mierda que me encantas y dudo encontrar a un alfa que te llegue a los talones.

Changbin estaba demasiado perdido en la forma en que se movían los labios ajenos, los carnosos y brillantes que se veían. El alfa pensó que Lee Félix con labial rojo debería ser considerado un pecado.

Su cabeza apenas logró procesar lo que había dicho con esa voz tan dulce, sonrió para si mismo y miró los ojos avellanas del chico sobre él encontrándose con ese deseo que el también sentía, pero aún no era el momento.

-- Deberiamos ir a tu fiesta, no tiene sentido el gran rey omega no está ahí -- murmuró rozando los labios ajenos mientras acariciaba sus muslos.

-- Por eso puedo llegar más tarde -- el peli negro sintió algo en su abdomen bajo, no era buena señal en estos momentos, no quería tener una erección.

-- Por la mierda, debemos ir, Félix.

El rubio lo ignoró uniendo sus bocas, Changbin gimió contra su boca. Los labios del omega sabían a fresa debido a algún bálsamo que usó. Las manos del omega se aferraron al alfa debajo de él mientras que las enormes manos pálidas ajenas sujetaron su cintura con posesividad.

-- Podríamos ir a mis aposentos reales –- dijo Félix en voz baja rozando sus labios con los ajenos. Changbin estaba con la boca entreabierta, sus ojos oscuros con las pupilas dilatadas. Félix iba a llevarlo al descontrol y aún no era tiempo.

-- No voy a comenzar algo que después no podré detener -- su voz salió ronca, excitando aún más al omega. -- Si subimos a tu habitación después no te dejaré salir, Lixie.

Félix lo maldijo entre dientes, la manera en que pronunció su nombre solo le dió más calor.

-- Nadie te pidió que te detuvieras.

-- Por mi honor y respeto hacia a ti, debo comportarme.

-- Maldito sea tu honor -- masculló. Changbin se limitó a reír y dejar besitos por todo su rostro.

Ambos se levantaron tomando de la mano del otro, caminaron juntos hacia la dichosa fiesta.

Este no es el fin, siempre habrá que luchar por lo que creemos correcto.


Fin.


ESPEREN EL EPÍLOGO.

Rey Omega  (Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora