N E U N

5K 817 218
                                    

Félix vió como el cuerpo de Lia se desplomaba delate de sus ojos y Changbin aparecía poniéndose delante de él. Disparos y más disparos. Se quitó el casco y cayó de rodillas al suelo.

Los ojos del rubio se llenaron de lágrimas cuando se encontraron con el cuerpo de la mujer en el piso y la herida en el pecho de esta. Tomó su espada con fuerza, se levantó del suelo e hizo a un lado a Changbin de camino al gran rey, no tuvo piedad alguna. El salón de enfrentamientos era un campo de batalla, se dio cuenta de que el alfa estaba cubriendo su espalda de camino al gran rey y le sonrió.

Changbin lo comprendió, lo que Félix necesitaba era un compañero que cubriera sus espaldas. Alguien que luchara por lo que estaba bien a su lado y lo hizo, le facilito el camino en lo que el rubio iba por la cabeza del gran rey porque esa era la única forma de que esto terminará y sus hombres se rindieran.

Jooheon se encontró sin balas y con los ojos avellana del omega, se mostraban sombríos y furiosos. El omega ni siquiera le dio tiempo de tomar su espada, levantó la suya para acabar con su vida. Félix lamento que la muerte del gran rey fuera rápida, pero no había mucho tiempo.

Fue como si un interruptor se apagara, los soldados que se percataron de la muerte del rey dejaron de luchar. Félix dejo que las lágrimas recorrieran sus mejillas mientras volteaba, Minho estaba tratando de ayudar a la mujer pero parecía en vano.

-- ¡Félix! -- exclamó Jeongin junto a Minho tratando de ayudar con la herida de la mujer. -- ¡Félix!

El omega casi corrió hasta ellos, cuando llegó ahí cayó de rodillas junto al cuerpo débil de la mujer.

-- No hay tiempo -- dijo Lia.-- Félix –- la morocha le sonrió toda ensangrentada. -- Mi hijo, el heredero al trono de Seúl -- dijo con voz rasposa mientras tomaba el relicario en su cuello. -- Christopher Bang, debes buscarlo.

-- Si, Jisoo, voy a buscar a tu hijo -- le aseguró con la voz quebrada, sintió la mano de Changbin sobre su hombro. --Vamos a buscarlo juntos, Ji ¿Me escuchas? No puedes irte ¡Jisoo!

La mujer le sonrió respirando dificultosamente. -- Dile que lo amo, Félix, que morí haciendo algo bien para que él habite este mundo -- pidió poniendo el dije del relicario en las manos del príncipe para después mirar en dirección al general Lee. -- Siempre me pareciste muy atractivo, Honnie.

El peli rojo sonrió amargamente dejando caer algunas gotas de sus ojos. -- Me gustas, Jisoo.

-- Supongo que seré delta por tí en mí otra vida –- le coqueteó con dificultad para volver su vista a Félix. –- Dile que lo amo, siempre lo amaré y que jamás se olvide de lo que es.

Y se fue. Sus ojos simplemente se quedaron mirando un punto fijo en la habitación. El rubio ignoró el bullicio a su alrededor y lloró a la mujer. Lloró por la injusticia, por la impotencia y desesperación. No era la lucha de Jisoo, era la suya. Aunque los dos tenían algo en común, Félix iba a seguir luchando por obtener la liberación de los omegas y mujeres alfas.

Sintió como alguien lo abrazó contra su cuerpo, era Changbin. Se abrazó al cuerpo del alfa y siguió llorando, la mano del mayor acariciaba su cabello rubio todo sucio y desordenado. Cerró los ojos con fuerza, tal vez ahora su camino a ser rey estaba libre pero habían sufrido una perdida enorme, no podían recuperar la vida de la mujer alfa.

-- Saldremos de esta, amor -- murmuró Changbin con voz ronca en su oído. -- Yo mismo me encargaré de ayudarte a buscar al chico, cumpliremos tu palabra, no voy a soltarte en ningún momento.

Félix pudo percibir a las demás mujeres alfa a su alrededor, sabía que todas lloraban y lamentaban la perdida de su líder. El omega se aferró al alfa, le dolía hasta el alma la perdida de una mujer inocente.

Porque Jisoo era solo una víctima del alfismo de mierda, iba a tirar el maldito sistema a patadas. No iba a permitir que otra Jisoo cayera por ello.

Cerró los ojos haciendo una promesa, a Lia y a él mismo. Dejó que el aroma del alfa lo envolviera, le diera paz que necesitaba y se dejó llevar por la oscuridad. Su mente y cuerpo estaban en demasía cansados, al parecer era hora de pasarle factura.

El reino de Busán estaba de luto, todos en palacio vestían de negro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El reino de Busán estaba de luto, todos en palacio vestían de negro. El día gris acompañaba el funeral de Jisoo, el silencio se apoderó de todo y todos.

Félix pospuso su coronación, iba a dedicarle un entierro digno a la mujer que desconocía pero sin embargo le brindó su vida, porque si no fuera por Lia, su cuerpo ocuparía el de ella en el ataúd.

Changbin lo acompañó en todo momento, le repitió mil veces que no era su culpa aunque Félix así lo sentía de a ratos. El alfa no lo dejó solo en ningún momento, siempre siendo tan dulce y mimando su corazón herido, dándole fuerzas.

Su pueblo también lo acompañó, sus fieles seguidores hacían toda clase de cosas por él. De regalarle cosas hasta enviarle cartas o comida, lo que sea para que el futuro rey omega mejorara aunque sea un poco y lo agradecía.

-- Debes alimentarte bien -- había dicho su madre. -- El rey debe tener fuerza y energía -- esa mención hizo que Félix quisiera reír.

-- No puedo comer cuando hace un par de horas vele a la mujer que me salvó la vida –- contestó desganado.

-- Su alma descansará en paz ahora que Seul no es gobernado por su hermano y su cuerpo podrá ser enterrado ahí por su reino -- añadió Changbin. -- Hiciste todo lo que estuvo a tu alcance y lo seguirás haciendo, yo personalmente voy a acompañarte.

-- Lee Félix –- lo regañó su madre. --Come -- el rubio miró su comida con desagrado. -- Changbin ¿Podrías hacer que mi hijo pruebe bocado, por favor? -- preguntó en dirección al peli azul y este asintió.

La reina abandonó la cocina dejándolos a ambos solos. Félix siguió mirando su plato con aburrimiento.

-- Anda, come -- pidió Changbin. -- Solo un poco, estos días has estado muy decaído.

-- Ella solo quería recuperar lo que le pertenecía, un reino y un hijo -–respondió Félix encarandolo. -- Ella no debió morir, es injusto.

-- La vida es injusta, cariño -- contestó el alfa acariciando la mejilla de Félix. -– A veces las personas buenas mueren sin razón, todos sabemos que ella no merecía ese final pero no podemos hacer nada para cambiar el pasado, se que es duro. Mi padre aparentemente irá por el mismo camino pero supongo que es algo inevitable -- los ojos del rubio se notaron brillosos. -- Él me pidió que le ceda el trono a mi hermano y eso haré, porque eso me corresponde como hermano mayor y tú alfa.

-- ¿No vas a volver a irte? –- preguntó esperanzado con la voz quebrada. -- Lo siento, estoy siendo egoísta.

-- No voy a volver a irme sin ti. --aseguró el peli azul.

Félix abandonó su lugar para acortar la distancia entre ambos y abrazar al peli azul, parecía ser la gota dulce en un contexto amargo.

Rey Omega  (Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora