AVENOIR *YoonMin/JimSu* (Omegaverse)

Éluder la Réalité

Andar cuidadosamente al rededor de Taehyung, era normalmente difícil, pero andar cuidándose del hermano omega de este era aún peor, Kim Seokjin, era el epítome de la observación, demasiado chismoso y entrometido para su gusto, pero aún así lo amaba, había sido como un hermano mayor para Jimin, el que muchas veces lo sacó de problemas y le dio consejos.

—Jin Hyung, ¿Por qué no deja de mirarme?— pregunto Jimin.

El hombre no le respondió, simplemente mantuvo su vista clavada en él omega menor.

— ¡Hyung! ya, basta me está incomodando— hablo de nuevo.

— No sé de que hablas Jimin, no estoy haciendo nada— contestó mientras miraba sus uñas y en su rostro mantenía una sonrisa burlona, casi imperceptible.

—Ya Jin, deja de incomodar al niño, sabes lo que estás haciendo— dijo una tercera voz, haciendo que ambos omegas presten atención, al joven alfa moreno que bajaba las escaleras, mientras abrochaba los botones de los puños de su elegante camisa blanca.

—No estoy haciendo nada Nam— contestó con inocencia, mientras el alfa depositaba un suave beso en su frente.

El movimiento que hizo Jin dejó al descubierto la marca que este llevaba entre la unión de su cuello y clavículas, Jimin no pudo evitar mirarla, llevando su propia mano a su cuello, así como las cosas estaban, era muy probable que él nunca obtuviera una, y eso lo llenaba de tristeza, esa marca significaba mucho para un omega, simbolizaba la unión de por vida entre dos lobos, una promesa de amor hasta la muerte de alguno de ellos, no pudo evitar suspirar de frustración, su omega estaba enojado, tenía días sin hacer acto de presencia y si lo hacía, era solamente para exigirle que lo lleve con ese omega que olía deliciosamente a cereza y hierbabuena, su cerebro estaba hecho un manojo de emociones y pensamientos, mientras un sentimiento opresor y que hacía doler su pecho se instalaba muy en el fondo de su ser.

—Jinie ya hablamos de esto— hablo el único alfa de la habitación— mirar fijamente a las personas está mal, las haces sentir incómodas.

—Es que ¿No lo ves Nam?— pregunto— hay algo raro con él, míralo.

El alfa tomó un profundo suspiro, amaba a su omega, demasiado, pero cuando a este se le metía una idea en su cabeza, era difícil hacer que la ignorara, además de que llevarle la contraria muchas veces le salía contraproducente.

—Lo único diferente que veo, es que aún sigue aquí, en vez de haber trepado por Taehyung, que seguramente sigue babeando, sobre Jungkook— dijo soltando una carcajada.

—No quiero interrumpirlos— contestó inmediatamente— la última vez que lo hice, termine traumado, literalmente Jungkook tenía su lengua en la garganta de Tae, esa imagen mental de mis amigos, definitivamente no la quería— la mueca de asco en su rostro hizo reír a los dos mayores.

—Pues entonces come Jiminie, no quieres que Jin se ponga como loco— el moreno recibió un pellizcon de parte de Jin por lo que había dicho.

—No sé, pero él está raro, algo tiene y lo voy a averiguar— fueron las simples palabras que salieron de la boca de Jin.

Un escalofrío recorrió la espalda de Jimin, había que ser sinceros, cuando Jin se empeñaba en algo lo lograba, no ayudaba mucho que Min Yoongi fuese primo de este, peor aún, el hecho de que ahora sea parte del círculo cercano de amigos.

Por lo que luego de una semana de huir de Taehyung y Jungkook, de no contestar llamadas de parte de ellos y tomarse más supresores de los sanamente recomendados, decidió presentarse en esa casa, no tenía algún plan en específico para la situación, solo sabía que debía evadir todo, era su nueva meta y la única en realidad.