Por un lado tenemos a Maxine, mejor conocida como Max y Kate Wayland gemelas e hijas del gran empresario Josh Wayland. Ellas siempre fueron muy distintas ya que mientras Max era la chica mala, Kate era la ''buena''.
Por otro lado tenemos Niall y Ja...
No podía creer lo estúpidos que podían ser los hombres con respecto a una chica, Jace y Lambert estaban en unos grandes problemas, los mataría en cuanto los viera, de esta no se salvaban.
Al llegar a la estación de policía estacioné mi auto y entré a la recepción donde encontré a Jenna y al oficial Mitchell.
- Hola Jenna, hola oficial Mitchell- los saludé amable.
- Buenas noches querida- me dije Jenna antes de ir por un café.
- ¿De nuevo por aquí Max?- me preguntó el oficial y asentí mientras suspiraba- tranquila querida, solo serán 100 dolares esta ves- me dijo y asentí, le dí el dinero y esperé a que los chicos salieran.
A los minutos vi a Bella junto con los imbéciles de Jace y Lambert, cuando me vieron Bella sonrió y rápidamente fue a abrazarme mientras que los dos idiotas de atrás estaban más blancos que el papel.
- Dios que bien que viniste, no sabes cuanto te amo- me dijo Bella aún abrazándome.
- Tranquila, sabes que siempre vendría por ti- le dije y nos separamos del abrazo.
Fulminé a los chicos con la mirada y luego sin hacerles caso salí de la estación, encendí el auto y subí en el, a los pocos segundos sentí comos los demás subían, Bella se sentó de copiloto.
En todo el camino nadie habló, el ambiente estaba tenso y solo se podían escuchar las respiraciones, me tardé como media hora en llegar al almacén.
El almacén era una clase de de refugio o cueva, era un espacio sumamente grande, constaba de 5 cuartos y cada uno con baño, los tres vivían ahí y yo iba de ves en cuando, el almacén estaba lleno de instrumentos y las paredes estaban forradas de dibujos hechos por nosotros, era como un apartamento solo que la cocina era algo pequeña y abierta.
Al llegar estacioné el auto y todos bajamos, Bella fue de inmediato a descansar dejándome sola con estos dos imbéciles.
- Podemos ex- comenzó Jace pero lo paré.
- ¿Porque son tan imbéciles y atractivos al mismo tiempo?- pregunté mientras me acercaba a ellos lentamente, una ves que estuve enfrente de ellos los miré fijamente a los ojos.
- No podíamos dejar que el hablara así de ti- me dijo Lambert en un susurro apenas audible, pero con mucha rabia acumulada en la voz.
- Shh- le dije mientras tocaba su mejilla con mi mano delicadamente, escuché a Jace gruñir, hice lo mismo con el.- No quiero que lo vuelvan a hacer, es peligroso- dije mientras los abrazaba.
El abrazo duró unos largos minutos y si no hubiera sido por el sonido de mi celular estoy casi segura de que hubiera más de lo que hubiéramos querido.
Llamada entrante: Kate
No iba a contestar pero Kate y rara ves me llamaba por lo que me digné a contestarle.
-¿Que paso?- pregunté al contestarle. - No mucho, solo te avisaba que estaré en casa de Ellen toda la semana y creo que saliste así que los gemelos Horan están solos en casa.- me dijo con voz tranquila. - Mmm, de acuerdo, yo tampoco estoy en casa y no creo que llegue hasta mañana, ¿podrías llamar a Niall o a James a decirles que pidan algo de comer o no sé que tomen lo que quieran de la nevera?- le dije tratando de colgar rápido ya que mis idiotas se pusieron tensos cuando mencioné el nombre de los gemelos. - De acuerdo yo les digo, nos vemos mañana, adiós- me dijo antes de colgar.
Al colgar los chicos me miraron con cara de enfadados y de querer respuestas, ¿pero que se creían?, ellos la habían cagado hoy y eso no se me pasaría tan rápido.
- A no, no crean que me olvidé de su tema- quisieron refutar pero no los dejé- ni siquiera lo piensen, hoy no tienen derecho a reclamarme nada, ahora a dormir- dije algo mandona.
- Tengo que ir a casa, Emily está sola y no puedo dejarla sola en casa- dijo Jace.
Emily es su hermanita menor, tiene 8 años.
- De acuerdo ve con ella, nos vemos mañana y por favor no hagas tonterías- dije dándole un corto beso en los labios.
Luego de que asintiera se fue y me quedé sola con Lambert.
Nos metimos en su cuarto, me tendió una de sus camisetas, me despoje de mi ropa y me coloqué su camiseta que me quedaba cuatro dedos más abajo del muslo, el simplemente se colocó unos pantalones de pijama y el torso descubierto-
Nos recostamos en la cama y mientras yo estaba sentada el estaba con su cabeza apoyada en mi regazo mientras abrazaba mis piernas, comencé a jugar con su cabello.
- Lamento lo de hoy- me dijo medio adormilado con la voz ronca.
- Ya pasó, todo estará bien mientras no lo vuelvan a hacer- le dije tranquila mientras le daba un beso en la mejilla.
-No puedo creer que te haya podido encontrar y tenga que compartirte con otro- me dijo mientras gruñía.
Lo abracé levemente.
- Es lo que ella nos mandó a ser y sabes que yo no pedí tener dos mates Eddy- le dije, el se sentó y me miró directo a los ojos- pero ten por seguro que los amo demasiado a los dos y que nunca los dejaría- dije y nos fundimos en un gran beso.
