Youngjo se separó del rubio cuando un alumno entró al sanitario de caballeros. Hwanwoong mantuvo un notorio sonrojó durante el camino de regreso a la mesa donde estaban sentados anteriormente.
- ¿Estás bien? - Keonhee preguntó a su amigo apenas lo vio llegar. - ¡¿Qué le has hecho?! - Retó a Youngjo al tocar las mejillas del rubio y sentirlas en extremo calientes.
- ¡¿Cómo puedes pensar que he lastimado a Woongie?! - Youngjo alzó la voz obteniendo tres miradas sorprendidas. - ¡¿Cómo crees que soy, Keonhee?!.
Youngjo bufó molesto y se sentó bruscamente en su asiento al lado de Gunmin cruzando sus brazos y manteniendo el ceño fruncido junto a su boca hecha una mueca. Gunmin lo examinó con cuidado y sacó un pequeño chocolate de su bolsillo, entregándoselo lentamente pues lidiar con Youngjo enojado era todo un show.
Youngjo se preguntaba porque lo miraban así; lo único que él había hecho fue seguir a Hwanwoong, disculparse y darle un abrazo. No hizo nada malo y sin embargo, ahí estaba su mejor amigo dándole un chocolate para calmarlo.
El pelinegro giró su cabeza en dirección contraria a Gunmin, rechazando aquel dulce, dando a entender que no podía hacerlo sentir mejor con eso.
Hwanwoong miró a Keonhee que se mantenía sentado mordiendo levemente su pulgar y entendió la situación, pues fue similar a cuando en el día anterior fueron a verlo para que los ayudara en la tarea.
Cuando Youngjo abrió la puerta de su habitación, su amigo se espantó y de forma nada sutil, lo había empujado hacia el frente.
- Deberías pedirle disculpas, Koni. - Susurró el rubio al mencionado, haciendo que lo mirara como si hubiese dicho una barbaridad.
- ¿No ves lo enojado que está? - Keonhee negó rotundamente, también susurrando. - Si le hablo ahora, será la muerte para todos.
Y si, Keonhee estaba exagerando, pero el pequeño rubio era un poco ingenuo y no conocía realmente al mayor, por lo que ahogó un grito de miedo mientras miraba disimuladamente al mayor quien se mantenía con la cabeza hacia la dirección opuesta a ellos.
- Vamos, Youngjo. No seas un gato enojón. - Hwanwoong rió con el tierno apodo que Gunmin había pronunciado haciendo enrojecer al mayor.
- Gunmin... - Youngjo le rogó con la mirada y la forma en que pronunció su nombre indicaba que no lo avergonzara frente al rubio.
- Oh, oh, nada de gato enojón. Quise decir... - Gunmin movía sus ojos rápidamente, buscando una solución al problema. - ¿Niño enojón?.
Gunmin quiso sonreír, pero fue más una mueca que una sonrisa y Hwanwoong volvió a reír ante la inesperada situación en la que se vió envuelto.
Youngjo sentía que el enojo se le pasaba al escucharlo reír y pronto, se unió al rubio con una risa incómoda que terminó en una gran carcajada al darse cuenta de sus acciones anteriores.
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𝙗𝙡𝙤𝙣𝙙 𝙗𝙖𝙗𝙮 » 𝑦𝑜𝑢𝑛𝑔𝑤𝑜𝑜𝑛𝑔
Fanfiction𝐴 𝑌𝑜𝑢𝑛𝑔𝑗𝑜 𝑙𝑒 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑙 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑟𝑢𝑏𝑖𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑠𝑎𝑙𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝒉𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑜.