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❝ 𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙 ❞
Keonhee tomó asiento en el piso junto a Gunmin, frente al gran espejo que había en la sala de práctica donde se encontraban, descansando un poco antes de la siguiente lección de canto.
ㅡ ¿Sucede algo, Koni? ㅡ Preguntó Gunmin mirándolo mientras tomaba de la pajilla de su botella de agua.
Keonhee negó con su cabeza, suspirando antes de hablar. ㅡ No sucede nada, Gunmin.
Gunmin se inclinó hacia el frente para ver al menor que mantenía su ceño fruncido junto a un puchero y pellizcó ligeramente una de sus mejillas, obteniendo su atención.
ㅡ No te creo. ㅡ Dijo continuando molestándolo. ㅡ Dime que sucede.
ㅡ Nada. ㅡ Repitió Keonhee frenando a Gunmin.
ㅡ No me queda de otra. ㅡ Keonhee iba a responder, sin embargo, Gunmin comenzó a picar constantemente sus costillas y abdomen provocando que Keonhee empezará a retorcerse mientras reía a grandes carcajadas por las cosquillas ganándose miradas divertidas por parte de sus compañeros de canto.
ㅡ ¡Para! ㅡ Imploró tratando de alejarse.
ㅡ ¿Me dirás qué tienes? ㅡ Preguntó Gunmin dejando a Keonhee cuando este asintió en repuesta.
ㅡ Estaba pensando en mi hermano y Woongie. ㅡ Confesó Keonhee con un puchero.
Gunmin acarició su cabeza. ㅡ Verás que todo saldrá bien.
ㅡ ¿Tu crees?.
ㅡ ¡Por supuesto! ㅡ Exclamó convencido. ㅡ Además, sabemos que el sentimiento es mutuo.
Keonhee sonrió y se quedó mirando fijamente a los ojos de Gunmin desvaneciendo de a poco su sonrisa; Gunmin parpadeó un par de veces confundido antes de mirar a Keonhee de la misma manera, sintiéndose inmerso en los grandes ojos del menor.
