𝐸𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙 3

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Hwanwoong suspiraba acostado en su cama con su peluche favorito entre los brazos, una boba sonrisa en su cara acompañada de un notorio sonrojo en sus mejillas cada vez que pensaba en cómo sería su primer

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Hwanwoong suspiraba acostado en su cama con su peluche favorito entre los brazos, una boba sonrisa en su cara acompañada de un notorio sonrojo en sus mejillas cada vez que pensaba en cómo sería su primer... con Youngjo. 

Hwanwoong cubrió su cara con ambas manos dejando el peluche en su pecho chillando emocionado, pues le daba vergüenza decir aquella palabra en voz alta. 

Se destapó la cara y se sentó en su cama mirando el reloj de mesa que tenía, dándose cuenta de que faltaba poco para que el mayor llegara a su casa a recogerlo. Desde que empezaron a salir, Hwanwoong había amado al primer instante lo gentil, atento y cariñosos que se comportaba Youngjo con él; siempre procuraba que Hwanwoong se sintiera cómodo, o le daba sus grandes sudaderas cuando iba a su casa y no llevaba suéter.

Se levantó de un brinco de su cama, dejando a un lado el osito de peluche para dirigirse al baño donde tenía un espejo y observar nuevamente su aspecto. Últimamente, Hwanwoong se vestía más lindo de lo normal o trataba de cuidar de su aspecto.

Sin embargo, sus cabellos rubios alborotados de la parte trasera de su cabeza se arremolinaban en algo parecido a un nido de pájaros, señal de que había estado acostado en extrañas posiciones en su cama. 

ㅡ ¡Mamá! ㅡ Gritó tan fuerte como pudo, esperando con un puchero frente al espejo a que su madre fuera con él. 

ㅡ ¿Sucede algo? ㅡ Preguntó la señora Yeo en cuanto llegó apresurada. 

ㅡ Sucede ésto. ㅡ Hwanwoong señaló su cabeza provocando risas en su madre. 

ㅡ Por eso nunca debes de acostarte cuando ya te has arreglado para tu cita. ㅡ Canturreó mientras tomaba el cepillo de delicadas cerdas blancas para pasarlo por el montón de cabellos alborotados de Hwanwoong. 

ㅡ No es una cita... ㅡ Dijo Hwanwoong sintiendo el calor inundar nuevamente sus regordetas mejillas. 

ㅡ Si tu lo dices. ㅡ Hwanwoong iba a protestar, cuando el timbre de su casa sonó. 

Hwanwoong miró nerviosamente su aspecto por una última vez en el reflejo del espejo antes de agradecer y despedirse de su madre para caminar, o más bien correr, hasta la puerta. Se asomó por la mirilla para ver si realmente era Youngjo y cuando lo vio, casi se le cae el corazón a los pies al notar que llevaba un ramo de rosas en una de sus manos. 

Tomó el picaporte con las manos temblorosas de la emoción, pues a pesar de que ya llevaban meses juntos, aún sentía los mismos nervios cuando lo veía. Tomó un respiro y abrió, dejando ver al mayor una sonrisa de oreja a oreja. 

Youngjo extendió el ramo hacia él. ㅡ Te he traído un pequeño detalle. 

Hwanwoong sonrió aún más con sus mejillas carmín mientras aceptaba el ramo. ㅡ E-es muy lindo, gracias. 

Youngjo esperó a que Hwanwoong tomara una sudadera del sillón que era del mayor antes de que cerrara la puerta detrás de sí y entrelazara tímidamente su mano con la de Youngjo, sosteniendo con la otra las rosas. 

𝙗𝙡𝙤𝙣𝙙 𝙗𝙖𝙗𝙮 » 𝑦𝑜𝑢𝑛𝑔𝑤𝑜𝑜𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora