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A Hwanwoong definitivamente no le gustaba que Gunmin estuviera pegado a Youngjo.
Desde que habían llegado a la casa de los Kim, Gunmin y Youngjo se la pasaron riendo por algún tonto chiste, a parecer de Hwanwoong, por parte del amigo del pelinegro.
— Hwanwoong. — Habló Keonhee por tercera vez.
— ¿Qué dijiste?. — Preguntó.
— ¿Te sientes bien? ¿Estás enfermo?. — Hwanwoong negó con la cabeza repetidas veces.
— Estoy bien, me distraje. ¿Qué dijiste? — Insistió.
Keonhee asintió no muy convencido. — Te decía que ya terminé la tarea, vayamos a ver a Youngjo.
— No creo que sea buena idea, Koni.
— ¿Por qué lo dices?.
— Está con Gunmin, deben de estar ocupados. — Hwanwoong dijo con una pizca de tristeza que Keonhee notó.
— No creo que estén haciendo algo importante. Vamos. — Insistió Keonhee en ir a la habitación de su hermano, Hwanwoong aceptó a regañadientes.
— Hyung, ¿Podemos entrar?. — Preguntó entre abriendo la puerta de su habitación.
— Pasen. — Habló el mayor desde el interior.
Hwanwoong y Keonhee entraron, observando a los dos mayores estar aún en el escritorio de Youngjo con sus lápices trabajando en su tarea lo más rápido que podían. Hwanwoong sonrió aliviado cuando notó que ya no estaban tan juntos como antes.
— ¿Ya terminaron?. — Preguntó Gunmin hacia los menores.
— ¡Si, Hyung!. — Respondió Hwanwoong más animado.
— Esperen unos minutos, ya casi terminamos nosotros.
Quince minutos después, Youngjo y Gunmin guardaban los cuadernos en sus respectivas mochilas; Hwanwoong se mantenía observando las paredes de la habitación del mayor decoradas con posters, imágenes y dibujos de sus superhéroes favoritos y rió levemente siendo escuchado por Youngjo.
— ¿Algo gracioso?. — Preguntó. Hwanwoong negó con algo de pena y Youngjo se encogió de hombros, volviendo a lo que estaba haciendo.
— Hyuuuung. — Habló Keonhee alargando la palabra.
— ¿Qué? — Contestaron Gunmin y Youngjo al mismo tiempo, estallando nuevamente en carcajadas cuando lo notaron.
Hwanwoong frunció el ceño. — ¿Qué es tan gracioso?.
Keonhee a su lado negó con la cabeza. — Debieron de hacer comido mucha azúcar.
Hwanwoong asintió convencido ante el comentario de Keonhee, el cual le parecía bastante lógico puesto que no había mucha gracia en lo que sucedió.
