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- Youngjo hyung - llamó el pequeño Keonhee a la puerta de la habitación de su hermano mayor.
- ¿Qué quieres? - Youngjo, de 11 años, respondió con un tono exasperado. Keonhee lograba sacarlo de quicio.
- Se hace tarde para ir a la escuela - Respondió con inquietud en su voz.
Keonhee y Youngjo iban juntos a la misma escuela, y probablemente se quedarían en la misma hasta entrar a la Universidad.
Youngjo era un niño aplicado y tranquilo, siempre lograba sobresalir entre los tres primeros de su salón, ganándose elogios por parte de sus padres. Keonhee por el contrario a Youngjo, era un niño muy inquieto de 10 años; solía tener muchos amigos mientras que su hermano solo tenía dos.
Keonhee no siempre aparecía en los mejores del salón, pero lograba sobresalir por su melodiosa voz que era utilizada para las pastorelas navideñas y bailes de primavera que la escuela solía organizar.
Era normal que Keonhee entrara en el auto de su madre con algún amigo al finalizar la escuela. A Youngjo no le gustaba convivir mucho con los amigos de su hermano, excepto por los gemelos Dongju y Dongmyeong que eran muy tiernos y Youngjo quedaba asombrado al ver lo parecidos que eran cada vez que entraban a su casa.
Ese día sería igual, Keonhee había pedido permiso a su madre para llevar a un amigo dos días antes. Su madre, por supuesto que no se podía negar ante las peticiones de su pequeño talentoso.
Youngjo abrió la puerta de su habitación de golpe haciendo que su hermano se tambaleara hacia delante, siendo detenido por el mayor que lo miraba seriamente.
- Niños, se nos hará tarde - Habló Young Sun, una de sus madres, desde la puerta principal esperando por ambos. Youngjo suspiró sin ganas de ir a la escuela.
No era porque no le gustara, sino que al terminar las clases y volver a casa, su hermano y amigos no lo dejarían estar en el silencio de su habitación.
Así que sin ganas, subieron al auto y se dirigieron a la escuela. Youngjo se bajó rápidamente una vez que llegaron y esperó impaciente a Keonhee que se encontraba con su madre llorando falsamente para que lo llevará de vuelta a casa.
Finalmente pudieron avanzar y adentrarse a la gran escuela.
- Hyung - llamó Keonhee a su hermano quien respondió con un pequeño sonido. - Hoy irá a casa un amigo.
- Lo sé, nos contaste anoche en la mesa - Dijo Youngjo con cierta obviedad.
- Nunca lo he llevado a casa, hyung - Keonhee miró fijamente la expresión de sorpresa de Youngjo, satisfecho por dentro al ser la reacción que esperaba.
- ¡¿No eran todos tus amigos?! - Respondió escandalizado el mayor.
Keonhee rió, antes de responderle. - Él ya era mi amigo, solo que no encontrábamos el momento para reunirnos en mi casa, pero he ido a la suya.
