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Quisiera saber qué invade tu mente. No saberlo me está volviendo loco —Natsu.

Si hubiera sabido que las cosas resultarían de esta manera, habría hecho lo que sea para que Juvia no se fuera de su lado. No estaba de acuerdo con la noticia pero tratándose de Porliyusica no podía negarse, era como una abuela para él.

—¿Quieres que haga algo más por ti? —Ella se movió con elegancia hacía él, ahora se encontraba detrás masajeando sus hombros.

Admitía que Minerva era muy atractiva, además tenía muchos talentos ocultos no pensó que tomaría agilidad en el trabajo tan rápido.

Eso que hacía era muy relajante. Sacudió su mente antes de dejarse llevar. —Estoy bien, gracias por tu ayuda Dame.

—Puedes llamarme por mi nombre, no me molesta si eres tú. —Susurro cerca de su oído. Natsu dejo escapar un suspiro muy bajo para el oído de la mujer. 

Realmente esto no era lo que le importaba, habían pasado solo dos días y era una eternidad.

No había visto a Juvia solo en una ocasión hablando con Mirajane de los preparativos, se la pasaba preocupado por el momento en que lo atacaría que casi no podía ni dormir.

Maldita sea si se iba a vengar, que lo hiciera pronto. Odiaba estar esperando.

—tsu... —escucho a lo lejos. —Ats... ¡Natsu!

Reaccionó al instante, ¿En qué momento Minerva se había pegado abrazarlo? Su perfume lo estaba mareando, eso era incómodo. Bueno solo esperaba que no...

El sonido de la puerta, alguien tocaba. Creyó que sería Gajeel, que aún no le había contado lo que pasaba. Minerva alzó la voz para decir un “Adelante”.

Oh no, Juvia.

Su expresión era seria, como si fuera indiferente a lo que pasaba ignoradolo por completo, viendo claramente como la sexy mujer pegaba sus grandes pechos al pelirosa de forma tan descarada, con ese escote tan... Exagerado.

—J-Jushi no esperaba que tú... —Hablo algo nervioso, la peliazul solo lo miraba con seriedad sin admitir una palabra.

—Ah, creí que estabas en hora de trabajo. —Minerva sonrió victoriosa.

Natsu no sabía que hacer, no quería hacer sentir mal a Minerva pero no deseaba parecer un mujeriego ante los ojos de Juvia.

—Juvia es lo que parece pero... —Intento ocultar sus nervios, sentía que lo iba a matar con esa mirada.

—¿Qué? —Hablo seca, Natsu las había cagado.

—Q-Quiero decir... No es lo que parece nosotros no... —Buscaba una excusa por lo que se puso de pie, pero Minerva seguía pegada ahora a su brazo derecho, sintió sus pechos moverse y se sonrojo levemente.

—¿Necesitas algo Lockser? Estamos muy ocupados. —Esa sonrisa de orgullo y deseo por el chico, se mostró a la peliazul. Odiaba esa maldita sonrisa.

Le entrego una carpeta azul oscura al pelirosa para que le diera una revisada. Se mostraba seria y de alguna forma neutral. — Estos son los platillos, fueron escogidos en bajas calorías con las supervisiones del mejor nutricionista. Los acompañamientos especiales y las bebidas con el mejor alcohol de la ciudad. ¿Hay algo en especial que no sea del agrado del dueño y sub-dueño de Tártaros? ¿O de nuestro jefe? es decir, usted.

Natsu estaba impresionado, el trabajo de Juvia fue perfecto si bien su padre no es de molestar con la comida, pero en postres no le gusta las cosas muy ácidas ni muy dulces. Y su hermano no tiene gustos en particular mientras allá buen alcohol.

END GAME [Navia] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora