Capítulo 3

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Estando sentada en uno de los sillones, acariciaba a Maru quien descansaba su cabeza entre sus piernas. El tiempo que estuvo desmayada fue lo suficiente como para que fuera de madrugada y a pesar del proceso por el que pasaron para llegar allí no se sentía cansada en lo absoluto, más bien se sentía más viva que nunca. Era sorprendente como sus sentidos estaban tan afinados y sensibles.

Podía ver con claridad el torrente de energía y magia que fluían en el cuerpo de quienes la acompañaban y quedo impactada cuando vio el de Régis, el cual era mucho más abundante y poderoso. Ella podía sentir sus años de experiencia con tan solo verlo… tal vez eso era lo que todos veían cuando estaban cerca de él…

Haciendo que rebotara un poco el sillón. Vincent se sentó a su lado bastante cerca de lo que ella esperaba, pero no le molestaba, se sentía cómoda a su lado.

—Nunca había visto nada parecido —dijo admirando sus ojos fijamente.

—Porque nadie ha tenido una apariencia igual… bueno el manchón en el ojo de Morghan es similar, pero no son lo mismo… por cierto… —Régis la observo cruzándose de brazos y pasando sus dedos por su mentón — ¿Dónde adquiriste esa habilidad? 

— ¿A qué te refieres? Pensé que solo era un lunar o algo así.

Enzo se encontraba espatarrado en una silla muy cómoda observando con molestia a Vincent mientras el moreno hablaba.

—No me sorprende que lo notaras… más bien me extraño que no lo mencionaras antes.

Ella estaba en un sillón individual de piernas cruzadas admirando el asesinato visual que le lanzaba Enzo a Vincent.

—Lo iba hacer pero… surgieron otros sucesos y lo deje pasar.

Morghan sonrió ante su ligero encogimiento de hombros haciendo que Charlotte los mirara de forma sospechosa.

—Lo adquirí después de matar a otro Lord vampiro y tomar su poder, el cual me permite tener una regeneración más rápida de lo usual y modificar mi cuerpo de las maneras que se me antoje… —se quedo un segundo en silencio como si recordara algo —¡Ah! también puedo controlar cualquier objeto inanimado dándole vida a voluntad y crear alucinaciones sin necesidad de compeler , pero con los objetos es como si fueran títeres (risas) aunque… es divertido asustar a los demás con eso.

Termino negando con su cabeza sonriente al acordarse de sus aventuras.

—Eso quiere decir que has matado a varios Lores ¿cierto? —pregunto Enzo con gran interés.

—Sí.

— ¿Cuántos?

Ella quedo pensativa por unos instantes para verlo con grandes aires.

—Aproximadamente… unos ¿45? No llevo la cuenta algunos los mate con mi antigua pareja compartiendo el botín.

— ¿Por qué hacían algo como eso?, admito que no todos los vampiros que he conocido me han dejado la mejor impresión, pero… ¿no te pasaste un poco de la raya?

—Charlotte, mayoría de quienes matamos creaban grandes multitudes de sirvientes sin control, es decir clases E y atacaban al resto buscando soberanía, por eso tuvimos que… dar justicia por nuestras propias manos.

Charlotte no dijo más nada ante su explicación, entendía el hecho de que otros quieran imponer sus leyes a los golpes obligando a los más desfavorecidos, pero tampoco se quería enterar de cómo realizo su drástica limpieza.

Estando distraída hablando, su estómago rugió haciendo que se ruborizara y todos rieran un poco por su gran apetito. Con gran habilidad Régis simplemente toco una mesa expandiéndola y haciendo que aparecieran bocadillos recién hechos. Ella pudo sentir como el flujo que corría en su interior se agito por unos segundos provocándole un escalofrío por su espalda para volver a la normalidad.

Ciudad Prohibida. Reinado Eterno. Volumen IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora