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Hijo, pásame la salsa, porfavor — me dijo mi padre.

Aquí tienes — dije y le di lo que me pidió.

Gracias — volteo su mirada hacia mi madre — Las comida te salió riquísima, cariño.

Mi madre solo dió su clásica sonrisa débil.

Siempre he agradecido la familia que me dieron. Una madre cariñosa que amaba a su esposo e hijo y un padre que cuidaba a su familia.

Más tarde llegó un nuevo integrante a la familia, su nombre era Haru, había sido abandonado, mamá quiso cuidarlo y tomarlo como su propio hijo; y así fue, ahora éramos una familia de cuatro integrantes.

Años más tarde, el doctor nos dió la noticia de que habría una quinta integrante en la familia...

Más sin embargo, el cruel destino no dejo que la bebé naciera. Pues mi madre sufrió una caída que terminó en graves consecuencias...

Con la muerte del feto dentro de ella,
y la desgarradora noticia de que ya no podría tener bebés, mi madre cayó en una grave depresión.

Al paso de los años, mi padre murió por una enfermedad cardíaca que tenía.

Al igual, mi madre enfermó, fue entonces cuando mi destino y el de mi hermano cambió.

La necesidad del dinero para los gastos médicos, nos llevó a tomar un camino rápido y oscuro...

Eres bueno con el cuchillo — dijo aquel hombre  — Tu hermano no lo es tanto, pero, igual le puedo encontrar lugar.

Nuestro abuelo, Nakamoto Eiji, hombre del cuál mi padre trató de alejarnos toda su vida, fue el encargado de cuidarnos mientras mi madre estaba internada en el hospital.

El pertenecía a aquella famosa mafia japonesa, nunca nos dió dinero fácil, siempre nos dijo que teníamos que ganarlo, es así que comencé como asesino.

Unos cuantos puestos más arriba se encontraba mi jefe, quien me acogió y me trato como familia, incluso mejor que nuestro abuelo.

El me entrenó, y tres años más tarde, cuando yo tenía quince años, cometí mi primer asesinato.

Mi hermano, Haru, por otro lado, tenía un puesto más fácil, algo que el jefe le había dado, pues seguia estudiando; su trabajo consistia en contar todo el dinero que entraba y salía.

Y en eso consistia mi vida; por las mañanas iba a la escuela y por las tardes, al llegar, esperaba cualquier misión que me encargaran.

O así era, hasta que cuando iba a entrar a la universidad, mi jefe me obligó a dejarlos para concentrarme totalmente en el trabajo.

Seis años pasaron lentamente para poder juntar el dinero que necesitábamos, y la tan esperada última misión estaba al fin frente a mis ojos.

Asesinalo y por fin serás libre — suspiro — Ya sabes a lo que puedes enfrentarte Nakamoto, pasa un rato con tu hermano y tú madre si puedes.

Lo se — lo mire a los ojos — al fin la última misión, eh.

Así es, después de esta misión, si es que sales con vida , todas las personas que conociste aquí, no serán más que desconocidos, incluyendome.

Ex- Assasin Nakamoto Yuta | YuMarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora