Aire || Ewan McGregor ||-Escribiendo

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Una falda de cuadritos tipo escocés color mocka, una playera de manga larga y blanca, con un abrigo suavecito que parecía cobija para invierno de un marrón más claro. Botines oscuros y un maquillaje muy neutral, era su outfit indicado para el primer día de clases.
Se terminó de peinar, o más bien, alborotar esa gran cantidad de rizos que emanaban de su cabeza como una cascada de café y se dispuso a subir a desayunar junto con Ethan y Saddie.
Al salir se topó con Stacy quién bajaba las escaleras, al verla, la pelirroja esbozó una sonrisa de alegría pura.
Maya se emocionó y la saludó con un beso en la mejilla, la enfermera no paraba de decirle lo bonita que se veía.
Entre risas, volvieron a subir, Ethan se encontraba en la cocina de espaldas haciendo el desayuno, Saddie estaba sobre su mochila y la mesa somnolienta, su curso propedéutico empezaba ese mismo día y entraba oficialmente a la prepa la siguiente semana.
El problema, es que a diferencia de la secundaria, tenía que despertarse más temprano.

-Buenos días-sonreía la morena y le daba un beso en la cabeza a su amiga con pecas
-Sólo son días Maya-contestó susurrando y sin levantarse
-Buenos días-le contestó el saludo Ethan y se acercó a darle un beso en la mejilla. Su perfume con esencia de vainilla lo envolvió-Me tocó preparar el desayuno para ambas, huevo y hotcakes.

-Iré por el jugo-asintió la rizada llendo de regreso a la cocina
-Saddie Margaret Davis-habló Ethan observando a su criatura de una forma autoritaria-La mesa no es para dormir, en todo el caso el sillón.
-Papi tengo sueño ¿Y si no voy?
-Definitivamente tu sentido del humor no cambia en ninguno de tus estados-sonrío sarcástico-Anda cielo, no quiero discutir.

Resopló y se levanto como pudo.

-¿Quieres que ponga s Harry Styles para despertar con ganas? -le preguntó Maya dejando la gran jarra de jugo en la mesa
-¡Oh sí por favor!

Ethan terminaba de poner la mesa y miró a su hija sorprendido.

-¿Te gusta Harry Styles?
-Fue culpa de ella-sonrío la pelirroja con vista a la chica del abrigo café quién hizo una mueca de sorpresa-¿Puedes poner Two Ghosts, por favor?

En lo que ella pedía, Maya se adelantó y con su celular logró conectarse a las bocinas y poner la melodía en un volumen bajo regular, para desayunar tranquilos.
Los olores de huevos, tocino, hotcakes, miel, nutella, café y jugo infundadan el departamento, mientras comían, Stacy les contaba como le iba en el trabajo los días que no le tocaba llegar a la casa, compartieron recientes anécdotas de todos los sentidos. Partieron a buen tiempo, hacía algo de frío, Maya agradeció a su conciencia de haber pensado en ese maravilloso abrigo, Stacy iba abrazando a Saddie quién se iba durmiendo acurrucada.
Ethan repasaba el plan por sí, llegaba a darle algún tipo de ataque por más ligero que fuera. Equipada con medicamentos e inhalador, tenía que quedarse quieta y dirigirse a la enfermería más cercana. Si es que había más de una dentro del campus, porque ella sólo recordaba una nada más.

-Llámame, no se te olvide-indicaba Ethan sereno
-Sip, pero espero que eso no llegue a suceder, menos hoy-le decía ella acomodando sus cosas, alistándose para salir-De todas formas, estamos en contacto.

Lo último lo dijo con una sonrisa y el hombre le devolvió el gesto, pero realmente nadie lo preparó para lo que ella hizo. Se acercó y lo envolvió en un abrazo cálido y con el rabillo del ojo, pudo ver por el espejo que tanto Saddie como Stacy tenían los ojos ligeramente abiertos, observando en silencio.

-Nos vemos al rato, muchas gracias-se despedía ella abriendo la puerta-¡Adiós Stacy, suerte Saddie!
-¡Que tengas un excelente día cariño, disfrutálo!
-¡Te quiero, rompela con todo!

Salió y con una última sonrisa se despidió de ellos para después entrar al campus. Oh sí, ahora era ella sola. Checó su horario y guiándose por los edificios se dirigió al suyo y se metió al que creía era su salón.
Estaba un poco vacío, unas cuántas chicas al verla le dedicaron miradas sencillas.
En lo que daba la hora, se puso a revisar fotos, es lo que se dedicaba a hacer cuándo estaba aburrida, revisar Instagram, que realmente no tenía los grandes seguidores, solo Saddie; suponía que ahí definitivamente haría nuevos amigos.
Poco a poco se fue llenando el aula y aprovechó para tomarse su medicina.
La clase comenzó y realmente era lo típico, hablar un poco sobre la materia y la forma de evaluar.
Algunos se veían entusiasmados como ella, otros peleaban con sus ojos para estar despiertos. Y por supuesto, no faltó aquel que llegó tarde, típico.