El despertador marcaban las 7:45 am
Ethan con un último suspiro viendo al techo se levantó de su cama y se dirigió al baño.Se recargó en el lavabo mientras el agua de la regadera se calentaba, tenía la mirada en el espejo. Se quitó su ropa de dormir y se metió para disfrutar de la cálida ducha.
Tenía que llevar a Saddie a la escuela, ya eran las últimas semanas de clases y estaría en el secundaria.
Después de eso tendría una reunión con un doctor para revisar el último inventario que mandó a pedir desde su unidad de trabajo.
Sus rutinas se veían vacías desde que Mel partió, no había mucho movimiento en la casa a comparación de cuándo ella estaba, era un tema con el cuál lidiaba día y noche y más con Saddie. Pues a partir de ese momento sólo serían él y la niña.
—¡Papá ya está tu desayuno!—se escuchó desde la parte de arriba.
—Okay, ya voy—le contestaba Ethan.Su departamento era muy peculiar, enorme, precioso, las habitaciones estaban en la parte de abajo y eran muy amplias. Realmente era un lugar dónde tanto él como su hija disfrutaban estar. Se ponían a jugar distintos juegos, las escondidas, las atrapadas, concursos de talentos, noches de películas...
Subío las escaleras y se apresuró a ir a la cocina, su pelirroja estaba sacando sus sandwiches recién hechos.
—Hola papi—sonrió ella—Mira te preparé un rico y pequeño desayuno.
—Ya veo—sonrió él y le dió un tierno beso en la frente—¿De qué se trata ahora?Saddie le dió un mordisco saboreándolo.
—Mmmmmm—hablaba la niña—Se llama Cream Risuu
—¿Cream Risuu? ¿Sacaste la receta de internet?
—Nop, la acabo de inventar. Ahora comételo
—Okay—encogió los hombros para después morderle a su sandwich. Estaba esquisito—¡Oh dios mío! ¿Qué tiene?Saddie sonreía sastisfecha
—¿Sí te gustó?
—Esta delicioso cariño, pero por favor cuándo quieras algo de desayunar avísame, no quiero que te quemes o cortes.Su hija lo miraba extrañada y con el alimento a punto de tocar sus labios que estaban abiertos por la expresión de sarcasmo.
—Es un sandwich y ya no tengo 8 años—le contestaba mientras hacía una media sonrisa.
Ethan suspiraba observándola, no la culpaba en lo absoluto, era claro que ella quería hacer detalles para que él se sintiera mejor y que también demostraban que ella estaba bien.
—Okay, de acuerdo. Vámonos a la escuela entonces—se levantaban de la barra de la cocina para cada quién tomar sus cosas.
Abrieron la puerta para pedir el elevador y bajar hasta el estacionamiento. Ambos seguían comiendo su Cream Risuu y escuchando la banda favorita de Saddie, Los Rolling Stones.
—Me casaría con Mick Jagger—sonreía la niña en la ventana
—AH—se sorprendía él—Es más viejo que yo, y más feo.
—Sí, pero es hermoso
Ethan hacia una mueca de incomodidad.
—¿Qué me dices de Leonardo DiCaprio?
—Fuchi
—¿Tom Holland? Es un buen partido, es un muchacho muy guapo, se parece a mi cuando era joven
Saddie soltaba una carcajada ligera
—Claro que no, estas celoso.
—Tal vez—sonreía el hombre manejando—Pero yo sí estoy guapo
–—Aja—baciló su hija.Ethan se indignó jugando.
—¡Ey!—le hacía cosquillas adrede—¡Respeta a tu padre!
Todo el trayecto fueron cantando y discutiendo sobre los distintos novios de Saddie.
Ethan la dejó en la entrada de la escuela.—Te veo al rato linda, cuídate
—Gracias papi—ella le daba un besito en su mejilla
—De nada, pon atención en Álgebra
—Uh, intentaré—le contestaba ella cerrando la puerta. Ya se adelantaba cuando paró y regresó a la ventana—Papi...
—¿Mande cielo?Saddie lo miraba con una sonrisa sincera, sus pequitas resaltaban sus ojos verdes;era casi igual a Ethan. Casi
—Yo nunca te dejaré solo—él pudo detectar ese nudo en la garganta que todos tenemos cuándo no queremos que se nos quiebre la voz
—Lo sé,cielo, lo sé—le devolvió un sonrisa—Te amo
—Yo más, nos vemos...La vio alejarse con sus amigas para después meterse a la escuela. Saddie no merecía haber escuchado esa discusión, esas palabras duras de aquella noche, y esa culpa no sabía cómo quitársela Ethan de encima.
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Aire || Ewan McGregor ||-Escribiendo
RomanceHa estado encerrada 20 años en una casa hogar dónde la ayudan a mantenerse viva físicamente. Sus rutinas diarias se limitan a pasear entre los jardines. Y cuando menos se lo espere él la sacará de ahí, para hacerla cumplir su lista de deseos dentro...