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- ¿En qué demonios pensabas al traerlo aquí? -pregunto Seokjin, estaba molesto, nunca pensó que antes de salir al trabajo se encontraría con Jimin y que en sus brazos traía cargando a un omega que ni siquiera conocía.

Jimin rodó los ojos y soltó un suspiro, no sabía el por qué había tomado la decisión de llevarlo a la casa con todos, sabía que estaba cometiendo una gran equivocación, pero tampoco permitiría que alguien más le quisiera hacer daño, Wonju es un lugar al que le falta mucha seguridad, por lo cual el pequeño omega peligraba demasiado si es que lo dejaba simplemente en cualquier lugar del centro de Wonju.

- Lo despertarás -menciono Jimin tratando de que su amigo no le gritase-, tenía que traerlo, Mark pudo haberle hecho algo.

- ¿Desde cuando te importa lo que Mark haga? -Seokjin bufo molesto-. Ese imbécil se la pasa siempre en busca de omegas, sabes muy bien lo que hace, y ahora prácticamente lo haz detenido solo para salvar a ese omega -señalo al omega que se encontraba dormido sobre el único sofá que tenían en el lugar, estaba cubierto por unas mantas-, no puedo creer que hayas hecho eso.

- ¿Lo siento? Pero quería salvarlo.

- Nunca actúas de ese modo, ¿qué te ocurre? -Seokjin en verdad estaba molesto, aunque con aquel dulce aroma que desprendía el omega no podía concentrarse del todo.

El aroma de Yoongi era delicado y dulce, demasiado atrayente, un aroma que no era fuerte, pero que te hacía querer seguir oliéndolo una y otra vez, sin siquiera despegarte del omega, tal vez eso había hecho que Jimin llevase al omega a un lugar más seguro, pero tal vez también había sido una idea errónea.

- Lo ayude porque sé que él no es de por aquí -una perfecta excusa, la realidad era que Jimin le había llamado mucho la atención aquel aroma tan llamativo que el omega desprendía, pero también quería mantenerlo a salvo de los demás alfas que podían hacerle daño-. Por favor, deja que se quedé, por lo menos unos días.

Seokjin soltó un resoplido, miro hacía el omega que parecía un ángel con los ojos cerrados, sin preocupación alguna de por medio, no entendía como alguien como él podía haberse escapado o dado en Wonju, era extraño, demasiado para ser cierto.

Antes de que Seokjin diera una respuesta la puerta fue abierta, ambos alfas miraron detrás encontrándose con Namjoon y Hoseok que entraban a la casa, Namjoon frunció la nariz al sentir el aroma dulzón que el omega desprendía, y miro en dirección a aquel chico que estaba recostado en el sofá.

- ¿Qué? ¿Debería preocuparme por esto? -Hoseok miro hacía Namjoon estaba señalando, le pareció extraño ver a aquel chico, Hoseok no tenía un buen sentido del olfato, podía llegar inclusive a confundir un alfa con un beta y a un omega con alfa, no se podía confiar mucho en eso, de hecho había tenido problemas por eso.

- Por supuesto que no -dijo Jimin de inmediato.

- ¿A qué no? -Seokjin estaba enfureciéndose-. ¿Cómo puedes responder eso? ¡Por supuesto que debemos estar preocupados! Jungkook no sabe controlarse cuando siente que hay un omega en celo cerca, pero supongo se te ha olvidado.

La puerta se cerro con algo de brusquedad, Yoongi despertó en aquel momento debido al ruido estruendoso, parpadeo un par de segundos antes de encontrarse con la mirada algo aterradora del que había llegado a aquel lugar.

- Taehyung lo haz despertado, imbécil -menciono Jimin enojado por las acciones de su amigo.

- ¿Y? -miro a Hoseok-. ¿Qué se supone que esta pasando aquí?

- Pasa que Jimin ha traído a un omega en celo y posiblemente Jungkook no se controle muy bien si esta de regreso -respondió Hoseok-, por cierto ¿dónde está?

Los Caballeros Del PríncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora