Imaginas: Sueña Con Michael Jackson [#2]

Abuso [Sad]

2003 - Era Invincible - Tienda de magia en L.A.

"Algunas de las cosas más buenas comienzan en momentos muy malos". Cómo la siguiente historia.

(No apto para personas demasiado sensibles)
...

—¿Y cuánto cuesta esto? Preguntó Michael muy animado mientras veía una pequeña linterna brillante de bolsillo.

El vendedor gruñó con enfado y se retiró, ya era la décima vez que le preguntaba el precio de algún producto, un mal vendedor a mi parecer. "Amargado" susurró él rodando los ojos, a lo que su guardaespaldas rio.

—Aún no entiendo que estamos haciendo aquí, señor —comentó Bill mirando a su jefe, el cual estaba concentrado revisando los kits y juegos de magia, es algo que siempre le ha gustado—. Bien, entonces iré a revisar el perímetro si no es mucha molestia. Se alejó.

Él seguía en lo suyo. Después de su regreso a la industria musical, pasados muchos años, fue atacado severamente por varias familias con las que convivió entre los años 2000 y la actualidad.

Todo el tema de las demandas por abuso infantil en su contra lo ponían cada vez más estresado, quería acabar con eso de una buena vez.

Sintió la mirada de alguien por encima de su hombro. Miró hacia atrás, encontrándose a un chico con un rostro pícaro, él tomó algunas cosas, como si fuera a comprar algún producto.

Fue hacia otro lugar de la tienda por mera incomodidad, el tipo lo siguió lentamente, aún con esa sonrisa y mirada picante encima de él.

Su corazón comenzó a latir más rápido, casi hasta siente que se saldría de su lugar. Se dirigió hacia otro rincón de la tienda, fingiendo estar muy interesado por unos llaveros cerca del mostrador.

El sujeto sonrió aún más cuando vio que su víctima no tenía escapatoria alguna, se acercó despacio, topando su rostro con el cuello de Michael. Podía sentir su respiración caliente cerca de su oído, lo que le ponía los pelos de punta. Aunque trató de no verse vulnerable, por dentro sólo tenía ganas de gritar, pero no se dejaría caer.

Sin embargo, todo ese pensar cambió cuando el sujeto dejó las cosas que traía en mano encima del mostrador y murmuró sensualmente cerca del oído de Jackson: "Eres tan sexy... ¿sabes? Cuando salgamos de aquí te voy a follar sin piedad, muñeco". Michael rápidamente intentó retirarse, pero el sujeto recargó sus dos manos en el mostrador, dejando al cantante atrapado entre sus brazos y de espaldas a él.

—No vas a escapar, muñequito —susurró de forma pícara, comenzando a rozar su parte íntima con el trasero de Jackson—. Ya me enteré que te gusta violar niños. ¿Qué tal si esta vez yo te violo a ti?

—Y-yo no hice nada de e-eso —tartamudeó él, soltando unas cuántas lágrimas. Sin otra alternativa recargó sus manos en el mostrador al igual que el chico—. P-por favor, d-detente. T-te lo ruego.