Imaginas: Sueña Con Michael Jackson [#2]

Baby

Era un día para nada fuera de lo normal, bajé de mi auto y entré a mi hogar. He tenido náuseas en estos meses, todo a causa del embarazo. Me embaracé de mi actual pareja, Michael.

Aún estamos en el noviazgo y tenemos planeado casarnos después de que nazca el bebé. Tengo cinco meses de embarazo, agacharme si que era trabajo difícil, mientras mi vientre crecía más y más era aún más difícil.

Michael me pidió que saliera un rato, así que había ido con mis amigas al centro comercial.

Mis pechos dolían en ocasiones, ya que se estaban llenando de leche materna para cuando naciera mi criatura; pero aveces se llenaban tanto que causaba dolor, sentía ese hormigueo. Esperaba tanto llegar a casa para sacar todo eso y poner fin a mi sufrimiento. Esto ya se lo había comentado a mi novio anteriormente, lo cual le sorprendió un poco.

Subí las escaleras, estaba a punto de dirigirme al baño; hasta que una de las puertas se abrió de la nada, justo la habitación que sería para el bebé. Me asusté por un momento, tal vez era un espíritu rondando por la casa. Me acerqué a la puerta y casi muero...

Y hasta aquí el imaginas de hoy, espero que les haya gustado. Nos vemos.

Es broma, sigamos. •3•

Casi muero de ternura al ver a Michael en lo que parecía ser una «cuna» ¿gigante?

Observé a mi alrededor. Todos los muebles típicos para un bebé sólo que en tamaño adulto. "¡¿Qué rayos está pasando aquí?!" pensé.  Se supone que esta habitación debería de estar vacía aún.

—¿Michael, qué es todo esto? —le pregunté. Él no respondía, lo analicé mejor y pude notar que traía algo en la boca—. ¿Y por qué tienes un chupón? Estaba completamente confundida.

Reí un poco al ver mejor las cosas, hasta había puesto una manta debajo de sus brazos para que la madera de la cuna no le raspara. Me acerqué discretamente, él no me quitaba la mirada de encima ni por un segundo. Sus ojos reflejaban tanta ternura en estos momentos, completamente inocentes, como los de un niño.

—Mami. Me saludó él quitándose el chupón de la boca. Lo dijo con un tono de bebé tan lindo que... uff... pensé que me desmayaría en ese mismo instante.

—Hola, cariño —nos dimos un corto beso en los labios—. ¿Eres un bebé ahora, eh? Él asintió en respuesta, volviendo a poner el chupón en su boca.

Acaricié su carita, tenía la piel tan suave, hasta podrías usarlo como un oso de peluche en las noches frías. Michael sonreía ante mis caricias.

—Ven, vamos a la cama. Le dije mirando el lecho al lado de nosotros. Bajé la pequeña «puerta» de la cuna para que él pudiera salir, y así lo hizo.

Nos acostamos uno al lado del otro. En eso sentí de nuevo el dolor en mi pecho, ese hormigueo un tanto fuerte. «Aaah. Me quejé mirando mis senos, estaba a punto de levantarme e ir al baño; pero Michael me detuvo frotando su cabeza contra mis pechos» Me sonrojé con rapidez.