—Feliz Navidad, mamá —le susurró Yibo en el oído, esa era la única noche en que Carman se permitía fumar un cigarrillo, ambos en la terraza de la casa de su padre, mirando el cielo nocturno, que pronto se iluminó con miles de fuegos artificiales.—Feliz Navidad, cariño —contestó ella suavemente expulsando el humo de sus labios rojos por el labial que se había aplicado esa noche, Yibo la imitó, amaba esa noche de todos los años cuando podía fumar con tranquilidad junto a ella, rodeo suavemente sus hombros, ella automáticamente apoyó su cabeza en su hombro suspirando ligeramente.
—¿Qué pasa mamá? —preguntó él mirando los últimos vestigios de las lucecitas de los fuegos artificiales.
—Estás tan distinto, hijo —dijo ella sonriente—, te conozco tan bien, tus ojos cuando me miran jamás mientes, ¿Por qué estás tan ansioso?
—Mamá... —fue interrumpido por la aguda y cristalina risa de su esposa que les llegó desde dentro, Yibo quiso bufar de exasperación, pero se abstuvo.
—¿Es por ese chico, el modelo verdad?
—No, mamá...
—Cariño, no trates de mentirme — interrumpió ella acariciando el rostro de su hijo—, no funciona conmigo —Yibo recordó la cantidad de veces que le había dicho eso a Xiao Zhan, y ahora lograba sentir un poco la desesperación que traía el verse incapaz de ocultar con una mentira lo que se sentía en verdad, viendo la realidad desde el otro lado.
—¿No estás decepcionada?
—¿Por qué debería estarlo? el amor es algo tan impredecible, cuando yo me enamoré de tu padre no lo hice por su encantador físico, que por cierto heredaste —Yibo sonrió autosuficiente—, sino por todo lo que hizo para conquistarme, no tienes idea de cómo se humilló ante sus amigos que lo creían el player del milenio o algo así, cuando lo veo, no veo su exterior, si no el interior, sus maravillosos defectos y virtudes, que me hacen feliz cada día, si hubiera sido una mujer quien me hubiese logrado enamorar yo me hubiera fijado en lo mismo, no en el exterior.
—Mamá, eso es algo perturbante...
—Sólo porque soy tu madre —sonrió ella—, jamás me decepcionarás Yibo, eres lo más importante de mi vida, eres mi hijo y te amo.
—También te amo mamá, pero en verdad esto no es nada...
—Al principio creí que en verdad no era nada, pero ahora es diferente Yibo, tu mirada no puede mentirme, estás ansioso por verlo de nuevo, hijo confía un poco en mí. y dime ¿Qué significa ese chico en tu vida? —Yibo no dijo nada, se quedó mirando la ciudad a sus pies, recordando las palabras de Xiao Zhan, sólo sexo, casi podía escucharlo en su mente.
Pero de alguna manera Xiao Zhan era algo más que solo sexo para él, quizás el hecho de que fuese hombre lo hacía más emocionante, no sabría decirlo, cuando estaba en la universidad solía acostarse con chicas distintas cada vez, sin repetir, pues una vez que había cometido el error de repetir la chica en cuestión segundos comenzó a exigirle exclusividad, y él no estaba de humor para tener sexo con una misma chica, en el presente, con su ahora esposa se había acostado no más de diez veces en lo que llevaban de casados, y a pesar de que ella aparentaba que todo marchaba bien entre ellos, y le exigía fidelidad, sabía que Qi Yu era consciente de que él no le era fiel, y él sabía que ella debía andar acostándose con otras personas, mientras dejara de joderlo por él todo bien.
Pero con Xiao Zhan era distinto, quería tomarlo una y otra vez, perderse en la suavidad de su piel, morir escuchando sus gemidos, sentirse rodeado por su estrechez incomparable con cualquier otra, quería besarlo hasta hacer sangrar sus labios, mientras más tiempo compartía con el pelinegro, más se convencía a sí mismo de que no deseaba alejarse de su lado, totalmente contrario a lo que pasaba con sus amantes ocasionales, cuando lo único que quería era alejarse después de tener sexo con ellas.
ESTÁS LEYENDO
Slave To Your Scent
FanfictionWang Yibo desde joven fue una persona... bueno no hay mejor palabra para describirlo que "Indomable", siempre inquieto, nunca estático en el mismo lugar, ¿que era lo que mas aborrecía?, la responsabilidad, la rigidez, como paredes encerrándolo impid...