Baboo!

Capítulo 5

Era media semana cuando fue llamada a la sala de profesores

-Señorita Yamada, tengo aquí los resultados de sus exámenes- le mostró un sobre

-¿Y bien?- por alguna razón, se sentía ansiosa

-Parece que está al corriente en todas las asignaturas, excepto en esta

Le indicó cuál era y también que, a pesar de que había llegado hace poco, el periodo de evaluaciones estaba cerca

-Deberá estudiar duro si no quiere perder esa materia

Con ese pensamiento salió de la oficina y se encaminó a su salón, al llegar no encontró a nadie, ya que era la hora de educación física y debía alcanzarlos

No podía decir que se sentía del todo cómoda ahí, frente a tantos hombres (incluyendo a los de otro salón porque esa clase la tomaban ambos cursos) y con un uniforme que al parecer no era de su talla, ya que le quedaba un poco ajustado en algunas partes que hubiese preferido disimular

-La clase ya va algo avanzada, así que comience por correr

El entrenador daba miedo, sólo hizo lo que le pidió y cuando él mismo la llamó de regreso, paró

-Me enteré de que es la protegida del profesor Fujinuma, pero déjeme decirle que conmigo no tendrá ninguna consideración por el hecho de ser mujer, la primera semana se lo pasaron porque era nueva, pero ya es hora de que se integre a la clase

Otros minutos de ejercicio pasaron, no tenía problema con ello, como hija de los Yamada, recientemente también había recibido clases de defensa personal, por lo que no estaba tan mal en cuanto a resistencia, pero no podía desarrollar los ejercicios como hubiese querido debido a su incomodidad.

Ya que sólo había desarrollado eso, resistencia, pues nunca había peleado con alguien.

Sin embargo, ese día jugarían futbol, algo que realmente no se le daba, podría decirse que hasta era pésima en ello

Gracias al cielo, Yacchan la había integrado a su equipo, y se pasó salvándola de todos los ataques

-Pareces realmente un imán de balones- le dijo al final del partido

-Lo sé- aún estaba nerviosa- ese partido fue una de las cosas más escalofriantes que he vivido

Se dirigieron a la parte trasera del patio para asearse

-Lamento que no puedas ir a las duchas- le dijo secándole el cabello a la pelinegra- pero no sería seguro, los chicos aún no están listos para eso

-Me imagino que tanta abstinencia debe tenerlos locos- se burló un poco- gracias por acompañarme, no es necesario que me cuides siempre, bastante has hecho por mí

-Me preocupa tu bienestar, no soy un loco sexual como muchos en esta escuela- tomó su mano delicadamente- además...

-KAI!- llegó corriendo el castaño- te traje una toalla, pero creo que ya no la necesitas

-Gracias Toono- soltó la mano de su acompañante para tomarla- me servirá bastante para lo que resta del semestre

-¿Interrumpí algo?- dijo confuso

'Realmente no te das cuenta de nada, maldito perdedor'- No Toono, sólo le decía a Kai-chan que en esta escuela hay cosas que no deberían llegar a ella, ya sabes, impuras- dijo con fingida preocupación

No sabe si fue su imaginación, pero ese comentario realmente le pareció duro, y aunque el castaño sonrió, algo en sus ojos no parecía sincero, creyó que tal vez necesitaban su espacio

-Iré a buscar algo de beber- comenzó a caminar- los veo en el salón

Mientras regresaba al edifico se fijaba en su entorno, aún no se acoplaba bien, y faltaba un rato para que la siguiente clase comenzara así que pensó que sería buena idea conocer un poco más

Se sentía extraña sin sus acompañantes, realmente casi nunca estaba sola

A unos metros vio la espalda de un chico que estaba en su mismo pasillo, al parecer estaba vigilando a algo que se encontraba al doblar la esquina, la curiosidad fue mayor y se posó detrás de este.

Del otro lado estaba un grupo de chicos charlando, nada extraño, pensó, incluso entre ellos se encontraba el rubio grosero de la vez pasada, por lo que decidió no pasar por ahí y seguir de lado

El chico al darse cuenta de que había alguien junto a él, pegó un pequeño brinco y no gritó por poco

-Tranquilo, tranquilo- intentó calmarlo viéndolo directamente a sus ojos, eran del verde más intenso que había visto en su vida, o bueno, el único ojo que alcanzaba a ver, ya que el otro era tapado por su cabello negro- ya me iba- le dio un suave apretón en el hombro y siguió su camino- suerte

Fue a una maquina dispensadora y de paso compró un par de dulces

Cuando faltaba poco para llegar a su salón fue interceptada por el presidente de Teatro

-Kai-san

-¿Sí?

-Te unirás esta semana, ¿Verdad? Comenzamos el jueves- le extendió una hoja- ahí viene el reglamento, entre otras indicaciones

-Gracias presidente- la tomó muy emocionada- no faltaré, nos vemos

Al llegar, pudo notar que a diferencia de Yacchan, Toono parecía decaído, incluso cuando intentó entablar una conversación con él, este respondió seco y cortó su charla

Quería preguntar si fue a causa de algo que haya pasado con Yacchan, aunque no estaba del todo segura, ella creía que pasaba algo entre ellos dos y Yuu, sin embargo, prefirió no tocar el tema

El resto del día pasó y al salir, Yacchan se ofreció a acompañarla a su cuarto, pese a que ella quería hablar con Toono, aceptó, no quería presionarlo

-¿Estás aburrida?, ¿Quieres hacer algo?- le dijo él al llegar

-Gracias, pero las evaluaciones comienzan la siguiente semana, preferiría estudiar un poco

-Bien, entonces nos vemos después

-Oye, Yacchan- lo paró antes de que se fuera- ¿Pasó algo con Toono? - no quería sonar a reclamo, pero al parecer así fue

- ¿Te parece que le hice algo? - por un momento se olvidó un poco de su máscara adorable, no podía creer que ella también prefiriera a otra persona antes que a él

-No me refería a eso- le contestó algo confundida por el cambio de actitud- sólo creí que quizá te habías percatado de qué le pasaba, pero está bien, disculpa, no te molestaré más con eso

-Espera, Kai...

-Hasta mañana