Capítulo 23

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-¿Nana?- llamó mientras le cepillaba el cabello

-¿Si, señorita Yamada?- se corrigió al ver su puchero- disculpe niña Kai, lo que pasa es que nos hemos visto tan poco...

-Espero que me estés extrañando mucho- bromeó

-Como loca, al igual que Frank

Eso causó una sonrisa genuina en la chica, se podría decir que ellos dos son las personas más cercanas a ella desde su infancia.

-Nana, ¿Mis papás... ummm... se gustaban?- soltó de pronto, ganándose una mirada curiosa

-¿A qué viene esa pregunta?- dijo después de una corta risa, que frenó después de ver el sonrojo de la chica- ¿Tiene algún otro fin?- terminó de tejer su cabello

-N-no... bueno sí- fue hacia su cama y se sentó- ¿C-cómo sabes que quieres a alguien?

-¿Hmm?, sólo lo sabes

-P-pero... ¿Cómo... cómo sabes si t-te gusta? - se cubrió la cara con un peluche, esto era muy vergonzoso

-¿Por qué no vas con tu madre a que te cuente eso?- le sonrió

-¡Me matará!- se metió en sus cobijas- además tú sabes que no tenemos un gran lazo familiar, no les tengo confianza- fue sincera- ahora tengo un lío en la cabeza como para escuchar sus regaños

-Kai, seré directa- acarició su cabeza y la otra sintió- desde ayer que llegaste has estado distraída, ¿Crees que no pensamos en que al salir de casa sería inevitable que te gustara alguien?

-Shhh, baja la voz, nana- dijo con un dedo en los labios- si mis padres se enteran, es posible que me saquen de la academia, además- agregó desanimada- ni siquiera han querido cenar conmigo, en realidad, no los he visto, sólo supe que volvieron hoy a casa

-Sólo están cansados, mi niña- la calmó- ¿Por qué no les preguntas en tu próxima visita?

-Porque, nana- llamó casi impaciente- la próxima vez que venga, habré terminado mi estancia en la academia- explicó- ¡No quiero irme de ahí sin saber si me gusta Yuri!

-Con que Yuri... ¿Eh?

Inmediatamente se llevó las manos a la boca, su rostro parecía un tomate, se metió a la cama y se cubrió hasta las orejas con la manta. Menos mal que no se le escapó que era un internado masculino, eso era un secreto entre Frank, la escuela y ella.

Estuvo un momento así, no sabe cuánto tiempo pasó, sólo que de pronto alguien le retiró su escondite del rostro.

-¿Quieres que te cuente una historia, Kai?

-¿Como si fuera una niña pequeña?- se acomodó y recargó en el respaldo- por supuesto que sí

La nana de Kai había sido primero la nana de su madre, por lo que sabía toda la historia de amor entre sus padres, ellos habían estado comprometidos desde el nacimiento, al principio, como normalmente pasa en estos casos, se detestaban, pero con el pasar de los años y la convivencia, los sentimientos se transformaron en algo distinto.

-¿Por eso creíste que yo... ummm?

-Sí- rio un poco- tú y tu madre son iguales, ella también se la pasaba tarareando por toda la casa cuando regresaba de pasear con tu padre

-No puedo siquiera imaginármela

-También se le ponía el rostro colorado- pellizcó su mejilla- y se negaba rotundamente a decir que estaba enamorada de él

-Y-yo no estoy enamorada- susurró

-¿No?- debería intentar otra manera- bueno, es posible que esté sacando conclusiones precipitadas- no recibió respuesta- ¿Por qué no me cuentas más?

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