Capítulo 10. Amenaza

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-Jack. -Dijo Elsa intentando soltarse. -No puedo estar afuera.

-Entonces déjame entrar. -Elsa miró a su alrededor nerviosa. -No te voy a soltar. Es más, sino me dejas entrar voy a gritar.

-Jack, por favor... -Jack tomó aire y Elsa inmediatamente con su única mano libre intentó callarlo tapando su boca. -Muy bien, pero guarda silencio. -Jack se sonrojo al sentir la mano de la princesa presionar contra sus labios.

Jack se levantó con cautela, y detrás de Elsa entro al cuarto que no había cambiado nada desde que se fue, inspeccionó con cuidado cada rincón y se preguntaba en qué momento Elsa se había hecho tan ordenada, la miro por el rabillo del ojo y aunque se suponía que su antigua mejor amiga estaba ahí, en ese mismo cuarto un golpe a la realidad le hizo darse cuenta que no eran la misma persona. Aunque eso ya lo sabía, muy dentro de él esperaba que no fuera así, pero ni siquiera su forma de hablar coincidía con la pequeña niña que solía añorar.

Elsa espero parada a mitad de su cuarto a que Jack dijera algo, pero eso no ocurrió. Mientras él se paseaba con la mirada Elsa aprovecho para mirarlo bien en silencio. Estaba sorprendida de lo mucho que había crecido, ahora era todo un joven apuesto, sus piernas delgadas plantadas en el piso sin moverse le parecían bonitas, todo en él era como verlo por primera vez, se sonrojo al darse cuenta de sus propios pensamientos.

-¿Jack...?

Jack por fin volteó y sonrió ampliamente, ella se sintió de cierto modo comoda, no importa cuanto cambiará, esa sonrisa seguía siendo la misma.

-Mirate, estás preciosa. -Dijo finalmente Jack.

-Gracias, Jack. -Respondió la princesa agachando la mirada.

-¿Era tan difícil hacer ésto desde un principio? -Jack intento acercarse a ella pero Elsa dio un paso hacia atrás mirándolo con miedo. -Está bien, estamos bien. -Jack estiró su mano hacia ella.

-No puedo, no quiero hacerte daño.

-Tranquila, sin prisas. Mira... -Se sentó en una esquina de su cama y palmeó su lado invitándola a sentarse. -Ven, no puedes correr sin aprender a gataer.

Elsa rió tímidamente tapando su boca con mano y sentó a su lado.

El ambiente entre ellos era demasiado denso, no sabían por qué pero se sentían incómodos y se notaba en la temperatura del dormitorio que había descendido.

-¿Desde cuando eres tan tranquila? -Preguntó Jack girando su cabeza para poder encontrar sus ojos con ella, Elsa lo miró unos segundos y sintió como sus pupilas inmediatamente desviaron el contacto visual con él, casi de forma inconsciente.

-No sé de qué hablas...

-¿Qué sucedió? ¿Por qué te encerraste aquí?

Elsa calló.

-¿Por qué tus padres me alejaron de ti?

-¿Por qué aceptaste irte? -Suspiró ella.

-Porque no me querías junto a ti y yo... Yo estaba pasando por momentos difíciles. No podía negarme.

-Entonces por qué me reclamas ahora. -Jack no supo responder, Elsa se levantó y abrió la puerta de su cuarto.

-Te voy a suplicar que te retires.

Jack comprendió que tal vez aún no era tiempo para ambos de sincerarse, era como si dos desconocidos estuvieran empezando a conocerse, y eso lo hacía sentir demasiado triste. Se levantó sin decir más y camino hasta afuera de la puerta.

-Que descanse, princesa.

Elsa cerró la puerta al escuchar los pasos de Jack alejarse y movió la cabeza para despejar sus pensamientos, su corazón se sentía vacío y un nudo en el estómago hicieron que una lágrima se escapara, y logró de milagro retener a las demás.

(...)

-¿Ya se va? -Bella corrió hacia David que caminaba por los jardines del castillo.

-Eso planeaba. -Respondió educadamente. -¿Usted lleva mucho tiempo trabajando aquí?

-Un tiempo, sí.

-¿Qué ocurre con el tutor de la otra princesa y la reina?

-¿Jack? -Bella se sorprendió. -No estoy segura, y tampoco creo que sea educado hablar de esto. Pero es curioso... -David la miró, aquella chica no era tan alta y él fácilmente podía ver sus pestañas desde arriba, que eran demasiado largas. A decir verdad desde que la había visto supo que ella era muy bonita.

-¿Que es curioso? -Preguntó colocandose su americana.

-La señorita Elsa ni siquiera sale de su cuarto y ya puedo ver que es muy popular. -Dijo tímida.

David rió ante el comentario de la chica y metió las manos dentro de las bolsas de su pantalón.

-Bueno, al final de cuentas es la princesa que heredará el trono. Es natural que lo sea.

- Lo sé, en todo el tiempo que llevo trabajando solo la he visto un par de veces y hasta yo pienso que es hermosa.   -Rió y acomodo avergonzada los cabellos que se escapaban de su coleta por los costados.

-Usted también es hermosa. Hace honor a su nombre, no se sienta mal. -Dijo él inclinando un poco su cabeza.

-Pero yo no lo decía por mí. -Se sonrojo Bella.

-En cualquier caso por quién se debería preocupar es por ése amigo suyo.

-¿Por Jack? Ah, descuide. Es un niño encantador, si se da el tiempo podrían llevarse bien.

-Lo dudo, solo manténgalo lejos de mí y todos sobreviviremos. -Respondió con una sonrisa bastante pasivo agresiva que hizo sentir escalofríos en Bella. -No tengo ninguna intención de jugar con él a ver quién se queda con la princesa pero si continua haciéndome enojar voy a terminar cediendo.

Bella se sorprendió.

-No creo que Jack esté jugando a eso... Y no creo que deberían hacerlo en todo caso, ¿Lo que me acaba de decir es una clase de amenaza?

Debido al aire, sus cabellos de Bella volvían a despeinarse, David se acercó y los acomodo nuevamente detrás de su oreja, haciendo que Bella diera un pequeño brinco.

-Tomenlo como un aviso. Deberías correr ahora mismo a decírselo a tu amigo. -Bella trago saliva, David se incorporó y camino hasta la puerta de salida.

Bella se quedó ahí parada helada, cuestionandose qué debía hacer.

Llamado Del Corazón. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora