Llamado Del Corazón. (Pausada)

Capítulo 9. David.

-Escuche, joven -Kai rasco con estrés su mejilla intentando no explotar del enojo. -Solo estoy diciendo ésto por su bien. Aléjese de la princesa. Ella no tiene interés de volver a ponerse al día con usted.

Jack sintió que alguien lo había acuchillado, pero no se podía concentrar en su regaño por la ansiedad de pensar que aquel nuevo tutor ya estaría con Elsa platicando.

-No se ofenda, pero hasta que ella no me lo diga directamente, considereme su nuevo tutor también. -Jack tragó saliva y juntó sus manos como último recurso. -Por favor.

-¿Tutor de qué? -Suspiró finalmente Kai.

-De lo que sea, estoy preparado. Lo dejo en sus manos.

-Espere, joven. -Jack se detuvo a mitad de puerta. -No le prometo nada. Solo hablaré con la princesa.

-Con eso me basta. -Le sonrió acambio y salió disparado ignorando por completo a Bella que curiosa quería saber que había pasado ahí adentro.

Elsa daba vueltas por todo el dormitorio demasiado inquieta jugando con un par de guantes entre sus manos hasta que escucho el sonido de la puerta, unos tímidos toques resonaron y una voz elegante pregunto por ella.

-No puedo creer que acepte ésto. -Dijo en voz baja poniéndose los guantes. Kai había insistido en conseguirle un tutor de gramática no porque lo necesitará sino porque debía intentar estar frente a desconocidos sin congelar todo.

Aclaro su voz.

-Adelante. -Dijo tomando su distancia.

-Disculpe la demora princesa... -Entró aquél chico cargando su americana entre su brazo.

-¿Hablo con el consejero del palacio? -Preguntó ella sería estudiándolo sin parecer grosera.

-Sí, su majestad. Conozco los protocolos, no tiene que preocuparse por mí, sé guardar mi distancia.

-Entonces... -Elsa relajó por fin sus brazos. -¿Cuál es su nombre?

-David. -Se acerco a la mesita de estudio de Elsa donde puso sus cosas.

-¿Solo David?

-Significa "El elegido por el señor"- Elsa resopló intentando no reír. - ¿Sabe que significa su nombre?-Ella alzó los hombros curiosa. -La que es ayudada por Dios.

-No sabía... Pero no me queda.

-Yo creo que nos queda bastante bien. Entonces... -David coloco unas hojas en el escritorio y se alejó dándole paso a Elsa, ella se sentó y las leyó por encima. -¿Me ayuda con este pequeño examen? Solo para saber desde donde debemos arrancar.

Elsa estaba a punto de comenzar a escribir cuando volvieron a llamar a la puerta.

-Yo atenderé, no se preocupe. Usted responda eso. -David salió sin abrir demasiado la puerta para no desconcentrar a su alumna y se sorprendió al ver al joven que hace unos minutos atrás había interrumpido su encuentro con el consejero.

-Espero que interrumpir conversaciones ajenas no sea su pasatiempo.

-Jackson, me llamo Jackson. -Jack le estiró la mano y David la miró unos segundos. -Descuide, no muerdo.

David rió ante su comentario y tomo su mano.

-David.

-Perdón, soy tutor de Elsa también. -Toció Jack soltando su mano y David frunció el ceño.

-¿Desde hace cuánto? ¿Hace 5 minutos?  Escucha amigo, no sé qué está pasando aquí o cual sea tu relación con la princesa pero no me gusta que me interrumpan en mi lugar de trabajo. Que tengas buen día. -David lo abandonó cerrando la puerta detrás de él y Jack había querído detenerlo pero se topó con la puerta casi golpeando su nariz.

-¿Estás bien? -Preguntó Bella alcanzandolo, Jack asintió y suspiro sentándose en el piso mirando la puerta. Bella rió discretamente. -¿Qué haces? ¿Planeas quedarte hasta que salgan?

-Aunque me quedé diez años aquí sentado. -Resopló Jack.

-Muy bien, pero intenta estar en movimiento no sé te vayan a acalambrar las...

-¿Las qué? -La miró Jack confundido.

-Las piernas, Jack. Tiene que circular bien la sangre por tus piernas. Te dejó, tengo que hacer cosas, me cuentas después como termina ésto, ¿Ok?

-Bella...

-Dime, Jack.

-¿Crees que soy guapo y elegante? -Bella se sonrojo un poco al escuchar la directa pregunta de Jack.

-Yo... Bueno. -Toció y Jack suspiro interrumpiendola.

-Ah... Déjalo, no importa. -Bella miró hacia el piso y se alejó para continuar con sus actividades en el palacio.

-¿Todo está bien? -Preguntó Elsa mirando a David que hojeaba confundido. -¿Sucede algo?

-Arendell es un reino muy.... Curioso. -Dijo al fin sentándose en la esquina más cercana de la cama de Elsa.

-¿Perdón?

-Su alteza... ¿Exactamente para que fui contratado? -Preguntó bajando las hojas dejándolas de lado y cruzando las piernas.

-Disculpe no lo entiendo.

-Seamos sinceros... -David comenzó a juguetear con sus dedos, bajandolos uno a uno y volviéndolos a subir para bajarlos en orden nuevamente. -Princesa usted no me necesita, usted no necesita un tutor. Ni siquiera sé por dónde empezar porque parece ya saberlo o ser bastante experta en la materia, ¿Qué sucede realmente?

Elsa comenzaba a ponerse nerviosa, giró su cabeza ligeramente en busca de sus guantes y al encontrarlos se los coloco con mucho cuidado intentando ocultar su nerviosismo.

-No quiero confiarme, dentro de poco asumiré la corona y yo... -Suspiró. -Yo no quiero creer que lo sé todo así que necesito un tutor que me guíe.

David comenzó a reír, sabía que era mentira porque sonaba muy tonta su excusa pero decidió no darle vueltas al asunto, creía que Elsa era muy tierna.

-Ya veo, pues dadas las circunstancias me parece que solo podremos practicar, porque no necesita que le enseñé algo nuevo. Prepararé una guía de estudios aunque si me lo pregunta no lo necesita.

-Gracias, David. -Respondió Elsa amablemente. 

-Entonces... ¿Repasamos rápidamente unos ejercicios?

-Me parece bien.

David saco más apuntes y ejercicios con ayuda de unos libros que Elsa tenía.

Unos pequeños repasos que pretendían ser tratados rápidamente se habían convertido en un par de horas, al terminar Elsa dio un pequeño bostezo que oculto cuidadosamente con su mano, girando su rostro al lado opuesto del que se encontraba su tutor.

David al darse cuenta del cansancio de la princesa comprendió que se había excedido. -Hasta aquí llegamos princesa, mañana continuemos.

-Muy bien, lo acompaño a la puerta. -Dijo Elsa levantándose de la mesita. David tomo sus cosas y al salir ambos se toparon con un Jack dormido recargado en la pared, David de alguna forma se sentía molesto con tan solo verlo.

-Vaya... -David volteó hacia Elsa que parecía estar igual de sorprendida que él al ver a Jack durmiendo en el suelo. -¿Quiere que lo despierte?- Susurró David.

-No... Déjalo estar. -Respondió Elsa con voz baja. -Le molesta cuando lo despiertan de la nada.

-Entonces... Hasta mañana -David hizo una pequeña reverencia y camino con paso ligero lejos de la habitación de Elsa.

“Ay, Jack” Elsa entro a su dormitorio y tomo una frazada, salió y con delicadeza la colocó encima quedando en cuclillas frente de él, lo observó en silencio. -Perdón Jack. -Dijo casi susurrando y al intentar levantarse sintió un pequeño tiron de su mano que la regreso suavemente.

-No te vayas aún. -Dijo Jack recién abriendo los ojos tomando la muñeca de Elsa.