-Me equivoqué y quiero pedirte una disculpa... -Pensó- Aunque no me recuerdes. -Lanzó su cuerpo sobre una silla enfrente de la mesita de estudio en el dormitorio de Anna.
-No, ya lo repasamos. -Anna regaño a Jack por milésima vez. -Sí vas a pedir disculpas que sean sinceras, no una excusa para reclamarle cosas.
-Eso intento Anna, intento disculparme sinceramente. -En la voz de Jack se podía notar claramente la desesperación por no encontrar las palabras correctas.
-Pues no parece. -Anna se paró y cruzó los brazos harta. -Tal vez, si solo vas y ya sabes. Hablas con ella sin un discurso, sin nada ensayado, a lo mejor es mejor.
-Sólo me estás corriendo porque ya te hartaste.
-La verdad sí, Jack. -Rió Anna. -Es broma, pero a veces las cosas tienen que fluir naturalmente.
-¿No quieres acompañarme? Con suerte pueda verla y tal vez puedas hablar con ella.
-Nah, yo me rendí hace años. -Anna suspiro levantando sus hombros. -Prefiero que ella venga a mi cuando esté lista. Pero tú la hiciste enojar, ahora arregla tú tus problemas. -Anna comenzó a empujar a Jack fuera de su cuarto y cerró la puerta con seguro para asegurar que no volvería a entrar.
Jack toció y camino a la puerta de Elsa que se encontraba a escasos metros del cuarto de Anna y tocó suavemente.
-¿Elsa?...
Nadie respondió, como era de esperarse.
-Elsa, yo sé que estás ahí. Déjame pasar. Ey, ¿Y si hacemos un muñeco?
Elsa escucho esa pregunta y torció los ojos, no podía creer que la volverían a molestar con la misma pregunta.
-Muy bien, sé que estás ahí y quieras o no vas a oír mis disculpas, ¿De acuerdo?
Jack esperaba que al menos Elsa lo corriera pero parecia que no había nadie que lo escuchará del otro lado, pero Elsa no tenía a donde más ir, así que simplemente lo estaba ignorando.
-LO SIENTO. -Elsa sabía que lo estaba intentando, se levantó de la cama y con cuidado de no ser escuchada se acercó a la puerta. -Pero no es mi culpa que no me recuerdes. -La mano de Elsa se detuvo en el picaporte. -Perdoname, eres hermosa y estoy seguro que eres amable pero me hierve la sangre de pensar que soy demasiado fácil de olvidar cuando tú estuviste todos los días en mi cabeza, día y noche. -Jack se fue casi al inmediato al sentir su cara caliente, Elsa estaba sorprendida por las palabras de Jack, pero no lo detuvo, estaba demasiado shockeada por la sinceridad del chico que no puedo mover su mano.
Anna que había espiado toda la escena está igual de asombrada y sonrojada, le había parecido romántico y no pudo evitar tapar su boca dando gritos mudos de emoción y saltando por toda su habitación.
“Todo este tiempo jamás se trató de amistad” Pensó Anna riendo.
Un chico de cabello negro azabache había tocado la gran puerta del castillo, Bella había salido a recibirlo como siempre hacia con la nueva servidumbre.
Con tan solo verlo supo que aquel chico sería popular en el castillo y en todo el reino. Era muy alto y esbelto que hacía ver su ropa elegante aunque no lo fuera, sus labios eran delgados y al sonreír unos oyuelos se marcaban.
Aquel chico miró amablemente a Bella, sus ojos azules en aquella pálida piel lo hacía parecer un ángel.-¿Señorita? -Sonó por fin la voz de aquel chico en la cabeza de Bella, haciéndola brincar.
-¿Sí?
-¿Nos vamos a quedar aquí mirándonos mutuamente? No es que no agrade, pero le comenté que tenía que ver al consejero del palacio. -Respondió el chico resoplando sus cabellos.
-Ah, sí. Lo siento pase. -Bella se hizo a un lado y lo encaminó hasta el despacho de Kai. Topándose con Jack sonrojado, echándose aire con las manos.
Aquel chico se despidió de Bella y entro al despacho. Bella aprovecho para ver si Jack estaba bien.
-¿Estás bien? Luces como si tuvieras fiebre. -Preguntó preocupada.
-¿Yo? -Jack comenzó reír nervioso. -¿Quién era el chico con el que venías? -Intento desviar el tema señalando al despacho de Kai, donde recién había entrado el caballero.
-¡Ah! Es un nuevo tutor. -Bella bajo la voz casi susurrando. -Es extranjero, se ve que es muy inteligente.
-¿Inteligente? Pues ojalá tenga suerte con Anna, porque esa niña no va a poder concentrarse. Debieron traerle un tutor feo, no uno guapo. -Suspiró Jack enfriándose por fin.
-¿Anna? Ah no... -Bella comenzó a reír. -Él no va a ser tutor de Anna, más bien de la princesa Elsa.
-¡¿De Elsa?! -Jack estaba tan sorprendido que se ahogó con su propia saliva y Bella le dio palmadas en la espalda intentando ayudar.
-Lo sé, es sorprendente. La princesa no ha tenido un tutor desde hace mucho, recuerdo que el último tutor fue cuando ella era más chica, tendría unos 16 años en ese entonces.
-Creí que Elsa no aceptaba a nadie que no fuera el consejero o mi madre en su habitación.
-Escuché que quieren que ella se empiece a relacionar con más gente poco a poco porque dentro de unos años ella será coronada reina.
Jack apenas había terminado de escucharla y corrió al despacho abriéndolo de golpe.
-¡Jack! -Gritó a lo lejos Bella pero ya era tarde.
-Joven Jackson, ¿Ocurre algo? -Preguntó Kai al ver entrar a Jack tan serio.
El chico pelinegro volteó a mirar a Jack.
-Señor, yo quiero ser tutor de Elsa también.
-Sí quieren puedo dejarlos solos. -Respondió el chico sonriendo y Jack lo miró de reojo, su ropa del chico estaba descuidada, vestía zapatos negros y unos pantalones del mismo tono con una camisa blanca arremangada. Le hacía falta abrochar los primeros dos botones de arriba de la camisa. Toda su persona lo hacía parecer cómodo en su propia piel, Jack estaba demasiado enojado por la altura de aquel chico ya que lo rebasaba fácilmente. En teoría le enojaba que fuera tan guapo.
-Los dejaré solos, iré a saludar a la princesa para ponernos al corriente lo más rápido posible. -Kai asintió y Jack comenzaba a ponerse ancioso.
-Te acompaño. -Respondió rápidamente Jack.
-Joven Jackson. -Lo detuvo Kai. -Necesito hablar con usted, no tan rápido.
-Pero... -Se quejo Jack.
-Pero nada.
-Entonces los dejo solos. -Aquel chico le dedico una sonrisa a Jack antes de salir y Jack solo necesitaba una excusa más para lanzarsele encima.
La puerta se cerró y Kai miro a Jack enojado.
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Llamado Del Corazón. (Pausada)
Romantiek¿Y si te dijera que Elsa fue parte de la vida pasada de Jack? El destino siempre es una hoja en blanco, ¿Me ayudas a escribir en ella? El quinto elemento decide contar un capítulo jamás contado en su vida, una historia romántica entre ella y su...