Elías y Elisa tenían ya 7 meses de edad y conforme iban creciendo los dos era más notorio el parecido con sus Padres, Elías ya podía gatear por todo el Palacio cosa que siempre volvía loca a Catherine y a Charles, ya que el niño siempre iba a explorar todo el lugar hubo una vez en particular que por un descuido de Charles, Elías se fue gateando desde la habitación hasta el Estudio Real, y quien lo encontró había sido Jacobo vistiendo ropa simple de color blanco de la camisa y pantalón negro y botas café un poco molesto con su Yerno y feliz de ver a su nieto, en ese momento levantó al niño en brazos y se lo llevó a Charles ya que Catherine no estaba porque tenía que atender asuntos militares con Robert, entonces Jacobo un tanto molesto vio a su Yerno como loco buscando a Elías por todo el Palacio y Jacobo llamó a Charles quien vestía traje beige sin saco y con corbata del mismo tono y camisa blanca y zapatos negros le entregó al niño y le dijo:
-Tienes suerte de haya sido yo quien lo encontró, si hubiese sido Catherine ella te habría machacado en ese momento, no vuelvas a ser tan descuido te recuerdo que se trata de tu hijo, vete antes de que Catherine llegue y se entere de lo que acaba de ocurrir.
Dijo muy seriamente y se fue devuelta al estudio y Charles asintió y se llevó al niño a la habitación donde se encontraba su hija Elisa.
Elisa en cambio ya gateaba desde los 6 meses y su coordinación al hacerlo era buena y sobretodo mejor que la de su hermano menor. Elisa era un poco más tranquila que Elías pero su carácter en definitiva era igual al de su Madre.
Catherine al llegar al Palacio vio que todo estaba demasiado tranquilo cosa que la preocupaba ya que sabía que algo había pasado y no se equivocó, y escuchó a varios sirvientes comentando que Elías gateó desde la habitación hasta el Estudio Real y que por suerte estaba ahí Majestad su Padre sino el joven Príncipe se hubiese lastimado.
Molesta Catherine subió corriendo a gran velocidad las escaleras enojada a pesar de llevar su armadura un poco pesada y vestido blanco largo y botas café no le impidió subir las escaleras a esa velocidad en absoluto.
Al llegar a la habitación de los bebés vio a Charles con ellos jugando con una sonaja de color madera, su enojo se había apaciguado un poco al ver a Elías sano y salvo y sonriendo, cuando Elías vio a Catherine fue gateando directamente hacia ella estirando sus pequeños brazos pidiendo un abrazo de ella, Catherine lo levantó y lo abrazó, después volteó a ver a Charles y le dijo molesta:
-¡¿Cuántas veces tengo que decirte que tengas cuidado cuando Elías esté bajo tu cargo?! ¡Sabes muy bien que ya sabe gatear lo suficientemente bien como para meterse en problemas! Lo bueno es que entró al estudio de mi Padre sino no sé a dónde se hubiese ido.-
Dijo molesta, después puso al niño en la cuna y después Charles puso a Elisa en la cuna junto a Elías y dijo:
-Tienes razón Catherine, lo sé fui un Padre descuidado y te juro que no ocurrirá de nuevo.- Dijo avergonzado. -Bien... espero que sea la última vez...- Dijo Catherine suspirando.
Después de un rato Catherine se quedó el resto de la tarde cuidando y jugando con sus hijos, y comenzó a pensar en todo lo que vivió en el pasado y hasta el momento en que volvió a renacer y vio que todo eso había valido la pena ya que había encontrado el verdadero amor en Charles, tuvo dos hermosos hijos y sanos, qué más podía pedirle a la vida que le permitió corregir todos sus errores del pasado y finalmente podía sentirse en paz, pero al mismo tiempo algo la inquietaba y no sabía por qué razón o motivo, era algo que la seguía haciendo sentir preocupada e inquieta, fingía que no pasaba nada pero ante la mirada de su Marido no podía ocultarle nada por más que lo intentara.
Hasta que una noche alguien había intentado matar a Catherine, Charles y a los niños, pero afortunadamente reaccionaron los dos y lograron inmovilizar al asesino, pero cuando iban a interrogarlo este se había suicidado con una píldora con veneno que actuaba de inmediato, provocando que Catherine y Charles se preocuparan por seguir vivos y sobretodo por los niños aunque sabían que sus Familias los adoraban no podían dejar que ellos llevaran esa carga y al mismo tiempo peligro ya que también temían que también a sus Familias e hijos los llegasen a matar, entonces decidieron que a partir del 6º cumpleaños de Elisa y Elías, serían entrenados en el Arte del Combate y del Veneno para que un día ellos pudieran estar preparados y listos para lo que sea que sucediera en el futuro.
Después de tanto buscar finalmente habían encontrado al viejo Maestro de Catherine "El Maestro S." Nadie sabía su nombre exactamente ni su apellido tan siquiera, pero Catherine sabía que él sería el único en el mundo que podía entrenar a sus hijos, el Maestro de Catherine se encontraba en las Montañas de las afueras de Inglaterra en ese entonces.
Catherine era la única que sabía cómo contactarlo y era a través de una flecha de bronce qué significaba que Catherine necesitaba su ayuda urgente, nunca uso la flecha desde el primer día en que se la había dado, hasta ese momento no tenía opción más que utilizarla para llamarlo, fue con Charles a la Torre más alta del Palacio, desde ahí tuvo un ángulo perfecto y preciso para disparar la flecha, se preparó para disparar y pensó para sí misma:
"¡No dejaré que dañen a mi Familia! Esta flecha es la esperanza que tengo de que mi Maestro venga a conocer y a entrenar a Elías y a Elisa." Respiró profundamente y disparó la flecha esperando que su Maestro le respondiera.
A las afueras de Inglaterra, El Maestro S. Era alguien misterioso no era ese tipo de persona que se mostraba ante la gente, tenía alrededor de unos 53 años aproximadamente y tenía una cicatriz no muy notoria en el lado izquierdo del rostro, vestía ropa muy simple que constaba de una camisa blanca con pantalón beige claro con tirantes cafés abajo y zapatos cafés, sus rasgos eran fuertes y la forma de su rostro era triangular y tenía una dura mirada, sus ojos eran grises y pequeños que no tenían expresión ni brillo en ellos sino que eran fríos, su cabello castaño claro lo tenía largo hasta la nuca y estaba sujeto a una coleta, era alto medía cerca de 1.85 cm.
Estaba recolectando algunas hierbas una mañana cuando escuchó el disparo de una flecha descendiendo al suelo y volteó a ver y vio que era una flecha de bronce y supo de inmediato de quién se trataba era de Catherine entonces sacó su arco de madera color plata y disparó una flecha de plata que significaba que iría de inmediato, entonces dejó lo que estaba haciendo y se preparó para ir directamente hacia el Palacio Real, alistó su caballo negro azabache y se cambió de ropa por una más cómoda que era color negro de manga negra y tenía una capucha en ella del mismo color y botas negras, llevaba guantes negros sin dedos y llevaba consigo su espada, arco y flechas, empacó algo de ropa y se fue de inmediato hacia el Palacio Real.
Luego de 5 horas de camino Catherine y Charles recibieron al Maestro S. Y preguntó al ver a Catherine con voz ronca:-¿Qué sucedió Princesa?- Dijo preocupado y saludó con reverencia a ella y Charles.
Y Catherine procedió rápidamente a contarle lo que había ocurrido esa noche en que intentaron matarla a ella, a su esposo e hijos y enseguida entendió el por qué de su llamado tan urgente, la miró y le dijo:
- Princesa... debe dejar a sus hijos bajo mi tutela si desea que ellos estén bien.- ella asintió.
Y Charles dijo:- Apenas son unos bebés, habrá que esperar a que crezcan, un poco más.
-Alteza ¿Qué edad tienen los niños?- preguntó a Charles. -Tienen 7 meses.- Dijo. -De acuerdo, por el momento tendré que quedarme a proteger a ambos niños, hasta que crezcan y puedan ser entrenados, Princesa es lo mejor.- Dijo muy seriamente. - De acuerdo.- Dijo Catherine. Y Charles asintió.
ESTÁS LEYENDO
El Renacimiento De La Princesa (EDITADO)
Historical FictionCatherine una mujer con esperanzas, sueños e ilusiones, son destruidos por el hombre que una vez amó y que al final terminó traicionándola hasta el punto de apuñalarla en el corazón, así provocando su muerte, en su último aliento Catherine juró que...