Capítulo 8.🌙

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Jungkook quería trabajar en la producción de la canción tan pronto como fuera posible, así que llamó a Lisa para programar una fecha con la banda. Y así era como Jin se encontraba, con Namjoon y Taehyung, tomando el desayuno en la casa de Jungkook, un miércoles a la mañana a las nueve malditas horas. Jin había arreglado que Taehyung lo recogiera, citando problemas de coche; sabía que Taehyung le daría el beneficio de la duda, ya que el carro de Jin se había roto al menos tres veces por año.

Aún así se negaba a deshacerse de la maldita cosa. Lo había comprado con el dinero que cuidadosamente guardó a través de los años. Muy dentro, Jin era en realidad un chico sentimental, no es que alguna vez lo fuera admitir a alguien.

Jin no le quería decir a Taehyung que su carro en realidad estaba trabajando bien para variar y que la verdadera razón que quería un aventón era porque no quería terminar en la casa de Jungkook solo antes de que Namjoon o Taehyung llegarán. Sí, Jin tampoco quería admitir que era un cobarde, en lo que se refería a Jungkook.

—Bueno, bueno, bueno… quien sabía que consumados actores de Hollywood pudieran cocinar, y cocinar bien —dijo Taehyung mientras masticaba un bocado de panqueques.

Jin a regañadientes admitió para sí mismo que los panqueques que Jungkook había hecho eran suaves y esponjosos, no como los que venían en una mezcla de panqueques. Jungkook hizo sus panqueques desde cero.

Cuando había llegado, Jin había estado sorprendido de descubrir que Jungkook vivía en un departamento.
Seguro, estaba situado en uno de los mejores distritos de la ciudad, pero había esperado que Jungkook fuera dueño de una extensa mansión.

Tal vez era por el traje caro de Jungkook. Si un chico podía gastar extravagantemente en sus ropas, usualmente lo haría en otras áreas de su vida.

En su lugar, Jungkook sesgó su evaluación viviendo en un departamento de tamaño moderado, decorado con pinturas abstractas y fotografías de sus amigos y familia.
Era casi normal, si no fuera por el hecho de que el costo de todas las pinturas podía ascender a un millón y más, o así sospechaba Jin.

—Sí, tan esponjados como los que mi mamá acostumbraba a hacer —dijo Namjoon mientras alcanzaba otra pieza de panqueque—. Gracias por hacer el desayuno, Jungkook. Seguro que no lo esperábamos.

—Era lo menos que podía hacer, de verdad, viendo como los hice venir aquí chicos, tan temprano en la mañana. Si no fuera por mi apretada agenda esta semana… —La voz de Jungkook se apagó mientras veía a Jin colocando un bocado de panqueques en su boca.

Jin trató de no bufar mientras terminaba su desayuno. Comió silenciosamente, tratando de ignorar las miradas de Jungkook y esperando que el desayuno terminara pronto así ellos podrían empezar con el proyecto.

Aquí, tengo la sinopsis de la historia impresa para que ustedes puedan tener una idea aproximada de cómo debería de ser la canción.

Si lo necesitan, podría enseñarles un borrador de la historia, pero ustedes deberán tener que firmar un acuerdo de confidencialidad. Lo siento por eso. —Jungkook pasó las hojas alrededor y esperó, observando sus reacciones de cerca.

—Sin problemas, entendemos. Vamos a echar un vistazo a estas antes de decidir —murmuró Taehyung mientras miraba la página en su mano. Taehyung siempre había sido el portavoz del grupo. Nunca le había molestado a Jin antes que él hablara en nombre de todos.

Usualmente Jin lo prefería de ese modo, así la atención no estaba en él. Pero esta vez sintió una chispa de molestia. Echó lejos el sentimiento no familiar y leyó las palabras frente a él.

Es una historia de amor gay, pensó con sorpresa.

—Sí, lo es —dijo Jungkook suavemente, su mirada en Jin—, ¿tienes un problema con eso?

Jin se encontró con los ojos de Jungkook. No se dio cuenta que había dicho las palabras en voz alta. —No, no lo tengo. —Se negó a ser el primero en desviar la mirada; fue con el fuerte tosido de Namjoon con el que ambos rompieron sus miradas.

—Así que, ¿no te estás sacando a ti mismo al hacer esto? —preguntó francamente Taehyung.

Jungkook se rió. —¿Esa es la única pregunta que tienes?

—Solamente soy curioso, ¿esto no dañará tu estado de galán? —preguntó Taehyung. Eso era lo que le gustaba a Jin de Taehyung, siempre decía lo que estaba en su mente.

La única vez que a Jin no le gustaba era cuando Taehyung volvía esa veta de honestidad hacia él.

—Tal vez. —Jungkook se encogió de hombros—. Pero prefiero producir y dirigir ahora en lugar de actuar.

Así que no importaría tanto, supongo. ¿Quieren estar en esto chicos? Sé que Lisa dijo sí, pero si tienen recelos sobre el proyecto… —Jungkook miró hacia Jin, y Jin trató de no retorcerse.

—BTS no perderá nada por escribir una canción para un potencial éxito —dijo. Ambos Namjoon y Taehyung lo miraron intensamente, sabiendo que tenía segundos pensamientos sobre la colaboración, antes de asentir con sus cabezas en acuerdo.

Jungkook sonrió ampliamente, y el mundo pareció más brillante por unos pocos momentos para los ojos de Jin.
—¿Un potencial éxito, eh? Tienes fe en mí. Gracias, Jin.

—Es la verdad —murmuró Jin en respuesta mientras miraba hacia abajo rápidamente, sintiendo un caliente sonrojo esparcirse por sus mejillas. Pretendió escrutar la sinopsis una vez más.

—¿Sin embargo, cómo termina esto? —habló Namjoon —.

Pregunto porque nuestro compositor de canciones probablemente necesitará infundirle un humor particular a la canción.

—¿Su compositor? Pensé que ustedes escribían como un grupo —dijo Jungkook con sorpresa.

—Lo hacemos… eventualmente. Jin aquí, escribe los borradores primero y luego nosotros trabajamos juntos en las armonías y cosas como esas. Pero Jin es el de la musa escritora.

Namjoon asintió hacia Jin, quien estaba tratando fuerte de hundirse en el sofá de felpa en el que estaba sentado.
Sería su suerte, por supuesto, que el normalmente callado Namjoon escogería este momento para ser hablador.

—Tenemos mucha suerte de tenerlo —agregó Taehyung, colocando su cálida mano en el muslo de Jin y apretándolo gentilmente, su toque una consoladora, familiar presencia.

Jungkook miró la mano de Taehyung aún descansando en la pierna de Jin, una rara expresión en su cara antes de sacudir su cabeza minuciosamente. —Ya veo… así que Jin, ¿qué tienes para mí?

—Namjoon tiene razón. Necesitaríamos saber cómo va la historia para escribir una canción que le haga justicia — admitió Jin.

—Tengo los guiones y los acuerdos de confidencialidad listos —dijo Jungkook sonriendo.

—Por supuesto que los tienes. —Jin le devolvió la sonrisa. Era una pequeña sonrisa, pero era el primer paso de Jin para poner su leve resentimiento hacia Jungkook a descansar.

Can't forget you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora