Mi ritmo cardíaco aumentó de forma descontrolada cuando John movió sus labios para darle larga al beso, al tiempo que inclinaba su cuerpo hacia el mío.
Me dejé llevar por el momento y, accediendo, recosté mi cuerpo sobre la cama y dejé que el suyo se posicionara sobe el mío. Sin embargo, John no descargó el peso total de su cuerpo sino que, por el contrario, se valió de sus manos que las apoyó a mi costado y siguió besándome con una auténtica intensidad.
—Agh, John —un jadeo se escapó de mi boca cuando nos separamos. Sentí un placentero hormigueo en mi entrepierna—. ¿Por qué me besas así?
—Porque me gusta besarte —contestó con cierto descaro que me hizo esbozar una leve sonrisita—. Y sé que a ti te gusta besarme.
Un pequeño rubor se expandió por mis mejillas al escuchar eso último. Y John, de inmediato, volvió a inclinar su rostro para besarme una vez más; le correspondí con fervor, enredando mis brazos en su cuello y atrayendo su rostro hacia el mío para continuar con el beso.
Mientras que nuestras lenguas jugueteaban al compás, hice un rápido movimiento hasta lograr que mi cuerpo quedara sobre el suyo. Nos miramos a los ojos durante unos segundos, sintiendo, mientras tanto, los latidos de mi corazón acelerarse de forma imprudente.
—No, John —dije, bajándome de su cuerpo y sentándome a su lado, sobre la cama—. No, no, no. No quiero hacer nada contigo. No quiero seguir.
John se incorporó, recostando su espalda a la cabecera de la cama y mirándome con cierta confusión.
—¿Por qué?
—¿¡Todavía lo preguntas!? ¡No quiero ser el otro, el cuerno, el amante! No, no, no...
—En ese caso yo también sería el otro, el cuerno y el amante —replicó—. Así que no te preocupes, podemos ser el otro, el cuerno y el amante los dos.
—¡No, Joooohn! Yo no quiero ser el otro, el cuerno y el amante; ¡y tampoco quiero que tú seas el otro, el cuerno y el amante!
—¿Entonces qué propones? —se cruzó de brazos—. ¿Quiere que formalicemos lo nuestro?
Esbocé una sonrisita abobada, pero al instante reaccioné:
—¡No, no! S-Sólo que ya no hagamos este tipo de cosas, John, por favor... En serio me confundes. Mira, yo soy heterosexual, ¿entiendes?
—Yo también creía eso hasta que te vi.
—¡No, John! Yo en verdad soy heterosexual, de verdad me gustan las chicas y me encanta el cuerpo femenino.
—Bueno, yo también creía eso —siguió diciendo, haciéndome rodar los ojos; él carcajeó—. Paul, deja de intentar convencerte a mí mismo de eso...
—¿Qué estás queriéndome decir? ¿Qué soy gay? ¡No, John! —formulé al instante—. ¡No lo soy!
—Eres Johnsexual. Y yo soy Paulsexual.
Mis labios volvieron a esbozar una sonrisa absolutamente estúpida ante lo que había escuchado. Sentí mi corazón acelerarse mientras que dejaba salir una risita culposa de mis labios.
—No, John —alboroté mi cabellera rosa—. Esto no puede ser, entiéndelo... No quiero que le seas infiel a Cynthia, ni quiero serle infiel a Jane. Eso estaría muy mal y las pondría triste a las dos.
—Pero no tienen que saberlo —recalcó.
—¡De todos modos! ¿Sabes lo mal que me sentiría al verla luego de que nosotros...? —ni siquiera completé la frase—. Sería muy incómodo.
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He's Perfect for Me ➳ McLennon
FanficPintaba mis uñas, mi cabello y aplicaba gloss en mis labios. Era hombre y me gustaban las mujeres. O al menos eso creía... Está prohibida y penada la reproducción total o parcial de esta obra (texto, ilustraciones, diagramación), su tratamiento i...