Nueva vida

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Catra

Algunos dirán que estoy loca por no estar del todo dispuesta a irme con esta adinerada familia que me quiere adoptar. Es solo que es un poco difícil desarraigarse a esta fea casa, que aunque no se sentía como un hogar es todo lo que creía tener.

Cuando cruzo el umbral de la puerta le dirijo una mirada triste a Shadow Weaver pero ella solo me mira con frialdad. Tal vez ella nunca me ha querido, pero es la única persona que ha estado a mi lado durante estos 16 años así que será difícil olvidarme de ella, pues aunque nunca me dio amor si me enseño algunas cosas.

Un carro que envió mi nueva "familia" me espera afuera. Según tengo entendido son dueños de alguna gran compañía o algo así. Son una pareja bastante normal y tiene una hija un año mayor que yo, quien parece estar emocionada con mi llegada porque en cuanto llego a su casa, que por cierto es muy muy muy grande, me abraza.

— ¡Catra! Bienvenida —dice mientras me tiene entre sus brazos y me mira hacia abajo pues ella es mucho más alta que yo.

—Scorpia, suéltame por favor —le suplico pues no parecía consciente de lo fuerte que me está apretando.

—Ah, claro —me dice para después soltarme—. Bueno, es hora de irnos. Papá y mamá querían acompañarnos pero surgió un inconveniente en la empresa y tuvieron que irse.

Ella toma mi mano y me arrastra fuera de la casa donde un auto, diferente al que me trajo aquí, nos espera.

— ¿A dónde vamos? —le digo mientras me suelto de su agarre.

Su emoción es evidente con ver su rostro.

—Mañana tenemos que ir al escuela y claramente necesitas ropa nueva —dice dando saltitos—. Papá me dijo que puedes comprar lo que quieras.

Durante el trayecto Scorpia se la pasa hablando sobre la escuela a la que asiste y a la cual yo también asistiré. Le presto atención a medias mientras miro por la ventana hasta que menciona algo acerca de un equipo de futbol. Ciertos recuerdos de mi infancia cuando cierta rubia y yo nos escapábamos de la casa de Shadow Weaver para jugar futbol con otros niños vienen a la mente. Entonces por primera vez volteo a ver a mi nueva "hermana".

—Te gusta el futbol, eh —dice ella dándose cuenta que logró captar mi atención.

— ¿Por qué lo dices? —digo y regreso mi vista hacia la ventana haciéndome la desinteresada.

—Un brillo especial en tus ojos —dice con elocuencia—. Por cierto tus ojos son asombrosos.

—Gracias supongo —digo sin emoción.

Mis ojos son de dos colores diferentes: Uno azul y uno amarillo. Cuando era pequeña los niños a veces me molestaban por este motivo, pero siempre tenía a alguien que me defendía y para cuando esa persona se fue, los chicos ya me tenían miedo así que no tentaban a su suerte haciéndome enojar.

—Sabes, el equipo de Luna Brillante es de los mejores entre las escuelas privadas. Si quieres podrías hacer las pruebas, seguro te escogerán —me dice emocionada.

—No creo hacer las pruebas —digo sin más.

No quiero llamar la atención, planeo involucrarme lo menos posible con todos esos niños ricos de Luna Brillante.

—Bueno, si cambias de opinión no dudes en decirme —dice sin dejar de estar animada.

El auto se detiene frente a un gran centro comercial y el chofer nos dice.

—Señoritas Black, llegamos.

Lo sé, Catra Black, suena extraño pero ya que ellos me adoptaron ahora llevo su apellido.

—Gracias Andrew —dice Scorpia mientras abre su puerta.

—Un placer, señorita Scorpia, llámeme cuando terminen y enseguida estaré aquí para recogerlas —dice el hombre.

—Claro que sí —dice ella y se baja del coche cerrando la puerta tras ella.

—Gracias —digo mientras me bajo. Seré huérfana pero no maleducada.

—De nada señorita Catra —me responde él.

Es raro escuchar a alguien dirigirse a mí con tanta cortesía, raro pero lindo. Aunque siento que no debería acostumbrarme.

Paseamos entre las tiendas buscando ropa, entonces escucho música que me parece realmente genial y guiándome por ella llegamos a una tienda de música. Desde afuera se pueden ver muchos instrumentos y algunas otras cosas. Me quedó afuera disfrutando de la música y siento que Scorpia me mira.

—Buenas canciones eh —me dice intentando sacarme plática, pues durante las compras no dije casi nada.

—Sip —digo sin más, centrándome en la música.

—Entremos —dice al mismo tiempo que me toma de la mano y me jala hacia adentro.

Mis ojos recorren la tienda de arriba abajo admirando todo. Entonces Scorpia nos lleva a un lugar donde hay auriculares y me los pone para después apretar algunos botones. En ese momento la música invade mis oídos, es realmente genial, no lo sé pero tal vez es rock. Veo a la chica frente a mí mover los labios pero no la escucho.

—¿Me decías algo? —Digo mientras me quito los auriculares.

—Sí —dice—, te pregunté si te gustó.

—Me parece genial, son realmente buenos, aunque no sé quiénes son —digo con honestidad. Siempre me ha gustado la música pero Shadow Weaver la tenía prohibida en su casa.

—Es Moderatto, es una de mis bandas favoritas, soy su fan —dice ella emocionada.

—¿De esos que van a sus conciertos y compran todos sus discos? —le pregunto con una sonrisa.

Ella se ríe un poco.

—Catra ya nadie compra discos, para eso está el celular —me dice con amabilidad—. Pero si he ido a algunos de sus conciertos y son asombrosos.

Me decepciona un poco saber que la gente ya no compra discos.

—Vamos, póntelos otra vez —me dice mientras me ofrece los auriculares—. Hay otras canciones y bandas que quiero mostrarte.

Pasamos bastante rato entretenidas en eso, la verdad Scorpia tiene buenos gustos musicales.

—Enserio que gran música, pero Moderatto se ganó mi corazón —digo cuando estamos a punto de salir de la tienda.

Entonces veo como una mujer y su hijo entran a la tienda y le piden a un joven que trabaja ahí que le deje probar una guitarra acústica. Sería genial tocar una guitarra eléctrica o tal vez un bajo.

—Vamos —dice Scorpia y me empuja de vuelta a la tienda.

—¿Por qué? —pregunto sin entender porque volvemos.

Se acerca a un empleado que se encuentra ordenando discos y le toca el hombro, este se voltea para vernos.

—Disculpe, podría bajar esa guitarra —dice señalando una guitarra eléctrica roja—. Mi hermana quiere probarla.

El señor duda por un momento entonces ella pone su brazo sobre mi hombro.

—Por favor —dice.

Parece ser que esas palabras si son mágicas porque en cuantas esas siete letras salen de la boca de Scorpia el señor hace lo que ella le había pedido.

En cuanto tengo esa hermosura entre mis manos me siento demasiado feliz y asustada al mismo tiempo. Toco las cuerdas con delicadeza al principio pero luego le pongo un poco de fuerza, al oír y sentir las cuerdas vibrar inevitablemente sonrío. No quiero ilusionarme así que se la regreso al empleado.

—Gracias —le digo al señor—. Vamos Scorpia.

Ella sonríe y salimos de la tienda. Después de todo me doy cuenta de que ella es agradable e incluso pienso que tal vez pueda confiar en ella, así que le pido un favor.

—¿Podemos comprar otra cosa antes de irnos? —le pregunto.

—Claro —dice con ese ánimo que noto que es característico suyo. 

Imposible [SPOP AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora