Familia (Parte 1)

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Adora

Me cuesta mucho trabajo despertarme y aunque Glimmer lo viera como algo normal, pues según ella soy peor que un perezoso, esta vez tengo un motivo nada usual.

Toda la noche me la pase pensando en esa chica con la que cruce miradas ayer. Mi corazón me dice que es Catra, pero mi mente me dice que es imposible. A pesar del notable parecido, esa chica tenía unos aburridos y simple ojos cafés mientras que mi Catra tiene un par de hermosos ojos bicolor.

Eso es en lo que pienso cuando mis mejores amigos y yo vamos caminando por el pasillo hasta que Glimmer me da un golpecito en el hombro volviéndome a la realidad.

—¿Adora? —dice ella.

—Mmm —digo.

—Glimmer te pregunto si crees que entrara al equipo —dice Bow.

Con que de eso estaban hablando. Glimmer ha estado ansiosa de entrar al equipo desde antes de entrar a la preparatoria Luna Brillante.

—Casi nunca eligen a los de primer semestre —dice nerviosa.

—Claro que te van e escoger —digo poniendo el brazo sobre su hombro y atrayéndola a mí—. Pasamos todo el verano entrenando además eres muy buena.

—¿Estarán ahí cierto? —pregunta Glimmer.

—Claro que sí, te estaremos animando desde las gradas —digo intentando reconfortarla— ¿No es así Bow?

Nuestro amigo hace una mueca.

—De hecho no podré estar. El club de teatro tiene una reunión hoy —dijo Bow.

Últimamente esos dos andan muy raros.

—Bueno yo te daré animo por los dos —digo intentando salvar la situación.

Para suerte de todos ya estamos frente al salón de Glimmer quien se despide de ambos y entra. Bow y yo somos vecinos de salón así que nos dirigimos hacia ellos.

Inevitablemente mi mente vuelve a Catra, ella tiene mi edad, entonces si hipotéticamente estuviera en la escuela debería estar en mi salón o el de Bow y como no está en mi salón, prosigo a preguntarle sutilmente a Bow.

—Oye Bow ¿Hay alguien nuevo en tu grupo?

Él lo piensa un momento.

—Tal vez una chica delgada, cabello marrón, pecas, piel bronceada. —Agrego.

—Oh, creo que sí —dice él.

Muevo la cabeza incitándolo a seguir, albergando la esperanza de que sea la chica que busco.

—Se apellida Black.

—Su nombre Bow, quiero saber su nombre —le digo ansiosa.

—Mmm... —Se lo piensa por unos momentos—. Algo con C.

—¿Catra? —pregunto nerviosa.

—Exacto —dice él sorprendido.

Unas lágrimas salen de mis ojos.

—¿Estás bien Adora? —me pregunta mi amigo.

—Sí. —Es lo único que logro decir.

Llegamos y cada uno entra a su salón. Paso el resto del día en las nubes, no presto atención a nada de lo que los profesores dicen. No lo creeré hasta que la vea con mis propios ojos.

Cuando es la hora del descanso me asomo por la puerta del 3ero B y no la veo. Cuando llegamos a la cafetería la busco con la mirada y tampoco la veo. Ahora pienso que es imposible que sea una chica casi idéntica a ella e inclusive se llamen igual. Cuando camino por los pasillos la busco y no la encuentro, sin duda me voy a volver loca.

A pesar de todo me presento a las pruebas de futbol, no puedo dejar a Glimmer sola. Cuando llegamos a la cancha, me siento en las gradas mientras Glimmer se va a los vestidores. Entonces veo que el entrenador se acerca a donde estoy.

—Adora que bueno que estas aquí —dice tan enérgico como siempre— ¿Tienes algo de ropa en los vestidores?

Asiento.

—Entonces ve a cambiarte porque necesito a mi mejor portera para poder darle una verdadera prueba a las nuevas. —Agrega.

Jugar siempre mejora mi humor.

—Claro que sí entrenador —digo y me dirijo a cambiarme.

Cuando entro lo que mis ojos ven hace que mi corazón se acelere. Frente a mi esta ella de espaldas sin camiseta. Sé que es ella porque puedo ver esa marca en su espalda producto de una tontería durante nuestra niñez. Sin duda pareceré una acosadora por verla fijamente mientras se pone su camiseta negra para completar su conjunto deportivo. Entonces se voltea y nuestras miradas se ponen la una en la otra.

—¡Catra! —digo mientras corro a abrazarla.

Ella no me corresponde así que me separo para poder verla a los ojos.

—Tus ojos —digo con un poco de decepción— ¿Qué les hiciste?

—Son pupilentes. —Se limita a decir.

—No sé para que lo haces —digo sin entender—. Tus ojos son muy especiales.

Parece que una sonrisa quiere aparecer en su rostro, pero ella no lo permite.

—Creía que te habías olvidado de mí —dice con voz lánguida.

—No podría hacerlo ni aunque quisiera —digo con honestidad.

Ella me mira fijamente por unos instantes y luego se va. Okay, no sé qué acaba de pasar.

—Bueno chicas ahora me mostraran que tal son en los penales —dice el entrenador Micah—. Para eso tengo a la mejor portera que este equipo ha tenido en mucho tiempo y no lo digo solo porque sea mi hija, Adora por favor acompáñanos.

Es mi hora así que corro hacia la portería mientras me pongo los guantes, cuando estoy lista levanto el pulgar y las novatas se forman para probar meterme un gol, suerte con eso. Una tras otra fallan hasta que es el turno de Catra, veo el enojo en sus ojos patea la pelota con fuerza hacia la esquina superior de la portería y por más que lo intento soy incapaz de parar el tiro, el balón entra en la red.

—Bien hecho Black —le dice mi papá.

Catra me mira con los ojos entre cerrados antes de formarse al final de la fila.

En cuanto mi papá da por terminado el entrenamiento Catra se dirige hacia dentro de la escuela así que corro tras ella.

—¡Catra espera!

Ella se gira y, aunque estoy segura que me vio, sigue caminando. Cuando la alcanzo la tomo del hombro y se vuelve a girar.

—¿Qué quieres Adora? —dice claramente irritada.

—No creía volver a verte —digo.

—Sí, entiendo que no planeabas visitarme —dice con sarcasmo—. Se ve que eres feliz aquí, con tu entrenador-papá, muchos amigos y tu novia.

—¿Novia? —pregunto sin entender.

—Brillitos —dice como si fuera obvio.

No puedo evitar reírme al darme cuenta que está celosa de Glimmer.

—Se llama Glimmer —digo divertida—. Y no es mi novia es mi hermana.

—Si sabes que ellos no son tu familia —dice con una ceja levantada.

Parece que ella aun no entiende lo que significa la familia.

—Ellos son mi familia, me adoptaron, me aman, me cuidan y me ayudan a ser mejor —digo con una sonrisa—. Ser familia no siempre se trata de tener la misma sangre Catra.

Veo que las lágrimas parecen querer asomarse por sus ojos. Jamás he soportado ver a Catra llorar, es de las pocas cosas que me parten el alma.

—Pensé que yo era como tu familia —dice aguantado las lágrimas.

—Claro que lo eres Catra, eres mi mejor amiga —digo mientras pongo mi mano sobre su hombro.

—Entonces porque nunca me viniste a visitar —dice ella con tristeza—. Te fuiste sin siquiera despedirte.

Esto es duro para ambas, puedo decir que los únicos recuerdos que valen la pena conservar de mi infancia en casa de Shadow Weaver son con Catra. Para cuando quiero responder ambas estamos llorando un poco.

—Tú siempre decías que Shadow Weaver me prefiera a mí —digo con dificultad. Hace demasiado tiempo que no decía el nombre de nuestra madre de acogida en voz alta—, pensé que cuando me fuera solo habría lugar en su corazón para ti.

Imposible [SPOP AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora